En el calendario católico, cada día se honra no solo a uno, sino a varios santos y beatos. El lunes 9 de junio no es una excepción. La figura central en esta fecha es San Efrén de Siria, conocido como “el arpa del Espíritu Santo” por sus himnos teológicos que enriquecieron la liturgia cristiana. A él se suman otros santos notables, cuyas vidas reflejan diferentes maneras de vivir la fe. Hoy analizamos su legado y presentamos el santoral completo de la jornada.
San Efrén de Siria: el gran protagonista del día
San Efrén nació hacia el año 306 en Nísibe, en la antigua Mesopotamia. Bautizado a los 18 años, fue ordenado diácono y se convirtió en una de las figuras más influyentes del cristianismo oriental. Escribió himnos, poemas y comentarios bíblicos en lengua siríaca, siendo un defensor firme de la doctrina trinitaria y cristológica.
Apodado “el arpa del Espíritu Santo”, su legado incluye la integración de la música sagrada en la liturgia y el fortalecimiento de la fe en tiempos de persecuciones. San Efrén falleció el 9 de junio de 373 en Edessa, y esta fecha se convirtió en la jornada en la que se conmemora su figura.
Otros santos y beatos del 9 de junio
Además de San Efrén, el santoral del día incluye una diversidad de figuras, desde mártires hasta místicos y fundadores religiosos. La lista completa del santoral del 9 de junio es:
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San Efrén de Siria, diácono, padre y doctor de la Iglesia
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Beata Ana María Taigi, madre de familia y mística italiana del siglo XIX
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San Columba de Iona, abad céltico fundador de monasterios
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San Diomedes de Nicea, mártir en la antigua Bitinia
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San Primo y San Feliciano, mártires en la Vía Nomentana, Roma
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San Maximiano de Siracusa, obispo y mártir del siglo VI
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San Ricardo de Andria, obispo italiano del siglo XII
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San Vicente de Vernemet, mártir en la Galia del siglo III
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Beato José Imbert, sacerdote jesuita mártir
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San José de Anchieta, jesuita misionero en Brasil y padre de la literatura brasileña
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Beato Roberto Salt, monje cartujo y mártir
Contexto litúrgico del 9 de junio
Desde 2018, el lunes posterior a Pentecostés se dedica a la memoria de María, Madre de la Iglesia, una celebración mariana instituida por el Papa Francisco. Esta memoria busca resaltar el papel de María en la comunidad cristiana, como madre espiritual que acompaña a los fieles tras el descenso del Espíritu Santo.
Así, el 9 de junio de 2025 se convierte en una jornada especialmente rica desde el punto de vista litúrgico, al confluir el recuerdo de santos históricos con la devoción mariana contemporánea.
¿Por qué son importantes estas celebraciones?
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San Efrén representa la unión entre teología, música y poesía, recordando la fuerza del arte y la palabra en la transmisión de la fe.
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Beata Ana María Taigi es un ejemplo de santidad en la vida cotidiana, en medio de una familia y con una intensa vida espiritual.
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San José de Anchieta simboliza el encuentro entre culturas, la educación y la misión en territorios lejanos.
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San Columba, como monje y fundador, muestra el valor de la vida espiritual y el intercambio cultural en la Europa celta.
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Los mártires del día dan testimonio de una fe vivida con coherencia hasta las últimas consecuencias.
El santoral del 9 de junio nos ofrece un amplio abanico de vidas inspiradoras. Desde el arte sacro de San Efrén hasta el compromiso misionero de Anchieta, pasando por la mística de Ana María Taigi o la firmeza de los mártires, cada figura es una puerta abierta a una forma distinta de vivir el Evangelio.
A ello se suma la conmemoración de María, Madre de la Iglesia, como una invitación a ver en ella el rostro maternal que cuida, acompaña y guía la comunidad cristiana.
Si conoces a alguien llamado Efrén, Columba, José, Ricardo o Feliciano, hoy es su día. Pero más allá de los nombres, este lunes 9 de junio es una oportunidad para reflexionar sobre el legado de quienes marcaron la historia de la fe con valentía, creatividad y humildad.