Soraya Rodríguez ha sido una de las voces más críticas con el Gobierno de Sánchez, hasta el punto de abandonar el partido en 2019 por discrepancias con el presidente del Gobierno, principalmente a causa del independentismo. Fue portavoz socialista en el Congreso durante la etapa de Pérez Rubalcaba, y ha sido eurodiputada por Ciudadanos, además de candidata al partido Izquierda Española para las elecciones europeas. Califica la comparecencia de Sánchez tras el informe de la UCO de “impresentable”, y critica las medidas adoptadas: “No necesita auditoría externa, ya se la hace la Guardia Civil”.
¿Una auditoría externa y reestructurar la Ejecutiva Federal va a hacer ganar votos?
Fue una comparecencia claramente insuficiente. En política no se pide perdón, en todo caso se presenta una dimisión. A la vista de las grabaciones de la UCO, la reestructuración se la tiene que hacer el PSOE al Gobierno de Sánchez, no al revés. El caso del amaño en las primarias demuestra que hablaban con la misma naturalidad de robar votos que de robar dinero. Y en relación a la auditoría externa, pues ya la está haciendo la UCO al Gobierno. Su declaración me pareció claramente impresentable, cuando dijo que esto no iba de su persona ni del presidente del Gobierno. Quiso atribuir la corrupción al partido socialista, pero esto es un caso de corrupción del Ejecutivo.
Su comparecencia desde Ferraz no fue casualidad.
Claro que no. Y los contratos no se amañaron en Ferraz, se amañaron en el Gobierno, en el ministerio de Transporte. Las conocidas no se contrataron en Ferraz, se contrataron en empresas públicas, e indudablemente los contratos de las mordidas no se hacen entre entre dos personas ni tres. Y estamos hablando de dos secretarios de organización seguidos.
¿Puede ser que no dimita por temor a causas penales contra él?
Honestamente, no lo sé. Creo desde luego que la asunción de responsabilidades políticas deben ir mucho más allá de pedir un perdón impostado. Él no va a dimitir nunca, conociéndole como le conozco. Sólo lo hará si quienes le sostienen en el Gobierno deciden no hacerlo. Y yo creo que ahí es donde tiene que estar puesto el foco. Lo que no me cabe ninguna duda es que van a destaparse más cosas. Por higiene democrática debería dimitir y convocar elecciones. Eso es evidente, pero no lo hará.
¿Cuál es el tablero de sus socios de Gobierno?
Puigdemont no tiene incentivos para hacer dimitir a un Gobierno al que distorsiona. Cuanto más débil está la persona extorsionada, más fuerte está el que extorsiona. El PNV no tiene papel en esta historia porque depende del partido socialista en el País Vasco, y por tanto le apoyará hasta el final. Dentro de la ecuación, Podemos y Sumar tampoco tienen posibilidades en una convocatoria, porque a lo mejor ni siquiera Yolanda Díaz es candidata. Por eso los partidos tienen que decidir si van a seguir apoyando a un partido que no puede gobernar, porque sin presupuestos no se gobierna. En definitiva, tendrán que decidir si siguen ahí para sostener la corrupción del PSOE.
¿La corrupción de Sánchez coloca a Junts en una posición preocupante?
Junts no ha hecho más que extorsionarnos a todos los españoles. Todo comenzó con la impunidad a cambio de siete votos, un acto de corrupción política insoportable en una democracia. Y todo continúa así, porque no hay negociación, hay extorsión. Pero no se firma absolutamente nada por el bien del país.
Los actos por el 40 aniversario de la adhesión a la UE dejaron una buena foto de la soledad de Sánchez.
Es un gobierno aislado chapoteando en la corrupción que estamos conociendo gracias a las instituciones del Estado, sobre todo gracias a la UCO que tanto se ha intentado debilitar y denostar.
¿Qué imagen damos en Europa?
La de un Gobierno abrasado por la corrupción. Tengo mensajes de ex compañeros eurodiputados de otros países, y me preguntan hasta cuándo va a aguantar un Ejecutivo tan corrupto. Creen que ha empezado la cuenta atrás.
¿Qué necesita el PSOE para lanzar un mensaje ilusionante, sobre todo entre la gente joven?
Lo que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez, de mantenerse en el poder a costa de todo, está generando indignación y vergüenza, sobre todo en la gente joven, que piensa que ser progresista es este Gobierno, es apoyar que el Estado desaparezca poco a poco, dando forma al cupo catalán, o estando dispuestos a ceder parte de la caja común de la seguridad social. Parece que ser socialista es renunciar a defender la idea de España como realidad y unidad territorial. Y la integridad territorial ha formado parte del proyecto político socialista hasta que llegó Sánchez al poder. El socialismo siempre ha estado en contra de la amnistía.
Ha tenido mucha repercusión el ensalce de González a Madina en un acto reciente. ¿Urge una alternativa a Sánchez?
Antes de que Felipe pusiera el foco en Madina diciendo que había sido su candidato, puso todos los focos en Madina Óscar Puente, con un tuit miserable por unas declaraciones que había hecho Eduardo, en las que simplemente decía que le daba vergüenza el espectáculo de Leire Díaz. Dicho esto, Madina fue y es un referente dentro del partido para mucha gente que está callada, que no es sanchista pero que está apartada.
¿Es el momento de que el partido levante la voz?
Sin duda. Se necesita que hable la gente del PSOE, militantes, cargos medios… que han sido apartados porque no se ha permitido la disidencia. Sólo ha sobrevivido Page, porque gana con mayoría absoluta. Pues ha llegado el momento de que levanten la voz, de que acompañen a Guerra, a González, a Madina, a Page…
A usted… ¿Se ve dispuesta a liderar un movimiento dentro del partido?
Un no rotundo.
¿Qué consecuencias traería el silencio?
Es el momento de que quede claro que el socialismo no es esto y que un secretario general que ha exigido al partido ser sanchista antes de ser socialista ha llegado a su fin. Y esto es muy importante. El silencio es ya ensordecedor para la sociedad española. Es más, el silencio compromete.