“Voy con la cabeza fría y el corazón caliente”. Cata Coll avisaba en una entrevista con Sport durante la previa de la semifinal de la Eurocopa ante Alemania de sus intenciones. La portera balear tenía mucho acumulado.
El recuerdo de aquel partido en los Juegos Olímpicos frente al equipo germano, que privó a España de ganar la medalla de bronce en sus primeras cita olímpica. Y el mal trago del inicio de la Eurocopa, perdiéndose los primeros partidos tras sufrir una amigdalitis. Incluso pasó por el hospital en Berna después de empeorar en la primera semana de competición en Suiza.
Ella misma supo echarse a un lado en ese momento. “En el partido anterior, Cata me dijo: ‘Montse, estoy al 70%, pon a otra jugadora’. Y esto le honra”, contó Montse Tomé en RTVE tras el segundo partido de España ante Italia. La portera también aplaudió el buen nivel de su compañera, Adriana Nanclares, en varias entrevistas durante esta Eurocopa que se ha disputado en el mes de julio en Suiza.
Su personalidad sincera y única le volvía a poner en el foco de la admiración por el resto. Del mismo modo que se agradeció su autocrítica en los Juegos Olímpicos al cometer un penalti y no pararlo en el partido ante Alemania. A pesar de que fueron solo algunos de los errores de España en ese duelo y su fallo fue como el de otras compañeras.
También entonó el mes culpa en el partido ante Brasil en las semifinales olímpicas después de haber sido salvadora en el duelo previo a ese cruce. “Nunca me había visto en una situación de sentirme tan señalada, de que había fallado yo y era un error mío. Lo mínimo que podía decirle a mis compañeras es que perdón, que no había estado a la altura del partido. Es verdad que es un error individual y que si le pasa a una delantera, no pasa nada”, confesó con sinceridad en TV3 tras el torneo.
La portera española fue de menos a más para volver a llegar a punto a un gran torneo: la Eurocopa. Sin embargo, la guardameta balear sufrió otro varapalo: una amigdalitis que le afectó hasta dejarle sin jugar durante los primeros partidos. “Estuve muy mal. Fueron días muy jodidos”, admitió en una entrevista con RNE.
La internacional española, que ha trabajado con su psicólogo durante los últimos años para ser aún más fuerte a nivel mental ante estos contratiempos, se mantuvo firme. Y, como siempre, supo levantarse de la mejor manera.
Cata recuperó la titularidad en cuartos. Porque Montse Tomé siguió confiando en ella más que nunca. Y, en las semifinales, se volvió a ponerse la capa de salvadora para ser clave en el pase a la final de la Eurocopa. En el tiempo de descuento, la balear apareció con una parada increíble para evitar el 1-0 de Alemania que hubiese impedido la prórroga.
La balear bloqueó primero un disparo envenenado de Bühl ajustado al palo y, justo después, sacó otro balón abajo tras un tiro de Wamser. Era el minuto 94 de partido y quedaban apenas unos minutos más de añadido para que se pitara el final para resolver en la prórroga. Sus paradas lo cambiaron todo e hicieron posible que España, con Aitana Bonmatí como goleadora en el minuto 113 se meta en su primera final de la Eurocopa.
En medio de su hazaña, llamó la atención un gesto al soplarse los guantes. “Cosas mías con mi psicólogo”, desveló en RTVE tras el pitido final, estallando en júbilo junto a sus compañeras.
Un logro en el que Cata Coll también ha asumido protagonismo fuera del campo. Alma de la fiesta y del vestuario, siendo una jugadora querida por todas, la guardameta dejó varias de las anécdotas de la noche durante el festejo de las españolas en Zúrich.
“Te puedes imaginar. Tenemos un grupo muy fiestero y hoy lo vamos a disfrutar de verdad, obviamente pensando en lo que viene”, avanzó Cata en RTVE. Y los vídeos de la celebración no defraudaron, recargando pilas para ir a por todas en la final ante Inglaterra (domingo, 18:00, TVE)