Han pasado más de cuarenta años desde que una simple conversación en un vuelo entre París y Londres dio origen al objeto de deseo más icónico del universo de la moda. Jane Birkin, actriz y cantante británica de espíritu libre, viajaba con Jean-Louis Dumas, presidente ejecutivo de Hermès. Durante ese trayecto, Birkin se quejaba de lo difícil que era encontrar un bolso bonito y práctico para llevar todo lo que necesitaba como madre joven. Él, intrigado y con visión empresarial, le ofreció crear uno especialmente para ella. Jane garabateó su idea en una bolsa para el mareo del avión. De aquel dibujo improvisado nació, en 1984, el primer prototipo de lo que hoy conocemos como el bolso Birkin.
Pero aquel primer Birkin no fue uno cualquiera. Fue confeccionado en cuero negro, con una correa fija, herrajes de latón, y tenía grabadas las iniciales “J.B.”. No era lujoso en el sentido tradicional: Jane lo usaba a diario, lo llenaba de calcomanías de ONG como Médicos del Mundo y UNICEF, y le colgaba un cortauñas dentro. Este bolso no era una joya de museo, sino una prolongación de su carácter: funcional, auténtico, sin pretensiones.
Ahora, este prototipo único será subastado en Sotheby’s París el 10 de julio, como parte de la colección Fashion Icons. La pieza ha permanecido desde el año 2000 en manos de la coleccionista Catherine Benier, quien lo adquirió después de que Jane lo donara a una subasta benéfica en 1994 a favor de la lucha contra el sida. En estos años, ha formado parte de exposiciones en museos tan prestigiosos como el Victoria & Albert de Londres y el MoMA de Nueva York. Pero por primera vez, será ofrecido al mejor postor, en un gesto que trasciende el mercado de lujo: se trata de una reliquia cultural.
Un bolso para la eternidad
Lo que hace extraordinaria esta subasta no es solo el bolso en sí, sino lo que representa. Es un símbolo de cómo nace un icono: no desde una oficina de marketing, sino desde una necesidad real y una musa con voz propia. Jane Birkin no era una clienta cualquiera, era una mujer cuya estética despreocupada transformó las nociones de elegancia. Su manera de vestir el Birkin -desgastado, lleno de vida y sin miedo a la imperfección- cambió el aura del lujo. Convirtió un accesorio en una historia.
Aunque no se ha revelado el precio estimado de salida, se espera que alcance cifras millonarias. Para tener una referencia, algunos Birkins especiales, como el Himalaya con herrajes de diamantes, han superado los 500.000 dólares en subastas anteriores. Pero este prototipo tiene algo que ningún otro Birkin posee: fue el primero. Y fue suyo. Con su historia personal marcada en cada arañazo del cuero.
Jane Birkin, que falleció en 2023, solía decir que lo llevaba todo en su bolso porque era parte de su día a día. Ese día a día está contenido ahora en esta pieza de museo. La patina no es solo desgaste: es historia acumulada.
El Birkin original no es solo un bolso, es el testimonio físico de una mujer libre, una conversación espontánea y el inicio de un mito que sigue marcando tendencia cuatro décadas después.
El 10 de julio también se subastará un pedazo irrepetible de historia cultural y emocional. Y quien lo adquiera no solo comprará una pieza de Hermès, sino la esencia misma de Jane Birkin.