El panorama de las llamadas spam en España está a punto de transformarse. El pasado 7 de junio de 2025 entró en vigor una de las reformas más esperadas por los consumidores. Se trata la prohibición de realizar llamadas comerciales desde números móviles comunes, como los que comienzan por 600 o 700. En su lugar, las empresas deberán usar exclusivamente prefijos 800 y 900, facilitando así la identificación de llamadas no deseadas y el bloqueo por parte de los usuarios.
Adiós a los móviles: los nuevos prefijos para las llamadas spam
El objetivo principal de esta medida es reducir el volumen de llamadas spam que afectan a millones de ciudadanos en España. Con la implantación obligatoria de los prefijos 800 y 900 para fines comerciales, el Gobierno busca que los usuarios puedan distinguir de inmediato si se trata de una comunicación con fines publicitarios o de telemarketing.
Esta modificación normativa representa un cambio radical respecto al modelo anterior. Entonces, las llamadas spam llegaban a menudo desde números móviles indistinguibles de los personales. Eso dificultaba su filtrado y facilitaba las prácticas engañosas.
Una de las novedades más relevantes de la nueva normativa es la implicación directa de las operadoras en la lucha contra las llamadas spam. Desde ahora, estas compañías están obligadas a bloquear automáticamente aquellas llamadas que no utilicen los prefijos autorizados.
En la práctica, esto significa que si una empresa realiza una llamada spam desde un número que no cumple con la normativa, dicha comunicación no llegará al usuario. Según datos del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, ya se están bloqueando cientos de miles de llamadas y SMS no deseados a diario desde que comenzaron las primeras implementaciones en marzo.
Las llamadas spam no desaparecen del todo, pero se reducen
Aunque esta medida supone un gran paso adelante, no elimina por completo el problema de las llamadas spam. Algunas empresas seguirán intentando sortear la ley. Y otras seguirán amparándose en vacíos legales como el consentimiento previo o el llamado “interés legítimo”.
Esto significa que, si un usuario ha aceptado condiciones generales sin leerlas detenidamente, puede haber autorizado llamadas spam sin ser plenamente consciente. Asimismo, una empresa puede argumentar que llama para mejorar el servicio. Algo que sigue siendo legal aunque molesto para muchos consumidores.
A pesar del nuevo marco legal, se recomienda a los usuarios seguir usando herramientas tecnológicas para bloquear llamadas spam. Muchas apps permiten identificar automáticamente los prefijos 800 o 900 y categorizarlos como comerciales, ofreciendo la opción de silenciarlos o bloquearlos por completo.
Además, estar atentos a los prefijos antes de responder sigue siendo clave para reducir la exposición a llamadas spam. La nueva normativa facilita esta tarea. A fin de cuentas, esos números ahora deben ser claramente diferenciables del resto.