Auténtica, curiosa y en constante evolución, Rocío Crusset -hija de Carlos Herrera y Mariló Montero- ha encontrado en la joyería una forma de expresión que trasciende lo meramente estético. Su nueva colección, minimalista pero con alma statement, refleja su búsqueda de equilibrio y la importancia de las piezas simbólicas que acompañan cada momento de la vida.
En esta conversación, la modelo comparte cómo surgió su faceta como diseñadora, sus rituales de bienestar, su pasión por el yoga y el tenis, y la manera en que combina la calma con una vida activa en la ciudad que nunca duerme. Una charla íntima con una mujer que disfruta tanto de la creación como de los instantes que inspiran su camino.
Rocío, estás a punto de lanzar una nueva colección de joyas. ¿Qué nos puedes adelantar sobre ella? ¿Qué te inspiró?
Esta colección sigue las mismas líneas que colecciones anteriores pero dando un paso más, elevando lo simbólico. He tomado referencias simbólicas de Kandinsky, dándole importancia al equilibrio que tanto busco en mis diseños, una armonía de las formas geométricas, las curvas y las líneas fundamentales de Crusset.
¿Qué significa para ti diseñar joyas? ¿Es una faceta que siempre quisiste explorar o surgió de forma natural?
Surgió de manera natural. Siempre me han gustado las joyas pero conforme fui madurando, fui apreciando más el valor que cada pieza representa. Las joyas para mí no son solo decorativas, son piezas que acompañan, que cuentan una historia. Tienen, aparte del valor físico, el valor que tú le quieras dar. Todos mis veranos desde pequeña hasta que tuve la idea, hacía mis collares y pulseras. Hasta que un año me picó la curiosidad de ir a más, y crear algo más completo.
¿Tienes alguna pieza favorita de esta colección? ¿Cuál es su historia?
Es muy difícil elegir una sola pieza. Esta colección es cápsula, es lo esencial. Son piezas distintivas, llaman la atención pero son discretas. Quería crear algo que se pudiese llevar todos los días.
La joyería es muy personal. ¿Cómo te gusta llevarla en tu día a día? ¿Eres más de minimalismo o te encantan las piezas statement?
Me encantan las piezas statement. Me gusta divertirme con las joyas, dar un paso más. En mis looks siempre intento que haya alguna pieza, ya sea una joya o una prenda, que destaque más que otra.
Como modelo y amante de la moda, ¿cómo definirías tu estilo personal? ¿Ha evolucionado en los últimos años?
Mi estilo ha evolucionado mucho. Antes no me gustaba explorar con tanto color o estampados. Era más sencilla. He de decir que ahora, aunque en mi día a día no emplee ni 10 minutos de mi tiempo en pensar cómo vestirme, cuando tengo una ocasión más importante, me divierte mucho elaborar y disfrutar escogiendo un look. Ahora tiro mucho más por colores, estampados, busco tejidos que me inspiren y mezclo mucho. Cosa que antes no hubiera hecho.
¿Hay alguna tendencia que te entusiasme especialmente este verano? ¿Y alguna que evitarías?
En verano me gusta mucho todo el estilo boho. Los encajes, el croché… Solo evito todo aquello que no me aporta comodidad. Si el tejido no acompaña, o la prenda es demasiado ajustada, lo evito.
Hablemos de belleza. ¿Tienes algún ritual de cuidado diario que nunca te saltes?
Lo único que no me salto nunca es un exfoliante suave seguido de mi crema hidratante. El exfoliante para mí es esencial para limpiar el poro en profundidad. Me ayuda mucho a prevenir brotes.
¿Un secreto que hayas heredado de tu madre, Mariló, en cuanto a belleza o bienestar?
El baño de sal. Ayuda con el estrés, la tensión muscular, dolores de cabeza. En general ayuda a relajar, a eliminar toxinas y metales pesados.
Llevas una vida muy activa entre Madrid, Sevilla y Nueva York. ¿Cómo encuentras el equilibrio? ¿Tienes alguna rutina de bienestar o mindfulness que sigas?
Mi base está en Nueva York desde hace 8 años, y, a veces, voy a Madrid y Sevilla. Tengo mucha suerte de tener muy buena salud mental. Más allá que días muy puntuales en los que si noto el estrés de mi trabajo, suelo ser muy tranquila. Algo que me ayuda mucho a mantener la calma y sentirme activa y flexible es el Yoga.
¿Qué papel juega el deporte en tu vida? ¿Alguna disciplina favorita?
Voy por épocas. Por ejemplo, en cuanto hay buen tiempo, aprovecho para jugar al tenis. Me gustan los deportes que entretienen, donde el tiempo pasa rápido. He de reconocer que el gimnasio me cuesta mucho porque me aburre. Pero Yoga es esencial en mi día a día, aunque sea un flow de 20 minutos. Menos es nada. Y cuando estoy en Nueva York sin viajar tanto, aprovecho para ir a mis entrenamientos de Pilates.
Cuando no estás trabajando, ¿cómo disfrutas tu tiempo libre? ¿Eres más de planes tranquilos o te gusta la vida social?
Pues cuando no trabajo como modelo, estoy trabajando con Crusset, por tanto, desconecto poco. Pero soy muy disfrutona. Me encanta estar con amigos o con mi familia. Pasar tiempo con gente que te aporte es la mejor manera de desconectar. Me gusta lo tranquilo pero soy muy social, al menos dos o tres veces a la semana salgo a cenar con alguien.
¿Qué te inspira actualmente en tu vida y en tu trabajo creativo? ¿Alguna musa o referente?
No me inspiro tanto en personas sino en momentos. En historias, en creaciones, arte, lo que venga.
¿Hay alguna mujer en tu entorno o en el mundo de la moda y el diseño que admires especialmente?
Hay muchas, pero no las conocerías, ¡y para hablar de ellas necesitaríamos otra entrevista! Admiro a muchas personas que me rodean y que conozco en el día a día. Es difícil, al menos para mí, admirar a alguien sin conocerle. Tiene un límite. Cuando admiras a alguien de verdad es porque conoces su historia, su trayectoria y sus esfuerzos.
Por último, ¿qué sueño te gustaría cumplir en los próximos años? ¿Podemos esperar más colecciones, quizás incluso en otras áreas del diseño?
¡Claro! Estoy trabajando en un proyecto nuevo dentro de Crusset que tengo muchas ganas de lanzar. No quiero contar mucho porque estas cosas llevan su tiempo y el desarrollo, tanto de la idea como del producto, es muy cambiante. Pero me hace mucha ilusión.