Si hay algo que hace inolvidable a Tienes un e-mail, además de su historia, es el estilo impecable de Kathleen Kelly. Sus looks desprenden una calidez y sencillez que los hace perfectos para cualquier amante de la moda atemporal: prendas de punto, faldas midi y abrigos clásicos componen su vestuario. Si alguna vez has soñado con recorrer las calles de Nueva York con un café en la mano y un libro bajo el brazo, su estilo es la inspiración que necesitas.

Meg Ryan y Tom Hanks en ‘Tienes un e-mail’.
El estilo de Kathleen Kelly, el personaje de Meg Ryan en Tienes un e-mail, es el epítome del effortless chic. Atemporal, cómodo y con un aire intelectual, su vestuario está lleno de piezas clásicas que nunca pasan de moda. Si buscas recrear su estética en Nueva York, aquí tienes las claves imprescindibles para construir un armario inspirado en ella.
El punto es un básico en el estilo de Kathleen Kelly. Opta por jerséis de cachemir o algodón en tonos neutros como beige, gris o azul marino. Puedes llevarlos con jeans para un look informal o con una falda midi para un estilo más refinado, como nuestra protagonista. También puedes combinarlos con camisas de cuello blanco asomando ligeramente por el escote para lograr un aire más sofisticado.

Cárdigan de punto jaspeado de Massimo Dutti.

Jersey punto calado mezcla algodón de Massimo Dutti.

Cárdigan de punto de Massimo Dutti.
Las camisas blancas de algodón estructuran sus looks sin esfuerzo. Llévalas remangadas con unos pantalones de pinzas o bajo un cárdigan para un aire más relajado. Este tipo de prenda es un must en cualquier armario versátil, ya que se puede adaptar tanto a un día de trabajo como a un paseo por la ciudad. Si quieres replicar aún más el estilo de Kathleen, busca modelos ligeramente holgados que puedas meter dentro de una falda o llevar abiertos con una camiseta fina debajo.

Camisa fluida semitransparente de Massimo Dutti.
Kathleen apuesta por faldas midi de corte fluido y vestidos camiseros que aportan feminidad sin renunciar a la comodidad. Las faldas de lana o seda en tonos neutros combinan a la perfección con botas o mocasines.
El secreto está en la fluidez de los tejidos, que crean movimiento al caminar, evocando una estética romántica. Los vestidos camiseros son otra pieza clave, ideales para el entretiempo y fácilmente combinables con cardigans largos o abrigos largos. Añadir un cinturón fino realzará la cintura y aportará un toque aún más femenino.

Meg Ryan con vestido de punto y jersey de cuello alto.

Falda Naelle de Sezane en azul marino.
Los pantalones rectos o de pinzas son ideales para combinar con un jersey fino o una blusa ligera. Kathleen opta por modelos de tiro alto, que estilizan la figura y combinan bien con mocasines o botas de tacón bajo. Para un look más relajado, prueba a llevarlos con un suéter metido ligeramente por dentro o con una camisa desenfadada.

Meg Ryan y Tom Hanks en una escena del rodaje. La actriz lleva pantalón de tiro alto gris, con camiseta blanca de algodón y chaqueta de punto gris con botones.

Pantalón gris de pinzas, de Cos.

Pantalón de punto fluido de Lloyd’s.
El abrigo largo de corte recto en tonos camel o gris es una de las piezas clave de su estilo. Elegante y versátil, funciona con cualquier conjunto y añade un aire sofisticado sin esfuerzo. Para los días más fríos, opta por modelos de lana gruesa y llévalo sobre capas ligeras. Un truco para conseguir un look auténtico es elegir un abrigo que tenga una estructura limpia y botones discretos, sin demasiados adornos, para lograr ese minimalismo elegante que define el estilo de Kathleen.

Abrigo de lana de la firma Indi&Cold.
Los complementos de Kathleen son discretos pero bien elegidos: bufandas de lana ligera, guantes de cuero y bolsos estructurados en tonos neutros. La clave está en seleccionar piezas funcionales y clásicas que no resten protagonismo al conjunto. Un bolso bien estructurado con líneas simples puede ser el compañero perfecto para cualquier ocasión. Las bufandas, preferiblemente en materiales naturales como la lana o el cashmere, aportan calidez sin ser voluminosas en exceso.