Cada primavera, la Feria del Libro de Madrid se convierte en el epicentro literario del país. Un escaparate donde autores consagrados y promesas emergentes compiten por captar la atención de miles de lectores. Sin embargo, hay títulos que no necesitan demasiado ruido para abrirse paso.
Algunos llegan por sorpresa, impulsados por el boca a boca o por un fenómeno editorial inesperado. Es el caso de La muy catastrófica visita al zoo, de Joël Dicker, que apunta a convertirse en el título revelación de esta edición.
Este libro, que ya ha dado el campanazo en Sant Jordi colocándose en el segundo puesto de ventas tanto en catalán como en castellano, llega ahora a la Feria del Libro de Madrid con una inercia imparable. Ni thrillers, ni romances, ni autoficciones. Esta obra mezcla sátira, suspense y crítica social con un tono tan absurdo como magnético. Y eso es precisamente lo que la convierte en una rareza necesaria.
Joël Dicker, un giro inesperado de timón
Conocido por títulos como La verdad sobre el caso Harry Quebert, el autor suizo Joël Dicker ha sorprendido al público y a la crítica con este cambio de registro radical. Su nueva novela se aleja del género negro y se adentra en un terreno que pocos esperaban: una comedia negra que reflexiona sobre el mundo adulto a través de una catástrofe infantil. El resultado ha sido un éxito rotundo, que promete arrasar también en la Feria del Libro de Madrid.
La muy catastrófica visita al zoo, publicada por Alfaguara, se presenta como una fábula moderna disfrazada de narrativa juvenil. Todo comienza con una excursión escolar que sale mal —muy mal— y que da pie a dos investigaciones paralelas: la de los propios niños, liderados por la intrépida Joséphine, y la de sus padres, que no tardan en proyectar sus miedos y prejuicios sobre lo ocurrido.
En medio del frenesí de la Feria del Libro de Madrid, donde muchas novelas se parecen entre sí, La muy catastrófica visita al zoo va a destacar por su enfoque diferente. Con un estilo ágil y un humor punzante, Dicker utiliza la estructura del thriller solo como envoltorio para hablar de lo que realmente le interesa: la infancia, el sistema educativo y la forma en que los adultos manipulan lo que no comprenden.
El libro no solo funciona como entretenimiento. Invita a la reflexión sin caer en el moralismo. Su fuerza está en la sutileza, en cómo muestra las tensiones familiares, las contradicciones de los padres y la libertad —y lucidez— con la que los niños afrontan una situación límite. Una propuesta arriesgada que ha encontrado su público. Y que apunta a convertirse en la gran protagonista de la Feria del Libro de Madrid.