“El acuerdo en relación a Gibraltar ya es una realidad. Un acuerdo histórico“, realzó este miércoles en su cuenta de X el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras el pacto alcanzado entre el comisario europeo, Maroš Šefčovič, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, en Bruselas. Policía española en los controles Schengen y la eliminación de la verja son los puntos estrella del acuerdo.
Sin embargo, fuentes diplomáticas observan con preocupación lo que, afirman, es la pérdida de una oportunidad histórica: “No hemos utilizado la posición de fuerza histórica que nos ha proporcionado la salida del Brexit para imponer nuestra reivindicación histórica y legítima a través de un proceso largo de cosoberanía compartida”, lamentan. “Se hacen acuerdos comerciales y de aduanas, pero en lo importante para nosotros no se ha avanzado nada”.
La posición demandeur de Reino Unido
“Reino Unido estaba en la posición demandeur”, argumentan. “Estaban en la posición débil, porque si nosotros no firmamos el acuerdo, Gibraltar se hubiera quedado fuera en todos los aspectos económicos, comerciales y fiscales”, consideran. “Teníamos una oportunidad histórica de avanzar nuestros intereses en tema de soberanía”.
Gibraltar, junto con las Islas Malvinas, se distingue de otros casos en que su descolonización no está vinculada a la libre determinación, sino a las negociaciones entre España y Reino Unido. Este factor fue clave en la incorporación del Peñón a las Comunidades Europeas.
Años de espera para alcanzar un acuerdo
En 1965, la Asamblea General de las Naciones Unidas señaló de manera contundente que la cuestión de Gibraltar debe resolverse mediante negociaciones bilaterales entre España y el Reino Unido. Y, en 1968, pidió a Reino Unido, como potencia administradora, que pusiese término a la situación colonial de Gibraltar antes de 1 de octubre de 1969. A partir de ahí, todos los años se ha aprobado la Decisión de consenso, y el impulso de la UE para llegar a un acuerdo.
La negociación en curso tiene como base en el llamado Acuerdo de Nochevieja, cerrado por España y Reino Unido el 31 de diciembre de 2020. Y, tras la cumbre entre la UE y Reino Unido el pasado 19 de mayo en Londres, Sefcovic llamó a las partes a aprovechar el “impulso” dado por los líderes para llegar a un acuerdo tras casi cuatro años de negociación.
“La UE podría haber dictaminado que Gibraltar no se beneficiara ni de Schengen, ni del mercado común, ni de la demanda aduanera. Y eso es lo que no podrían soportar porque perderían todas sus ventajas comerciales y privilegios fiscales“, sostienen fuentes diplomáticas que participaron en el acuerdo sobre el aeropuerto en diciembre de 1987.
“España se ha quedado sin opciones”
“Se hizo un acuerdo del uso conjunto, con una salida hacia el Peñón y otra hacia España. Ahora no se habla nada de eso, es una coyuntura histórica en la que España tenía instrumentos de presión”, lamentan. “España se ha quedado sin opciones”.
Gibraltar, considerado como un paraíso fiscal a efectos del Estado español, no se encuentra en la lista de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales.
El juego online es uno de los pilares de la economía gibraltareña. Se calcula que unas 30 empresas gibraltareñas controlan más del 60% del mercado mundial del juego y generan más de 3000 empleos, así como unos beneficios brutos de 30.000 millones de euros.
“El Gobierno quería llegar a un acuerdo que vendiese y estuviera basado en una presunta prosperidad compartida. Si no hay verja, si no hay control, se beneficiará económicamente el Campo de Gibraltar pero eso es limosna”, consideran. “Van a decir que los alcaldes del PP estarán de acuerdo porque les beneficia, y que lo importante no son las consideraciones”.
La postura del Gobierno
“El principal objetivo del futuro acuerdo es garantizar la prosperidad futura de toda la región”, afirma el comunicado enviado por Exteriores. “Para ello, se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen, el Mercado Único de la UE y la Unión Aduanera”, explica. Lo que, a su juicio, traerá “confianza, seguridad jurídica y bienestar a los habitantes de toda la región, promoviendo una prosperidad compartida y unas relaciones estrechas y constructivas entre las autoridades gibraltareñas y españolas”.
Asegura que en el ámbito de las personas, las partes han acordado “establecer controles fronterizos duales entre Gibraltar y Schengen en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar, que se llevarán a cabo mediante la cooperación entre las autoridades de la UE, Reino Unido y Gibraltar, lo que evitará las largas colas que se forman a diario.
Por parte de la UE, señalan, será España quien realice los controles Schengen completos. Por parte del Reino Unido, los controles gibraltareños completos seguirán llevándose a cabo como hasta ahora. También han acordado disposiciones sobre visados y permisos y una estrecha cooperación entre las autoridades policiales y judiciales.
El acuerdo aboga por una estrecha colaboración
En el ámbito de las mercancías, las partes han acordado que se mantendrá una estrecha colaboración entre las autoridades aduaneras y se eliminarán los controles de mercancías. “También se ha llegado a un acuerdo sobre los principios de imposición indirecta que se aplicarán en Gibraltar, incluyendo el tabaco”.
Compromisos de igualdad en materia de ayudas estatales, fiscalidad, trabajo, medio ambiente, comercio y desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte, son otros de los puntos clave.
Según informan desde Exteriores, los equipos negociadores ultimarán el texto jurídico completo para que se ratifique el futuro acuerdo.