Los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez se declaran hartos de los escándalos que rodean al Gobierno y, en especial, al presidente. A día de hoy, no existe negociación real para aprobar los Presupuestos Generales del Estado ni de este año, ni del próximo. Parálisis total. Pero, pese a ello, esos mismos socios rechazan la tentación de apoyar una moción de censura encabezada por Alberto Núñez Feijóo.
En las últimas horas, las críticas hacia Sánchez han arreciado prácticamente desde todos los partidos en teoría amigos del PSOE. Desde Sumar a ERC pasando por el PNV. Todos exigen más al jefe del Gobierno después de su comparecencia del jueves, en la que dijo que nunca debió de confiar en Santos Cerdán amén de anunciar una auditoría interna en el PSOE y cambios en el equipo de Ferraz.
Tras esta rueda de prensa de Sánchez, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, compareció ante los medios para exigir “un nuevo marco de relaciones en el seno del Gobierno”, basado en el respeto mutuo y el avance compartido. Advirtió que “no podemos continuar así” y reivindicó el papel de Sumar como garante de la “limpieza, la regeneración y el respeto a la ciudadanía”.
Un diagnóstico que mantenían este viernes. “No basta con el perdón, a las palabras deben seguirles hechos”, aseveró Díaz, para calificar de “incomprensible que la gente siga robando en las instituciones de nuestro país”.
El portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, admitió que existe una “pérdida de confianza” entre los socios de coalición tras el caso de Santos Cerdán. Y exigió al PSOE la aprobación de leyes anticorrupción y el desbloqueo de medidas de carácter social. “Algo se ha roto”, enfatizan fuentes del partido.
Pero, pese a todo, desde Sumar dejaron claro que no saldrán del Gobierno. Y, en consecuencia, que no apoyarán una moción de censura planteada por Feijóo. La solución a esta crisis, dijo Urtasum, no debe ser entregar el Gobierno al PP, “el partido de la Gürtel”, ni a la extrema derecha, en relación a Vox.
ERC y BNG se mueven
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) registraron este viernes una solicitud formal para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera ante el Pleno del Congreso con el fin de rendir cuentas sobre las supuestas mordidas vinculadas a Santos Cerdán y a contratos del Ministerio de Transportes.
La iniciativa insta al jefe del Ejecutivo a ofrecer explicaciones “sobre las informaciones aparecidas en medios de comunicación relativas a presuntos casos de corrupción que implicarían al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible”.
En un comunicado, el BNG consideró “absolutamente insuficientes” las explicaciones dadas por Pedro Sánchez. Reclamaron un pronunciamiento claro, no solo como secretario general del PSOE, sino como presidente del Gobierno, ya que el asunto afectaba a la administración del Estado. Exigieron una auditoría externa de todos los contratos adjudicados por el Ministerio de Transportes y la puesta en marcha de un plan eficaz contra la corrupción en la Administración Pública.
Desde el BNG manifestaron que seguirían defendiendo “la limpieza institucional y el uso honesto de los recursos públicos, sin concesiones ni ambigüedades”.
PNV: “Que vaya más allá”
Por su parte, desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Aitor Esteban mostró su sorpresa por el hecho de que el PSOE diera por válido el informe de la UCO, llegando casi a convertirlo “en sentencia”.
Esteban pidió al PSOE que “vaya más allá” en sus explicaciones. Para los nacionalistas vascos, la comparecencia de Sánchez era “obligada y debía hacerlo”, al igual que la dimisión de Santos Cerdán.
Junts evalúa
Por el lado de Junts, pidieron al jefe del Ejecutivo una “reunión urgente” con el fin de evaluar la “viabilidad” de su propósito de agotar la legislatura, en un claro gesto de preocupación tras la dimisión de Santos Cerdán, figura clave del PSOE en las negociaciones con el independentismo catalán. Este mismo sábado, reúnen a su dirección.
“Este golpe de estado judicial no es impedimento para que exista una aplicación política de la Ley de Amnistía. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, sigue negándose a reunirse, por ejemplo, con el presidente Puigdemont. Ha tenido muchas oportunidades para hacerlo, pero hasta ahora no ha querido. Quizás sea tarde cuando quiera hacerlo”, dijo en una rueda de prensa el secretario general de Junts, Jordi Turull, quien reclamó a Sánchez que se reúna con el fugado Carles Puigdemont para ejercer la “amnistía política”, cuando se cumple un año de la aprobación de la Ley de Amnistía.