Cristina Ibarrola, la presidenta de Unión del Pueblo Navarro, no se anda con rodeos. Acusa directamente a la presidenta María Chivite de encubrir el escándalo que salpica a Santos Cerdán. “No me creo que no supiera nada. No se lo cree nadie. Si fuera desconocimiento, sería tan grave como la corrupción. Pero no lo es: es encubrimiento”, denuncia, en una entrevista con Artículo14. Y asegura: “Si cae Sánchez, Chivite se tambalea”.
Ibarrola considera que el Gobierno foral está al borde del colapso y señala a sus socios por sostener una “falsa estabilidad basada en el silencio y el reparto de poder”. “Navarra no puede seguir gobernada por quien ha perdido la credibilidad. Los navarros merecen un gobierno honesto que les devuelva la dignidad”, proclama, y para ello pide que se convoquen elecciones.
Pregunta: María Chivite rechaza dimitir porque, asegura, desconocía los vínculos de su mano derecha con la empresa de Santos Cerdán. ¿Le cree?
Respuesta: No. No me lo creo. No se lo cree nadie. ¿Cómo puede una presidenta no saber lo que hace su mentor, su valedor, su compañero y amigo? Estamos hablando de una empresa propiedad del 45% de Santos Cerdán, que ha recibido adjudicaciones de obra pública que, según el informe de la UCO, están bajo sospecha. Es inverosímil que en el entorno de la señora Chivite nadie supiera nada. Si eso fuera cierto, la incompetencia sería tan preocupante como la corrupción. Pero me temo que no es desconocimiento: es encubrimiento.
P: ¿Podría colapsar el Gobierno navarro?
R: Podría colapsar. Este Gobierno se sostiene en una falsa estabilidad: una especie de pacto del silencio para repartirse el poder. Pero cuando el escándalo es tan grande, hasta los socios más cómodos se sienten incómodos. Geroa Bai y Contigo-Zurekin están atrapados: o miran para otro lado y son cómplices, o se separan de Chivite y el Gobierno se rompe. Quizás el que menos incómodo puede sentirse es Bildu porque es el que mayor rédito ha sacado y sigue sacando con las presidencias tanto de Sánchez a nivel nacional como de Chivite a nivel autonómico.
Navarra no se merece este espectáculo. Se merece un gobierno limpio, transparente y centrado en solucionar los problemas reales de los ciudadanos, no en tapar los suyos. Un Gobierno que sea el reflejo de la inmensa mayoría de sus ciudadanos, honesto y que dé respuesta a sus necesidades.
P: ¿Si Sánchez tira la toalla, lo hará Chivite o al revés?
R: Son dos caras de la misma moneda. Sánchez depende de los nacionalistas y de los independentistas para seguir en La Moncloa y Chivite depende de los mismos para seguir en Navarra. Ambos han antepuesto su sillón al interés general, y ahora están atrapados por sus propias cesiones, mentiras y sobre todo por quienes los colocaron donde están, principalmente Santos Cerdán. Si cae uno, el otro se tambalea.
Lo estamos viendo: cada vez que Sánchez intenta desmarcarse, Chivite recibe el golpe, y viceversa. No hay más que ver el cambio de Chivite en su rueda de prensa entre lágrimas deseándole a Cerdán que pudiese probar su inocencia y la última dejándolo en la estacada mostrando indignación por sentirse traicionada. Un jefe responde por lo que hace y por lo que hace su equipo. No se pueden eludir responsabilidad. Son los máximos responsables y como tal son los primeros quería deberían haber dimitido.
Pero lo importante no es quién tira la toalla primero, sino que se asuman responsabilidades políticas ya. Navarra no puede seguir gobernada por quien ha perdido la credibilidad y quien está arrebatando su dignidad. Los navarros siempre nos hemos caracterizado por ser honestos, trabajadores y confiables. Ni Sánchez ni Chivite deberían seguir como presidentes ni un minuto más.
P: UPN fue la primera en denunciar las presuntas irregularidades. ¿Qué decisiones van a tomar a partir de ahora ante la crisis política que se vive en Navarra?
R: UPN actuó desde el primer momento con responsabilidad. Fuimos los primeros en alzar la voz, pedir explicaciones y exigir transparencia. Mientras otros callaban o esperaban instrucciones desde Madrid, nosotros ya advertíamos de que aquí había algo muy grave.
Por eso, ante la gravedad de los hechos, la ocultación y la prohibición para dar explicaciones a los técnicos interpusimos la denuncia ante la guardia civil. A partir de ahora vamos a seguir liderando la alternativa que Navarra necesita. Hemos vuelto a pedir una comisión de investigación en el Parlamento que han postergado a septiembre para ganar tiempo, algo inaudito, vamos a ir hasta el final para que se conozca toda la verdad, y exigimos que todos los contratos con Servinabar como adjudicatario del Gobierno de Navarra y sus sociedades públicas se pongan a disposición de la UCO, a quien no puedo dejar de agradecer su enorme trabajo.
P: ¿Ven más cerca las elecciones en Navarra?
R: Esta crisis no se resuelve con dos dimisiones, la de Cerdán y la de Alzórriz. Esta última una desfachatez, dimitiendo de los cargos internos del PSN y no como parlamentario. Es increíble que dimita como vicesecretario del partido y portavoz en el Parlamento por la pérdida de confianza de la presidenta y no lo haga como representante público por la pérdida de confianza de la ciudadanía, que es total. Esto se resuelve con una dimisión de la máxima responsable, María Chivite, y dando la voz a la ciudadanía, que me temo que va a gritar “que se vayan” a través de su voto en las urnas. Y nosotros desde UPN nos vamos a dejar la piel para devolver a Navarra la dignidad que este gobierno con Chivite de presidenta ha y sigue arrebatando. Los navarros y navarras nos merecemos mucho más.