Nacionalismo

El PNV y su relación imposible con Feijóo

Los nacionalistas vacos enarbolan una lista de agravios que hace “inviable” que den sus votos al PP para echar de Moncloa a Pedro Sánchez

La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz durante la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018
Kiloycuarto

Toca volver a hablar de la posibilidad de una moción de censura. Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, en una declaración institucional desde de Génova 13 apela a los numerosos presuntos casos de corrupción que rodean al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como argumento suficiente para que los partidos políticos que dan soporte parlamentario al Gobierno de coalición se sumen a esta iniciativa. Además, hacía un emplazamiento a la movilización en las calles para el próximo ocho de junio y llama a los socios de Sánchez a elegir entre Mafia o Democracia.

Tiene en su mano la capacidad de plantear la moción de censura, pero los números no alcanzan la mayoría suficiente para ganarla. Partido Popular y quien apoyaría dicha propuesta, Vox, suman 170 escaños, a falta de 6 para desalojar a Sánchez de la Moncloa. Así pues, se han interpretado las palabras de Feijóo como un órdago a mayor tanto a Junts per Catalunya como al Partido Nacionalista Vasco para que den un paso al frente. Sin nombrarlos expresamente pide sus votos. Deja caer la disposición del PP para entenderse con ellos en esta cuestión o de lo contrario les convierte en cómplices de la degradación del Gobierno.

En las filas del los nacionalistas vascos no se ha entendido el envite de Feijóo. Esta petición ha chirriado especialmente en una semana complicada en las relaciones de los jeltzales con los populares. El primer escenario alambicado se ha vivido en Europa en el primer intento de votación del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea para apoyar la iniciativa del Gobierno de España en pro de la oficialidad del euskera, que finalmente no se realizó. El PNV ha acusado explícitamente al PP de maniobrar en contra.

La portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Maribel Vaquero, afirmaba que el PP tendrá que explicar por qué ha puesto su maquinaria en marcha para que el euskera no sea oficial en Europa. Del mismo modo, Aitor Esteban, presidente del PNV, expresaba en la red social X que no pierden la esperanza de que el euskera tenga su lugar y que se conseguirá haciendo frente a las sucias maniobras del PP. Cerraba el post con esta frase Sasi guztien gainetik eta hodei guztien azpitik (por encima de todas las zarzas y por debajo de todas las nubes) atribuido en la mitología vasca a la oración que hacían las brujas antes de echar a volar.


Siguiendo en Europa, otro de los motivos de agravio es que los populares están intentando promover un cambio legislativo para evitar que el PNV tenga representación en las instituciones europeas. Según fuentes jeltzales, la Comisión de la Eurocámara animada por los populares europeos ha visitado España recientemente para analizar la trasposición de la norma europea de homogeneización del sistema de elección al Parlamento Europeo, con la voluntad de exigir en la elecciones a la Cámara de Estrasburgo un umbral mínimo de voto exigible en circunscripción única (a pesar de que esto no es obligatorio) que limite el acceso de partidos minoritarios en favor de las fuerzas de ámbito estatal.

En el ámbito doméstico, los jeltzales señalan que esta misma semana en el Senado el PP se ha vuelto a oponer a la restitución de un bien que pertenece al PNV como es el edificio de la avenida Marceau de París. El famosos palacete que fue incautado por los nazis durante la ocupación en la Segunda Guerra Mundial que albergaba la sede del Gobierno Vasco en el exilio y que hasta el momento es el enclave del Instituto Cervantes en la capital francesa.

La lista de afrentas sigue y es larga dicen los nacionalistas. Habría que añadir todos los recursos interpuestos ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular en contra de los acuerdos para el traspaso de competencias contemplados en el Estatuto de Gernika o la concurrencia del PP con la ultraderecha de Vox en gobiernos y votaciones. Todo ello hace pensar que Feijóo no esté buscando realmente que el PNV le acompañe en nada.

El presidente del PNV, Aitor Esteban, y el lendakari, Imanol Pradales, saludan a los militantes del partido.
Europa Press

La secretaria del EBB del PNV, Maitane Ipiñazar, señala la falta de coherencia de los populares para solicitar su apoyo en una llamamiento a una hipotética moción de censura con semejante inventario de ataques contra ellos. A lo que el portavoz del PP, Borja Sémper, carga con el reproche del silencio de los jeltzales frente a los “casos de corrupción” del Gobierno al que dan su apoyo.

Lejos quedan los años de entendimiento entre populares y nacionalistas como ocurriera en tiempos de la presidencia de José María Aznar, quien desde FAES mandaba un aviso al actual presidente del Partido Popular para que mantenga la cabeza fría, pero tensión vital máxima.

Ahora mismo, acuerdos como el que prestó el PP de Guipúzcoa al equipo de Gobierno compuesto por PNV y PSE para la aprobación de los actuales presupuestos en la Juntas Generales parecieran un espejismo en mitad de un abismo desértico de diálogo y entendimiento.

Parece que la moción de censura que propone Feijóo se va a quedar en nada, a no ser que Vox le convenza de que es preferible convocarla para perderla, forzando así una conversación pública sobre la debilidad de Sánchez al frente del Gobierno. Santiago Abascal, presidente de Vox, está por la labor afirmando que este es el momento y que no hay que pedir permiso a los separatistas para presentarla.