El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido este viernes en La Moncloa con el president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, líder del PSC. Fuentes socialistas confirman a Artículo14 este encuentro, que no ha sido incluido en las agendas oficiales de Sánchez ni de Illa. Y que coincide con la escalada de la crisis por la corrupción que salpica a Santos Cerdán, exnúmero tres del PSOE.
De hecho, el jefe del Ejecutivo suspendió el jueves su agenda pública, y ya lleva dos días sin dar a conocer ninguna cita oficial. Fuentes de Moncloa han rechazado comentar la “agenda privada” del presidente, sin desmentir que haya tenido lugar esta reunión.
Illa es uno de los principales puntales del jefe del Ejecutivo, y la sintonía entre ambos es total. Fuentes del PSOE recuerdan que el lunes Sánchez reunió a su Ejecutiva durante casi cinco horas. También ha hecho rondas de contacto con las cúpulas de los grupos parlamentarios y con varios dirigentes socialistas, y ahí encuadran esta conversación con el president catalán y exministro de Sanidad de Sánchez.
Esta cita se ha conocido casi en paralelo a que trascendiera el auto del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, a cargo de la instrucción del caso Koldo. Puente ha accedido a la petición de Cerdán y ha pospuesto su declaración voluntaria como testigo, inicialmente prevista para el 25 de junio.
Sin embargo, el magistrado lo ha llamado a declarar como investigado el 30 de junio, y además ha requerido al PSOE que facilite a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el acceso a su sede central, en Madrid, para clonar el correo electrónico corporativo del exsecretario de Organización.
Este acceso se ha producido durante la mañana de este viernes, como han reconocido fuentes de Ferraz. La escalada de la crisis, con la UCO irrumpiendo en la sede del principal partido del Gobierno por mandato judicial, y con Sánchez reuniéndose en secreto con el barón con más poder de la organización, que además ha sonado en varias ocasiones como su potencial sucesor, contribuían a disparar de nuevo el nerviosismo.
El partido vive fuertemente tensionado desde que se conoció el informe de la UCO contra Cerdán, el jueves 12 de junio. En la gestión de este terremoto, Sánchez ha pasado de pedir perdón a lanzarse a la ofensiva, para después borrarse de la vida pública tras una sesión de control, este miércoles, en la que incluso en sus filas lo percibieron “nervioso”, errado.
Fue su número dos en el partido y en el Gobierno, la vicepresidenta María Jesús Montero, quien enmendó las posiciones iniciales el jueves. Reconoció que pedir perdón no basta, y anunció que el Gobierno hará más para recuperar la credibilidad perdida por el estallido de un caso de supuesta corrupción que se ha llevado por delante a Cerdán y a su antecesor en el cargo, el exministro de Transportes José Luis Ábalos.
El informe de la UCO también ha hecho saltar por los aires la moral de los socialistas, y ha forzado a los socios parlamentarios a ir endureciendo, día a día, sus discursos. El PSOE y el Gobierno han vivido los últimos nueve días al borde de un ataque de nervios.