El grupo de Sumar en el Congreso de los Diputados sufrió esta semana una fuerte sacudida. Tras la salida de Águeda Micó al Grupo Mixto, ahora el grupo plurinacional vive pendiente de lo que suceda con el diputado de Més per Mallorca, Vicenç Vidal. “Es un equilibrio difícil” pero “cada uno de los partidos debería pensar no sólo en sus intereses autonómicos”, defiende la escritora Elizabeth Duval. Los analistas Pablo Simón y María Dabán auguran un negro futuro al conglomerado de partidos.
La asamblea de la militancia de Més per Mallorca celebrada este jueves concluyó sin una decisión clara, hubo un “empate técnico”, sin que se alcanzara la mayoría de dos tercios necesaria para acordar la ruptura en el Congreso y así pasar al Grupo mixto. Así lo confirmaron fuentes de la formación, que reconocieron un equilibrio de fuerzas inédito en el seno del partido.
La votación interna reveló una profunda división entre la militancia, que quedó partida en dos bloques prácticamente igualados. Ante este escenario, Més per Mallorca deberá convocar una nueva asamblea en las próximas semanas para resolver el futuro de su diputado en el Congreso. Ante ello, Vidal defendió ante sus bases la necesidad de mantener “responsabilidad antifascista”, “firmeza” en materia anticorrupción y “puentes abiertos con todas las fuerzas a la izquierda del PSOE”, en un intento por contener la fractura interna en Sumar.
La dirección de Més per Menorca ya manifestó su preferencia por romper con Sumar y anunció una asamblea para el próximo 5 de julio donde su militancia deberá refrendar o no esa posición.
Las amenazas para Yolanda Díaz no terminan en Baleares. La Chunta Aragonesista condiciona su permanencia en el grupo a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acepte su batería de medidas anticorrupción en la comparecencia del próximo 9 de julio o en la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno con el PSOE.
En este sentido, la Chunta advirtió que, si sus demandas en materia de regeneración democrática no eran atendidas por Sánchez, el siguiente paso sería solicitar la salida de Sumar del Ejecutivo. En caso de negativa, no descartaban una ruptura definitiva, según indicaron fuentes de la formación. “Todos los escenarios están abiertos”, recalcó su diputado, Jorge Pueyo.
Los expertos
La voz de Elizabeth Duval es especialmente relevante para entender lo que ocurre en Sumar. La escritora llegó a ser responsable de Comunicación y persona del equipo directo de Yolanda Díaz. Para Duval, este espacio político requiere de “mucha mano izquierda” en su gestión por la diversidad de intereses, que van desde el autonomismo hasta distintos soberanismos. Entiende que la prioridad absoluta de Compromís sea Valencia, pero expresa sus dudas sobre que el paso de Micó al Grupo Mixto les resulte beneficioso.
“Pierden visibilidad, sobre todo en la comisión de investigación de la DANA, que ahora queda ralentizada e inoperante, lo que puede acabar beneficiando al propio Carlos Mazón“, explica, en conversación con Artículo14. A su juicio, urge que todos trabajen en “un proyecto viable que represente a escala estatal a esas izquierdas casi confederadas”
También en charla con este periódico, el politólogo Simón advierte de que Sumar nació como una “coalición preelectoral con una base muy endeble”. “Es una suerte de unión de izquierdas confederales con intereses muy diferentes, además de sus tensiones con Podemos y la autonomía de IU”, explica. Y de ahí esta semana negra para el grupo parlamentario.
“Tras su fiasco en diferentes contiendas autonómicas y europeas está claro que este modelo no es viable. Habrá cambios en el equilibrio interno de poder, incluyendo más peso de IU, y es casi seguro que Yolanda Díaz estará en la lista, pero no será cabeza de cartel”, razona el profesor titular en la Universidad Carlos III de Madrid. Y mira al futuro electoral: “Si este nuevo artefacto no incluye a Podemos, y no parece, el sistema electoral les hará mucho daño en las provincias pequeñas y la izquierda seguro no sumará”.
Para María Dabán, analista de El Hormiguero de Antena3 y de Artículo14, Sumar es “una coalición que no estaba hecha para durar”. Según señala, la coalición nació para evitar que Podemos liderara el espacio de la izquierda, pero ahora que el bloque ve peligrar su continuidad en el poder, muchos de sus integrantes optan por “desmarcarse”, incluso para no verse arrastrados por los casos de corrupción que salpican al PSOE.
“El poder suele ser el mejor pegamento y ahora que los partidos que conforman Sumar ven que están cerca de perderlo, prefieren ir por libre para desmarcarse también de manera indirecta de los casos de corrupción que rodean al Gobierno”, concluye Dabán.