Una de las grandes novelas contemporáneas del siglo XX, ganadora del Premio Booker, regresa a las librerías con una reedición que no te puedes perder

La nueva edición de 'Posesión', con introducción inédita de A. S. Byatt, permite redescubrir una de las grandes novelas del siglo XX

A. S. Byatt - Cultura
Una fotografía de la novelista A. S. Byatt
Archivo

La editorial Anagrama ha recuperado Posesión, la obra maestra de A. S. Byatt, con una reedición que promete reavivar el interés por una de las novelas más aclamadas de finales del siglo XX. Ganadora del prestigioso Premio Booker en 1990, el libro regresa ahora a las librerías españolas con una novedad editorial de peso. Por primera vez, incluye una introducción escrita por la propia autora, traducida al castellano. Esta incorporación ofrece nuevas claves para entender el alma de la novela y refuerza su condición de hito literario.

La reedición de Posesión no solo es una celebración para los lectores habituales de Byatt. También es una puerta de entrada privilegiada para quienes aún no han descubierto este prodigio narrativo que mezcla erudición, emoción y belleza estilística.

‘Posesión’: el arte de entrelazar tiempos, pasiones y voces

En el corazón de Posesión late una historia que atraviesa el tiempo. La novela se inicia con el hallazgo accidental de unas cartas inconclusas por parte de Roland Michell, joven investigador especializado en el poeta victoriano Randolph Henry Ash. Este descubrimiento saca a la luz una posible relación secreta entre Ash y la también poeta Christabel LaMotte, una figura reivindicada por el feminismo contemporáneo.

A partir de ese momento, Posesión se convierte en una investigación dual. Por un lado, Roland y su colega Maud Bailey emprenden una búsqueda de documentos perdidos. Y, por otro, se reconstruye la historia íntima de los poetas victorianos. La estructura de la novela alterna entre cartas, poemas, diarios y narrativa convencional, desplegando un ambicioso mosaico literario que ha sido fundamental en el reconocimiento de esta obra como una de las novelas más innovadoras de su tiempo.

En Posesión, A. S. Byatt no solo cuenta una historia. Reflexiona sobre el propio acto de narrar, sobre la obsesión de quienes dedican su vida a estudiar a otros y sobre el poder simbólico que ejercen las palabras. La autora partió de una inquietud concreta: el vínculo profundo entre una biógrafa de Samuel Taylor Coleridge y su objeto de estudio. ¿Quién posee a quién? ¿El investigador al artista o el artista al investigador?

Posesión - Cultura
La portada de la reedición de ‘Posesión’, la novela de A. S. Byatt
Anagrama

Esta pregunta vertebra toda la trama de Posesión y da sentido a su título. A través de sus personajes, la novela explora la delgada línea entre el amor y la obsesión, entre el conocimiento y el control, entre la pasión y la intelectualidad. En cada párrafo, la novela de Byatt confirma su condición de novela total. Un ejercicio de inteligencia literaria y, a la vez, un relato profundamente humano.

La huella imborrable de la obra de Byatt

Desde su publicación, Posesión ha sido objeto de encendidos elogios por parte de la crítica internacional. The New York Times Book Review la calificó como “un tour de force que despliega todos los recursos narrativos de la literatura inglesa”. Mientras que la revista Time destacó su “humor sutil, inteligencia manifiesta y notable interrelación entre pasado y presente”. Los Angeles Times fue más allá al definirla como “una obra maestra por su audacia”.

En el ámbito hispano, críticos como Juan Marín subrayan que en Posesión “son las palabras, antes que los acontecimientos o el contexto, las que transmiten el cerco mortal que condiciona a los personajes”. Para César Vidal, la novela es “una balada al ansia del hombre por saber, a la búsqueda y la persecución de la belleza y de la cultura como meta existencial”. En todos los casos, la conclusión es unánime: es una de esas novelas que marcan época.

Leer Posesión hoy, con más de tres décadas de distancia desde su primera publicación, es descubrir que algunas novelas no envejecen. Las novelas maduran. En tiempos de consumo rápido y narrativas ligeras, la obra de Byatt se alza como un recordatorio de que la literatura aún puede ser una aventura del pensamiento y del alma. Su regreso a las librerías es una invitación a redescubrir uno de los grandes logros de la novela contemporánea.

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