El año del Fútbol Club Barcelona no se puede considerar un éxito por culpa de un partido. Una derrota que marca una temporada completa, la de la final de Champions League en la que un solitario gol del Arsenal las dejó sin su tercer título seguido. Tras arrasar en Liga F, Copa de la Reina y en el resto de las competiciones nacionales, donde pese al crecimiento del Real Madrid siguen varios escalones por encima del resto, la realidad es que todo se mide por lo que pase en Europa. Tras varias campañas siendo las mejores, este pinchazo, sumado a ciertas dudas que les han impedido arrasar como venían haciendo, les han obligado a hacer cambios.
Porque sí, necesitan moverse y terminar de perfilar una plantilla que es casi perfecta. Aunque quizá lo que más se tambalee sea la figura de su técnico, un Pere Romeu que no ha sido capaz de cumplir las expectativas que había sobre él para suplir el hueco que dejó Jonatan Giráldez. Y ese es precisamente otro problema, que el muy laureado ex-técnico culé va a ser el nuevo entrenador de todo un transatlántico como el Olympique de Lyon. Por eso mismo tienen que hacer ajustes.
Un premio doble
Tener contentas a las estrellas de un proyecto como este es clave para su continuidad, y las del Barça son, entre muchas otras, las ganadores de los cuatro últimos balones de oro, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí. Son las dos mejores del mundo y unos pilares fundamentales sobre los que cimentar la venganza. Por eso mismo es vital tenerlas contentas, y el para conseguirlo las despachos culés se han movido muy rápido.
Además lo han hecho cumpliendo con uno de los grandes objetivos que tenían este verano, el de tapar un agujero importante en la defensa, pues la zona izquierda no terminaba de ser todo lo perfecta que necesita un equipo de este calibre. Y hay una futbolista que es canterana, internacional española y muy amiga del núcleo duro de la plantilla, que forman entre otras, Putellas, Bonmatí u otros nombres clave como el de Ona Batlle.
Estamos hablando de Laia Alexandri, la central/lateral que tras un periplo muy exitoso en el Manchester City quería volver a casa y la oportunidad era perfecta para ‘matar dos pájaros de un tiro, cerrando un fichaje estratégico y a la vez apuntalando la plantilla con un perfil que tapa una gran necesidad y a la vez les sirve para darle un golpe de moral y motivaciones a sus estrellas. Y para mucho tiempo, pues la han firmado hasta 2029.
No se va a quedar ahí
El fichaje de Aleixandri es clave, pero a la vez solo significa el principio de lo que viene este verano en la sección. Perder un título como la Champions y tener tan cerca al Real Madrid, que les robó un Clásico por primera vez en la historia y además, va a empezar un nuevo proyecto joven y ambicioso, va a obligarles a moverse. Están sonando muchos nombres, aunque hasta ahora solo se han confirmado las llegadas de Dragoni y Corrales que vuelven tras sus exitosas cesiones. No obstante, el mercado no abre de forma oficial hasta el 1 de julio y desde ese día hasta finales de agosto, hay tiempo de perfilar una plantilla que sea la envidia de Europa.