Felipe VI ha entregado este martes los nuevos despachos de la carrera diplomática de la promoción 76. De los recién 28 nombrados diplomáticos, 17 son mujeres y 11, hombres. Este año ha sido una mujer, María Losada, la número 1.
El Rey, que ha pronunciado el último discurso, ha bromeado: “Ahora os toca aguantarme a mí”.
“El nuevo orden mundial, basado en normas, parece estar en tránsito hacia nuevas realidades geopolíticas“, ha remarcado el Monarca. “En esta ‘ mar confusa’ las balizas y los faros son más necesarios que nunca”, ha considerado. “Las hallaréis en nuestra Constitución y nuestro Ordenamiento Jurídico, en las instituciones en que se funda nuestra convivencia democrática”. Estas referencias, les ha recordado Don Felipe, “Las hallaréis también en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Carta de las Naciones Unidas y en los tratados y convenios suscritos por España; así como en el Tratado de la UE”. Un espacio que el Monarca ha definido como “espacio de libertades y de cohesión social, que los europeos hemos construido y es el más sofisticado fruto de la concordia en el ámbito internacional”.
Durante su discurso, el Rey se ha referido al lema de la Carrera Diplomática: “Somos embajadores de la patria, de tal forma que la patria os habla a través de nosotros”. Antes de referirse a él, se ha girado para señalar el repostero que reina detrás de la tribuna. “Es la frase que, a partir de hoy, va a marcar de manera indeleble vuestra vida profesional, vuestro compromiso con la Nación, con el Estado”.
Felipe VI les ha recordado que, al haber elegido una vida de servicio a la nación en el ámbito de la política exterior, de su labor “dependerá nuestra imagen y nuestra palabra, nuestra presencia en el mundo, y el vínculo con España de tantos españoles en el exterior”. En una definición, que el Rey podría aplicarla a el mismo como primer diplomático del país, ha destacado: “Vuestra tarea no termina con el final de la jornada, del mismo modo que el prestigio de nuestro país no sabe de horarios o de jornadas de trabajo. Diplomáticos es lo que sois, no la profesión que ejercéis”.
Tras su discurso, el Rey ha levantado la sesión: “Pues ya se acabó”, ha bromeado. “Lo podemos celebrar un poquito”.
El acto ha contado con la primera intervención del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien dentro de ella ha afirmado que se trata de la nueva promoción de la paridad, en relación a la alta representación femenina -aunque en este caso estaría descompensada la balanza-. En un marcado discurso feminista, el ministro ha hecho hincapié en que bajo su mandato dos mujeres ocupan las embajadas de dos países importantes: China y Estados Unidos. “Es mucho lo que hemos recorrido y al hacerlo cumplimos los valores de nuestra constitución, que son los de nuestra democracia”, ha aseverado. “Esta promoción es un claro ejemplo de diversidad”, y ha destacado de nuestro país que es el que más páginas de la humanidad ha escrito y más presencia en tiene en el mundo internacional”.
Albares no se ha referido a China y a EE UU simplemente para promocionar el papel de la mujer en el exterior, sino que estos dos países también han hecho pinza con la política exterior basada en el multiculturalismo que mantiene España, contextualizada en el viaje del presidente Sánchez a China, principal competidor de Estados Unidos.
“Es una enorme responsabilidad trabajar por España”, ha aseverado: “defender la democracia y la paz y extenderla”, ha concluido. “Vale la pena trabajar y es más necesario que nunca en el mundo”.
La número 1 de la promoción ha tenido unas palabras en aras de la consensos, la democracia, y la paz. Un mensaje que el Jefe del Estado ha agradecido por su “serenidad”.