Hasta ahora desconocíamos su versión de los hechos. Lo que motivó a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, a querellarse contra la Fiscalía y propiciar la primera imputación de un fiscal general de nuestra historia. “Me han machacado día tras día”, afirmó en el Tribunal Supremo, censurando la filtración de los correos que su abogado intercambió con el Ministerio Público y su ya famosa nota de prensa en la que se hablaba de su fraude fiscal de 350.000 euros.
Para González Amador, su problema en todo esto ha sido que no le han tratado como le gustaría. “Como un ciudadano cualquiera y no como la pareja de Isabel Díaz Ayuso”. Y apuntó directamente a la Moncloa. El juez dijo en uno de sus autos que la filtración del correo salió de la Fiscalía General con destino Presidencia del Gobierno. Un dato que quiso dejar claro en su testifical: “He descubierto que el señor Juan Lobato tenía ese correo por parte de Moncloa porque se lo envía Pilar Sánchez Acera”.
La tónica de su declaración fue la de sugerir campaña política de desprestigio contra Ayuso, que habría motivado la filtración de sus datos. “Había una intención por destrozar a mi pareja, no lo han conseguido por lo que se ve en las encuestas, pero a mí se me han destrozado públicamente”, aseveró. Y remató: “No hace falta ser Newton para saber que me han dejado vendido por ser pareja de Ayuso”.
Artículo14 ha tenido acceso a la transcripción de la declaración como testigo ante el juez Ángel Hurtado. En ella, se mostró como la víctima de toda la historia: “Me han vilipendiado nacional e internacionalmente. Ha habido más noticias mías que de la guerra de Ucrania. Ha sido un destrozo en el ámbito de mi familia”.
Aseguró que desconocía absolutamente todo sobre fraudes fiscales, acuerdos de conformidad, reconocimiento de delitos, etc. Dijo que a él le realizaron una inspección fiscal en mayo de 2022 y sembró dudas de que en un punto todo se volvió “muy raro”, insinuando que en la Agencia Tributaria sabían que era la pareja de Ayuso y, por eso, le instaron a acudir presencialmente en dos ocasiones.
Creyó que todo acabaría por la vía administrativa, pero meses después le informaron que su liquidación estaba vinculada a un delito por sobrepasar los 120.000 euros. “Era mucha casualidad lo que me estaba ocurriendo”, sentenció. En ese momento, según su relato ante el juez, se puso en manos de su abogado Carlos Neira y le pidió que terminara con el asunto de forma rápida y discreta.
El once de marzo un periodista de eldiario.es acudió a la casa de González Amador y, según su versión, se enteró por él de que existía una denuncia de la Fiscalía. Al día siguiente, este periódico publicó sus problemas con Hacienda e informó a Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Ayuso, porque “estaba inquieto, todos estábamos intuyendo que a mí se está utilizando de ariete para ir contra mi pareja”, aseveró ante el juez.
Por eso, le reenvió unos WhatsApp de su abogado en el que informaba a González Amador que su idea “era que hubiera un condenado y multa mínima”, junto con un correo de la Fiscalía diciendo que no se oponía al pacto de conformidad para tranquilizar a Rodríguez.
El Mundo la noche del doce de marzo publicó una noticia, tras una conversación de la pareja de Ayuso con uno de sus periodistas, dando a entender que la Fiscalía había ofrecido ese acuerdo. Otros medios salieron a desmentirlo y aseguraron que la pareja de Ayuso había reconocido dos delitos fiscales ante el Ministerio Público y la oferta del pacto conformidad había sido justo a la inversa. Lo sabían porque tenían en su poder el correo que había enviado su abogado diciendo que de “común acuerdo” con su cliente querían “alcanzar una conformidad penal reconociendo delitos”. También la fiscalía general emitió una nota de prensa con esta información, motivo de la querella de González Amador.
El testigo aseguró que cuando leyó esas noticias le “entró un cabreo monumental”. Tras la publicación de la noticia de El Mundo, Rodríguez le preguntó si podía mandar a periodistas los mensajes de su abogado en los que se veía que la Fiscalía “no se oponía a la conformidad”. Fue ahí cuando la pareja de Ayuso le dijo al jefe de gabinete: “Haz lo que consideres”.