Trinidad Márquez, bética desde que nació, va a vivir este miércoles por la noche uno de los momentos más importantes de su equipo, también de su vida, porque como miles de aficionados hoy el fútbol y la pasión van a convertirse en uno. Trini lo hará a miles de kilómetros su Sevilla natal, algunos menos de Breslavia donde se celebra el encuentro, porque desde hace siete años vive en Hamburgo (Alemania) donde trabaja como profesora. El amor por sus colores le ha hecho generar una pequeña comunidad bética que sin duda hoy estará animando ante el Chelsea en la primera final europea para el equipo verdiblanco en 108 años de historia. “Esta final es un sueño, nunca hemos vivido algo así, esto es increíble“, asegura.
“Después de tantos años habiendo sufrido tantísimo, esta es una buena recompensa“, mantiene de una afición que le viene “desde la cuna, yo soy bética de nacimiento. Vengo de una familia de padres y abuelos béticos, no tenía opción, pero de haber podido elegir, habría elegido también el Betis“, nos cuenta Trini.
Exportar sus incondicionales
Desde que hizo las maletas para establecerse en Hamburgo, Trini supo que sus incondicionales irían con ella. El Betis, por supuesto, era uno de ellos. “Yo trabajo en un colegio en Alemania y aquí los niños ya se saben el párrafos del himno, lo cantamos, y saben todos que se juega una final muy importante“, nos cuenta “aquí ya he conquistado un poquito de territorio alemán”, explica Trini. De hecho, cada vez que viaja a Sevilla vuelve con pequeños tesoros que cambiaría por ver al Betis campeón “lo daría todo, mi melva, mi bonito, mi manzanilla, mi palo cortado, todo con tal de ganar”, asegura.
La wikipedia alemana
De cara al partido, lo verá rodeada de su marido alemán (aunque ya bético también), sus suegros y amigos. Un día histórico en el que las prioridades están claras, “no haré ni descanso de comida en el trabajo para poder salir un poco antes, según llegue lo primero será ponerle la camiseta a mi hijo Max, yo llevaré la mía ya puesta por el camino, la de Gordillo“, relata.
“Aquí hay una cosa que me da muchísima rabia y es que en la wikipedia pones Betis y te sale Betis Sevilla, igual que si escribes Espanyol te pone Espanyol Barcelona, por lo que aquí se conoce al Betis como Betis Sevilla. Yo me pongo mala cada vez que escucho eso, entonces aquí ya todos mis conocidos y amigos ya saben que es Real Betis Balompié. Creo que voy a escribir a Wikipedia y lo voy a cambiar yo” asegura entre risas.
Aunque nos confiesa que es “un poco brujilla” prediciendo los resultados verdiblancos, los nervios no le dejan ver muy claro lo que va a pasar frente a los ingleses, espera que no le ocurra como cuando viajó a ver un partido de la Europa League a Leverkusen “embarazada me con mi marido a verles y nos metieron cuatro“. Eso sí, en lo que no duda es con quien compartirá su felicidad si los de Pellegrini levantan hoy la copa “si gana el Betis a los primeros que llamaré serán a mis padres y mi abuelo”.
La hermandad Bética
Tras haber viajado mucho, Trini sabe que lo que se siente por el equipo de sus amores trasciende fronteras. “El Betis tiene una hermandad muy bonita con los aficionados, esto va más allá del fútbol“. “Cuando he ido fuera de España y he visto una pintadita de `Mucho Betis´, o en el aeropuerto me he encontrado con alguien con una camiseta del equipo, te pones a hablar, entablas ya conversación. No sé si eso pasa entre aficionados de otros equipos”. “Recuerdo gastarme todo el efectivo que llevaba en una tómbola en Sicilia estando de viaje de novios porque vi un balón del Betis”, rememora con cariño.
Todo por un equipo al que esta noche estarán animando miles de béticos a lo largo y ancho del planeta fútbol.