Situada en la costa de A Coruña, en Galicia, la Torre de Hércules es el faro romano más antiguo del mundo que aún sigue en funcionamiento. Fue construida en el siglo I d.C., durante el reinado del emperador Trajano, con una finalidad clara: guiar a los barcos que navegaban las peligrosas aguas del Finis Terrae, el límite del mundo conocido para los romanos.
La torre original fue obra del arquitecto Cayo Servio Lupo, de origen lusitano, y constaba de tres plantas en forma cuadrada. Durante siglos, el faro romano permaneció en pie, resistiendo el paso del tiempo, los temporales atlánticos e incluso las invasiones normandas.
Una restauración ilustrada
El aspecto actual de la Torre de Hércules se debe a una gran restauración llevada a cabo entre 1791 y 1794, dirigida por el ingeniero militar Eustaquio Giannini. Este proyecto, promovido durante el reinado de Carlos IV, respetó la estructura romana interior, envolviéndola en una nueva fachada de estilo neoclásico. Gracias a esta intervención ilustrada, el faro recuperó su funcionalidad y adquirió su imagen definitiva, la que hoy conocemos.
Actualmente, la estructura tiene una altura de 55 metros, de los cuales 34 corresponden al núcleo romano original. Para quienes se atreven a subir sus 234 escalones, las vistas sobre el océano y la ciudad de A Coruña son espectaculares.
@galidrone 📌 Torre de Hércules(A Coruña) Todo un símbolo en Galicia. La Torre de Hércules es parte de nuestro patrimonio y, desde el año 2009, también es Patrimonio de la Humanidad. Es el faro más antiguo del mundo en funcionamiento. La Torre de Hércules fue construida por los romanos en el siglo l y originalmente era más baja, más ancha y con una rampa para subir el combustible que alimentaba su luz. En 1788, Eustaquio Giannini inicia su gran reforma. El proyecto conservó y realzó los restos romanos del monumento. Recubrió el faro romano con una fachada de gusto neoclásico, con una franja ascendente que recuerda la rampa original. La de Giannini, es la Torre que ves hoy dibujada en los atardeceres de A Coruña. Nunca la olvidarás, en tus viajes por el mundo no verás muchos faros de planta cuadrada y alma romana. La puedes visitar y conocer su historia con más detalle.Desde el yacimiento arqueológico a la entrada de la torre, hasta llegar a la parte más alta, en la que las vistas que tienes desde arriba son totalmente espectaculares. Una maravilla gallega que te puedes perder. #galicia #gallegos #galidrone #turismodegalicia #torredehercules #acoruña #farosdegalicia #galiciatiktok
Un reconocimiento internacional
En 2009, la UNESCO otorgó a la Torre de Hércules la categoría de Patrimonio Mundial, reconociendo su excepcional valor universal. Este título, concedido hace ya 16 años, situó al faro coruñés en el mapa del turismo cultural y patrimonial mundial. La Torre fue valorada por su singularidad como construcción romana todavía activa, por su estado de conservación y por su importancia como punto de conexión entre el legado clásico y la Europa contemporánea.
Además, el entorno paisajístico y cultural del monumento también ha sido protegido y mejorado, con esculturas al aire libre, rutas peatonales y una integración armónica entre historia y naturaleza.
Entre la historia y la leyenda
La Torre de Hércules no solo es un hito de la ingeniería romana; también está envuelta en un halo de leyenda y mitología. La más conocida es la que da nombre al faro: la leyenda de Hércules, quien tras derrotar al gigante Gerión, enterró su cabeza en el lugar donde luego se levantaría la torre. De ahí surgiría una ciudad: Brigantium, el origen mítico de A Coruña.
Este relato fue recogido en textos medievales y sigue vivo en la identidad cultural gallega. De hecho, en la base del monumento se erige una estatua moderna de Hércules que rinde homenaje a esta tradición legendaria.
Un símbolo de Galicia y del Atlántico
Hoy, la Torre de Hércules es uno de los emblemas más reconocibles de Galicia. No solo figura en el escudo de A Coruña, sino que aparece en monedas, sellos y hasta en el logo de equipos deportivos. Su silueta, inconfundible frente al océano, ha inspirado a artistas, poetas y viajeros.
La Torre no solo guía a barcos: guía la memoria colectiva. En sus piedras se entrelazan la ingeniería romana, el ideal ilustrado del siglo XVIII, el orgullo gallego y la vocación atlántica de una ciudad que siempre ha vivido mirando al mar.