Tanto para Alberto Núñez Feijóo. Finalmente, Isabel Díaz Ayuso ha renunciado a enmendar la ponencia de estatutos. Esto es, no dará la batalla por la implantación de unas primarias puras de cara al congreso nacional del PP que se celebrará el primer fin de semana de junio. A cambio, exige “mejoras” sin concretar en las dos ponencias -también en la política- con las que el líder gallego se presenta a su cónclave.
Según has podido saber Artículo14, Ayuso ha delegado en Alfonso Serrano, su hombre de confianza y encargado de organizar el congreso, la negociación con el equipo de Feijóo. De hecho, este mismo miércoles se reunió con Miguel Tellado, hombre de la máxima confianza de Feijóo y que podría ser el próximo secretario general. “Estamos trabajando en mejorar aspectos de la ponencia política y de estatutos”, avanzan fuentes del entorno de la presidenta madrileña. En el caso de la elección de los próximos líderes de la formación, Ayuso quiere concretar el reglamento marco de los futuros congreso del PP.
En todo caso, Ayuso asume la máxima exigida por Feijóo tan solo horas antes públicamente, cuando reclamó a los suyos que el debate sobre las primarias no se convierta era en un problema interno. “Estamos trabajando con la dirección nacional, con discreción, para no generar ruido innecesario”, argumentaron desde el entorno de la presidenta, poco después de confirmar públicamente que no presentarán enmiendas al texto de Feijóo.
En la Puerta del Sol llegaron a calcar el mensaje de Génova para explicar por qué Ayuso ha evitado ir al choque: “La prioridad y el foco debe ser sacar a Sánchez de la Moncloa”.
Más poder a los compromisarios
La ponencia estatutaria de Feijóo, registrada la semana pasada, elimina la doble urna y establece un sistema mayoritario para repartir los compromisarios. El modelo vigente desde 2017 se articulaba en dos vueltas: en la primera votaban los afiliados, y si ningún candidato lograba mayoría suficiente, decidía una segunda ronda con compromisarios. Estos compromisarios podían votar con libertad, incluso en contra del más respaldado por las bases, como ocurrió en 2018.
El nuevo modelo, que desde hoy cuenta con el aval de Ayuso a falta de esas “mejoras” no concretadas, suprime esa doble vuelta y da mucho más poder al aparato. Esto es, a los barones territoriales. A partir del congreso nacional, quien gane en una provincia se lleva todos los compromisarios. Como sucede en unas elecciones generales, dicen en el equipo de Feijóo, aunque diversas voces del partido han avisado de “lagunas” que se han de clarificar.
El plazo para presentar enmiendas expiraba este miércoles a las ocho de la tarde. Y en Génova daban por descontado que, más allá de la decisión de Ayuso, ambas ponencias recibirán correcciones. “Lo que hacemos es negociar sin ruido”, se reafirmaron las fuentes consultadas en la estructura madrileña. Habrá que esperar al congreso para ver qué cambios ha conseguido incluir Ayuso, que siempre defendió que los afiliados pudieran votar a sus líderes