Controlar los niveles de glucosa en sangre es clave para prevenir y tratar enfermedades como la diabetes tipo 2, una de las patologías más comunes en todo el mundo. Si bien la alimentación equilibrada, el ejercicio regular y la medicación —en caso de ser necesaria— son pilares fundamentales en el tratamiento, la naturaleza también ofrece aliados que pueden contribuir a mantener el azúcar bajo control. Entre ellos, las infusiones destacan por su fácil preparación y su capacidad para actuar de forma suave y progresiva en el organismo.
A continuación, repasamos cinco infusiones con propiedades hipoglucemiantes que pueden integrarse en una rutina saludable. Eso sí, siempre es recomendable consultar con un profesional sanitario antes de incorporar nuevos elementos a la dieta, especialmente si se siguen tratamientos médicos.
Canela: el clásico más eficaz
La canela es probablemente una de las infusiones más conocidas para reducir el azúcar en sangre de manera natural. Diversos estudios han demostrado que esta especia ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y puede disminuir los niveles de glucosa tras las comidas.
Preparar una infusión de canela es muy sencillo: basta con hervir una ramita en agua durante unos 10 minutos. Se recomienda tomarla una o dos veces al día, preferiblemente después de comer, para aprovechar sus beneficios.
Hoja de morera: tradición oriental con respaldo científico
La hoja de morera blanca (Morus alba), originaria de Asia, ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional china. Esta planta contiene compuestos como la DNJ (deoxynojirimicina), que inhibe la absorción de carbohidratos en el intestino, ayudando a evitar picos de glucosa.
Se puede consumir en forma de té con hojas secas, dejándolas reposar en agua caliente durante cinco minutos. Esta infusión es ideal para personas con prediabetes o con resistencia a la insulina.
Salvia: una aliada digestiva con efectos hipoglucemiantes
La salvia es una planta aromática con múltiples beneficios, entre ellos su capacidad para reducir los niveles de azúcar en sangre. Sus compuestos fenólicos actúan como antioxidantes y han demostrado mejorar el metabolismo de la glucosa.
Además, la infusión de salvia favorece la digestión y puede ser útil para combatir la inflamación. Una cucharadita de hojas secas por taza, infusionada durante 10 minutos, es suficiente para disfrutar de sus propiedades.
Fenogreco: una semilla potente y poco conocida
El fenogreco, también conocido como alholva, es una semilla rica en fibra soluble que ayuda a ralentizar la absorción de azúcares en el intestino. Además, estimula la producción de insulina, lo que contribuye a un mejor control glucémico.
Para preparar su infusión, se recomienda hervir una cucharadita de semillas en agua durante 10 minutos. Tiene un sabor intenso y ligeramente amargo, pero puede combinarse con canela o jengibre para suavizarlo.
Ortiga: una planta silvestre con efectos reguladores
Aunque suele asociarse a remedios contra la retención de líquidos, la ortiga también tiene propiedades beneficiosas para el control de la glucosa. Sus extractos ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre, al tiempo que ofrecen un efecto depurativo y antiinflamatorio.
Su infusión se elabora con hojas secas o frescas, y se aconseja no exceder más de dos tazas al día. La ortiga también es rica en vitaminas y minerales, lo que la convierte en un complemento nutritivo.
Una ayuda natural, pero no un sustituto médico
Estas infusiones pueden ser un buen complemento para aquellas personas que buscan mantener sus niveles de azúcar a raya, pero es importante recordar que no sustituyen tratamientos médicos ni una dieta equilibrada. Su uso debe ser coherente, moderado y siempre supervisado por un profesional si se tienen problemas metabólicos o se toman fármacos hipoglucemiantes.
Incorporar estas bebidas naturales al día a día no solo puede ayudar a mejorar la salud metabólica, sino que también invita a disfrutar de un momento de calma y autocuidado. Un pequeño gesto con beneficios que van más allá del paladar.