La Real Academia Española ha presentado la actualización 23.8.1 del Diccionario de la lengua española (DLE), una revisión intermedia que incorpora 330 novedades entre palabras nuevas, acepciones añadidas, enmiendas de uso y supresiones. La responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora, explicó que esta entrega no constituye una actualización completa —como las que la Academia publica habitualmente cada diciembre—, sino un avance del trabajo que prepara la 24ª edición del Diccionario, prevista para publicarse en 2026.
La actualización ha suscitado interés por varias razones: por un lado, la incorporación de términos especialmente sensibles en el ámbito social, como ‘mena’, que aparece tanto en su sentido técnico —menor extranjero no acompañado— como en la acepción despectiva que ha adquirido en el uso público. También se ha destacado la entrada en el diccionario de voces coloquiales de amplia circulación, entre ellas ‘bocachancla’, ‘farlopa’ o ‘braguetazo’, ahora reconocidas oficialmente por su arraigo en el habla cotidiana.
La diversidad temática de las nuevas incorporaciones apunta a ámbitos tan dispares como la tecnología, la salud o el medioambiente, reflejando la evolución del español en contextos muy distintos. Además, esta revisión parcial llega en un momento en que la institución trabaja para acelerar la adecuación del DLE al uso social real de la lengua, un proceso que incluye decisiones técnicas sobre cómo se documentan los términos, cuándo se justifica su incorporación y qué criterios determinan la aceptación de nuevas acepciones en palabras ya existentes.
Entre las novedades más comentadas figuran términos procedentes del habla coloquial, que entran por su uso generalizado. ‘Farlopa’ se define como sinónimo de cocaína; ‘bocachancla’ se incorpora como equivalente de “bocazas”; y ‘braguetazo’ recoge la acepción de “matrimonio por interés con una persona rica o de clase social más elevada”, una expresión muy extendida desde finales del siglo XX. La palabra ‘mena’ aparece ahora como acrónimo de “menor extranjero no acompañado”, y la definición incluye una segunda acepción que señala su empleo despectivo en determinados contextos, recogiendo así la evolución pragmática de la voz en los últimos años.
También se incluyen términos como ‘microteatro’, ‘milenial’ o ‘turismofobia’. Asimismo, se añaden términos como ‘alfombra mágica’, ‘foto de familia’, ‘juguete roto’ o ‘poner la directa’. Esta actualización llega con “menos pretensiones” que otros años con una nueva edición “mucho más renovada y amplia” según ha detallado el director y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado.
Fotografía: Kiloycuarto
La actualización incluye también nuevas acepciones en entradas ya existentes. ‘Directo’, por ejemplo, suma su aplicación en emisiones radiofónicas, televisivas o digitales que se transmiten simultáneamente a su realización, una ampliación que se interpreta como una adaptación a la consolidación del streaming. El término amplía además su uso en el ámbito del boxeo, donde designa el golpe que se proyecta hacia adelante en línea recta.
La RAE incorpora asimismo voces procedentes de disciplinas científicas y técnicas. Aunque todavía no se ha publicado la lista completa de especialidades representadas, la Academia señala que varias de las novedades responden al crecimiento terminológico de áreas como la inteligencia artificial, la biomedicina, la transición energética o el cambio climático. Estos avances continúan la línea de actualizaciones anteriores, en las que se sumaron palabras vinculadas a redes sociales, epidemiología o sostenibilidad.
Así, se incluyen novedades incorporadas al campo de las ciencias, como ‘gravitón’, en el ámbito de la física; ‘termoquímico’, del de la química o ‘cuperosis’, ‘narcoléptico’ y ‘ovulatorio’ en el área médica. Por su parte, en el ámbito de la meteorología se incorporan ‘engelamiento’ y ‘engelante’.
El DLE es una obra panhispánica elaborada de manera conjunta por las 23 academias de la lengua. En esta ocasión, el trabajo lexicográfico se ha centrado en fijar usos ampliamente documentados en el ámbito digital y en la conversación pública, un proceso que suele requerir varios años de análisis. “La muestra que hoy presentamos forma parte del conjunto de avances que conducirán a la nueva edición del Diccionario”, señaló Zamora durante la presentación en la sede académica.
La versión electrónica 23.8.1 ya está disponible en la página web de la RAE y en su aplicación móvil, donde estas incorporaciones conviven con otras enmiendas ortográficas o de redacción que buscan clarificar definiciones, simplificar estructuras gramaticales o actualizar referencias culturales. Con esta entrega parcial, la Academia mantiene el calendario hacia la próxima edición impresa, que será la primera en aparecer desde la 23ª edición de 2014 y que integrará de manera total las innovaciones registradas durante la última década.