Fue uno de esos días de vértigo, en el que todo se analiza. Al detalle. La corrupción azotó con toda crudeza al PSOE el pasado jueves obligando a Pedro Sánchez a romper su silencio. ¿Está la legislatura en riesgo? ¿Debe el presidente tirar la toalla y convocar elecciones anticipadas? Los analistas Pablo Simón, Lluís Orriols, Estefanía Molina y Elisabeth Duval, analizan las posibilidades que le quedan al presidente.
El politólogo Pablo Simón alerta del alcance estructural del caso: “Evidentemente este escándalo ligado al tema de la UCO es un salto cualitativo porque lo que demuestra es que había una trama organizada en el corazón del Partido Socialista que afectaba a su secretario de Organización”.
El informe apunta también a una deriva empresarial: “Lo hacía además con licitación de obra pública, cobrando mordidas. Por lo tanto, hay una corrupción también de carácter administrativo y empresarial que no ha aflorado o que está empezando a aflorar ahora y de la que hablaremos seguro en el futuro”, añade el conocido analista político.
Simón también subraya que las actividades investigadas “son incluso anteriores a que el propio Pedro Sánchez llegara a la Moncloa”. A su juicio, este episodio “coloca en el espejo al presidente del Gobierno, después de que pasen dos secretarios de Organización a dimitir por escándalos ligados a la corrupción”.
Situación “muy débil” en el partido
En ese sentido, Simón incide en que el “partido se queda en una situación muy débil porque en estos audios se ha hablado incluso de las primarias”. Y lanza un dilema: “Si usted no lo sabía, fue negligente y por lo tanto tiene que dimitir. Y si lo sabía, evidentemente está pringado y tiene que dimitir”. El politólogo recuerda que el PSOE “siempre ha exigido, sobre todo en la época de Rajoy y Bárcenas, responsabilidades políticas en casos similares”.
A este respecto, el politólogo Lluís Orriols apunta “que puede generar una desafección generalizada, una porción del electorado que vea que esto es sistémico del sistema de partidos y no de un partido en concreto”.
Elizabeth Duval, escritora y filósofa, también recuerda que “el PSOE llegó al Gobierno tras una moción de censura motivada por la corrupción del PP”. Ahora, con un audio implicando a Ábalos y Cerdán, sostiene que el partido “no se puede permitir ni silencio, ni lentitud, ni ceguera”.
Duval también se desmarca del discurso oficialista: “El atrincheramiento, defender lo que hay y la alerta antifascista me agota desde siempre, porque se ha demostrado que la defensa de lo que hay nunca es una causa suficiente en política y acaba generando desafección”.
Simón también pone el foco en el contexto político: “En el momento de Rajoy había una mayoría parlamentaria. Sin embargo, en el contexto en el que estamos ahora hay una fragilidad parlamentaria porque el Gobierno tiene muchos socios y hay una suerte de empate de debilidades”.
Dicho esto, no cree que esos aliados vayan a dejar caer a Sánchez: “Ni Feijóo puede hacer una moción de censura exitosa, ni los socios tienen demasiado interés en que caiga el Gobierno porque saben que si el PSOE está débil pueden pedirle un precio más alto o incluso que, si hubiese nuevas elecciones, lo probable es la alternancia. Por eso prefieren mantenerlo”.
Una situación que limita el margen de maniobra del Ejecutivo: “La agenda de gobierno está totalmente rota, van a seguir aflorando temas y esto lo tienen muy difícil para continuar la legislatura sin asumir un desgaste continuado”, en palabras de Simón.
Por su parte, Orriols no descarta rebeliones internas, advierte: “Es muy común que los gobernantes caigan por rebeliones internas, en el PSOE lo veo más complicado, aunque no imposible. El PSOE actual está mucho más centralizado, ya no hay baronías tan articuladas como en el pasado con más poder regional”.
La incógnita clave, según Orriols, está ahora en los grupos parlamentarios: “El PSOE tiene una mayoría muy exigua, y si partidos como Compromís o Podemos consideren que no pueden apoyar a un partido con un escándalo tan grave de corrupción en sus manos, puede hacer que el Gobierno difícilmente pueda mantenerse en el poder”.
La periodista y politóloga Estefanía Molina considera que “se rompieron cosas”. No solo cae una figura clave del partido, sino parte del blindaje narrativo del Ejecutivo. “El Gobierno se ha quedado sin muchos relatos con que se protegía frente a la opinión pública”.
Respecto a gestión de la crisis, Orriols concluye que ha sido insuficiente: “Sánchez ha reaccionado con un movimiento mínimo, claramente no a la altura de la crisis que estamos viendo. Es el primer capítulo. Habrá más movimientos, porque tanto la opinión pública como sus socios parlamentarios no van a aceptar que esto quede así. Van a pedir más explicaciones y más acciones”.
Hay un factor que, paradójicamente, sigue jugando a favor del PSOE: “En los microdatos del CIS se observa que dos tercios de la ciudadanía considera que la situación económica es buena o muy buena. Y esto, pese a la inoperancia del gobierno y la mayoría exigua, amortigua el desgaste”.
A su juicio, no se trata solo de polarización: “La situación económica favorable y que la alternativa es Vox, eso hace en las encuestas del CIS que la tasa de lealtad entre los votantes del PSOE se mantenga alta. No hay un deterioro evidente”.