Líderes occidentales reunidos en la cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) se comprometieron este miércoles a destinar el 5% del PIB de sus países al gasto en defensa antes del año 2035. En el texto final firmado por los participantes, se consideró que la medida “pretende asegurar nuestras obligaciones individuales y colectivas” para afrontar los tiempos convulsos que vive el mundo.
El compromiso llegó tras la presión ejercida por Donald Trump, que durante la reunión insistió en la urgencia de gastar más en armas. Ante el distanciamiento de Europa y el abandono militar a Ucrania, el presidente estadounidense dejó claro nuevamente que los países de la alianza atlántica deben blindarse por su cuenta.
Pese a considerar una “victoria” que la OTAN aceptara sus demandas, Trump no resaltó el extenso periodo de tiempo -una década- para asumir el compromiso. Además, los 32 países miembros emitieron una declaración ambigua, aclarando que “aliados” -en lugar de “todos los aliados”- se comprometieron con el objetivo fijado.
En el centro de la polémica estuvieron las palabras del presidente español Pedro Sánchez, que logró pactar con Mark Rutte, secretario general de la OTAN, una salida para evitar comprometerse a firmar el gasto del 5% del PIB en defensa. “Creo que España es terrible. Estamos negociando un acuerdo comercial, y ahora les haremos pagar el doble, lo digo en serio”, amenazó el presidente estadounidense.
Otros países como Italia, Canadá, Eslovaquia y Bélgica también expresaron dificultades para alcanzar el 5%, aunque España fue el principal escollo en las negociaciones. El acuerdo pactado incluye destinar un 3,5% del PIB a gasto en defensa “puro” y un 1,5% adicional a inversiones en seguridad, como carreteras, puentes, puertos o aeropuertos para una mejor movilidad de los ejércitos. También se incluyó la necesidad de invertir en ciberseguridad o una mayor preparación de las sociedades para futuros conflictos.
Para garantizar su cumplimento, los miembros de la OTAN se comprometieron a entregar reportes anuales para demostrar un “camino creíble y creciente para lograr el objetivo”. Otro de los puntos centrales del encuentro fue reafirmar el compromiso con el Artículo 5, que estipula que la organización transatlántica debe actuar en bloque en caso de que un país sea atacado. “Tenemos un compromiso con la defensa colectiva, un ataque a uno es un ataque a todos”, precisó el documento.
Además del reciente conflicto ente Israel e Irán, en que EE UU participó activamente con el bombardeo de tres centrales nucleares iraníes, el otro gran conflicto en la agenda era la guerra en Ucrania. Por ello, la OTAN prometió más apoyo militar a Kiev, alegando que su “seguridad contribuye a la nuestra”. No obstante, se evitaron condenas explícitas a Rusia. Ante las preguntas de un reportero de la BBC de Ucrania, Trump prometió entregar más misiles Patriot a Kiev, pese a que meses atrás cortó toda la ayuda militar y de inteligencia al país.
Tras la conferencia en La Haya, Trump reconoció volver a Washington con un sentimiento “algo diferente”, tras constatar que los miembros de la alianza demuestran “amor y pasión por sus países”. Y agregó: “estamos aquí para ayudar a proteger sus países”. En los pasillos de la reunión, se produjo un breve encuentro con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. Luego prometió “hablar con Vladimir Putin”, para ver si “podemos terminar con esto”.
En su línea habitual de mensajes ambiguos, Trump dio por legítimas las ambiciones territoriales de Putin -que pretende anexionar las zonas ocupadas de Ucrania-, pero a su vez pidió al presidente ruso que “salga” de Ucrania ya que “supone un lío para él”. Respecto al conflicto entre Israel e Irán, consideró que ambos países están “cansados y exhaustos”, y aseguró que la semana que viene recibirá a una delegación iraní para garantizar que el alto al fuego siga en marcha.
“Juntos, los aliados hemos sentado las bases para una OTAN más fuerte, más justa y letal”, declaró Rutte al terminar la reunión. Y agregó: “Esto impulsará un avance sustancial en nuestra defensa colectiva”. Los países más comprometidos con el aumento de gasto fueron los que comparten frontera con Rusia, como Polonia o los tres estados bálticos.
“Estamos ante el nacimiento de una nueva OTAN, lo que supone una organización más balanceada”, vaticinó con optimismo el presidente finlandés Alexander Stubb. En su opinión, el resultado del encuentro supone una “gran victoria” tanto para Trump como para Europa. El presidente lituano, Gitanas Nauseda, se puso en modo trumpista: “debemos hacer la OTAN grande otra vez”.
Tras el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania en 2022, los países de la OTAN se comprometieron a aumentar el gasto hasta el 2% del PIB. El año pasado, 22 países estaban a punto de lograr el objetivo. Varios países ya estaban aplicando recortes en el estado del bienestar o la ayuda exterior para reforzar sus partidas de defensa.
También se necesitarán fondos adicionales si la Administración Trump anuncia una reducción de fuerzas en Europa, donde se encuentran destacados unos 84.000 soldados estadounidenses, lo que dejaría a los aliados europeos la tarea de subsanar cualquier deficiencia de seguridad. Se espera que el Pentágono anuncie sus intenciones en los próximos meses.
“EE UU está más o menos ahí”, considero Rutte refiriéndose al gasto del 5% del PIB en seguridad. El mayor temor para los países de la OTAN es que Rusia acabe atacando un país miembro de la organización antes de terminar esta década.