En el corazón del valle de Toranzo, a orillas del río Pas, se encuentra Alceda, un pueblo de apenas 300 habitantes que parece detenido en el tiempo. Perteneciente al municipio de Corvera de Toranzo, este rincón cántabro guarda una concentración sorprendente de patrimonio histórico, natural y arquitectónico que rara vez aparece en las guías turísticas. Sin embargo, ofrece una experiencia inmersiva única, como si uno se adentrara en las páginas de una novela histórica.
Alceda, un conjunto monumental casi secreto
Desde 1985, Alceda está protegido como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico. Lo está gracias a su excepcional colección de casonas blasonadas de los siglos XVI al XVIII. Estas residencias nobiliarias, alineadas a lo largo del antiguo Camino Real —la actual N-623—, reflejan el esplendor de una época en la que el comercio, la ganadería y la hidalguía marcaron el pulso del valle.
Pasear por Alceda es caminar entre palacios barrocos y torres señoriales. Entre las joyas arquitectónicas destaca el Palacio de Mercadal (1737), una obra del arquitecto José de Casuso con portalada monumental, jardín amurallado y un elegante mirador. También sobresale el Palacio de Bustamante Rueda, que combina elementos renacentistas y barrocos en un complejo que incluye capilla, torre y vivienda principal.
La historia de Alceda se lee en piedra. La Casona-Torre Ruiz Bustamante, del siglo XVII, con su torre de tres alturas y sus arcos de medio punto, encarna la fuerza de la arquitectura montañesa. Lo mismo ocurre con la Casona de Mora, propiedad de Juan de Mora y Villegas, cuya fachada porta un imponente escudo nobiliario.
Otra construcción imprescindible en Alceda es la Casona-Torre de los Ceballos, también del siglo XVII. Su torre rematada en pináculos, la portada clasicista y el soportal con columnas dóricas ofrecen un claro ejemplo de cómo el arte y la tradición se funden en este pequeño pueblo con vocación monumental.
Iglesia, lavaderos y casas indianas: un pueblo con memoria
Además de sus edificios señoriales, Alceda conserva elementos de la vida cotidiana que completan su carácter histórico. La iglesia de San Pedro, los antiguos lavaderos, los molinos, las casas populares y las escuelas se integran armónicamente con las viviendas de estilo indiano, levantadas por quienes emigraron a América y regresaron con fortuna.
Esa mezcla de grandeza y humildad define el carácter de Alceda. Un lugar donde cada rincón habla de su pasado y cada fachada ofrece un relato familiar, económico o religioso que ayuda a comprender la evolución del valle.
@rusurinmobiliaria 🌲✨ Vive rodeado de naturaleza en esta cabaña de Alceda.🌳✨ Descubre esta joya llena de potencial en Alceda, Cantabria. Esta encantadora propiedad, ubicada en un entorno idílico, te invita a crear el refugio rural de tus sueños. Con una extensa finca de alrededor de 19.000 m² y un manantial propio, esta cabaña es un verdadero oasis de paz y serenidad. Aunque requiera una renovación integral sus características únicas la convierten en un diamante que espera ser pulido para mostrar todo su brillo. Con acceso directo y una finca cerrada de piedra, esta propiedad ofrece privacidad y confort. ¿Te imaginas despertar cada día con vistas despejadas al valle y respirar aire puro? ¿Listo para comenzar tu aventura rural? Contacta para más detalles. Por 29.000 €. Impuestos, gastos de escritura y registro no incluidos. 📲 607 973 323 + info en www.rusur.es Inmobiliaria Rusur – Expertos en hacer tus sueños realidad. Inversion CabañaConEncanto Cántabra Turismo Refugio Rural 🏡🌿
Pero Alceda no solo mira hacia atrás. También ofrece al visitante un entorno natural de extraordinaria belleza. El Parque de Alceda, diseñado a principios del siglo XX por la familia Cortnes con la ayuda del floricultor Escalante, es uno de los jardines botánicos más valiosos del interior de Cantabria.
Este espacio de siete hectáreas alberga más de 1.000 árboles, entre ellos cedros del Líbano, magnolias, palmeras canarias, abetos rojos, hayas, encinas y pinsapos. Pasear por este lugar y adentrarse en su parque es dejar atrás el tiempo moderno y recuperar la serenidad que solo brinda la naturaleza bien cuidada.