El FC Barcelona puede por fin respirar tranquilo. El gran susto que provocó la lesión de Ewa Pajor en ante el Atlético de Madrid no ha pasado de un contratiempo moderado. Lo que el domingo hacía temer una rotura de ligamento cruzado se ha quedado, afortunadamente, en una lesión en el complejo posterolateral de la rodilla derecha, sin daños en los ligamentos ni otras estructuras. Tras las pruebas realizadas este lunes en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, el club confirmó que la delantera polaca seguirá un tratamiento conservador y que estará entre cuatro y seis semanas de baja antes de volver a los terrenos de juego.
De la angustia al alivio
La imagen en Alcalá de Henares paralizó a todo el barcelonismo. Corría el minuto 70 del duelo ante el Atlético de Madrid cuando Ewa Pajor cayó al suelo tras una acción desafortunada con la brasileña Lauren Leal. Con el marcador ya sentenciado (0-6), la delantera polaca trató de proteger el balón dentro del área, pero su bota quedó clavada en el césped y la rodilla se torció en un gesto que heló a jugadoras, cuerpo técnico y aficionados.
El silencio en el estadio fue inmediato. Pajor, entre lágrimas y con gestos de intenso dolor, pidió la entrada de las asistencias médicas. Alexia Putellas y Aitana Bonmatí fueron las primeras en acercarse, visiblemente alarmadas, mientras el banquillo del Barça contenía la respiración. Minutos después, la atacante fue retirada del terreno de juego sin poder apoyar la pierna derecha, ocultando su rostro con la camiseta. Las primeras exploraciones solo aumentaron la preocupación: las sensaciones no eran buenas ni para la futbolista ni para los médicos.
Una baja sensible
Pese al alivio que dejó el diagnóstico, la lesión de Ewa Pajor supone un contratiempo importante para el Barça. La delantera polaca, máxima goleadora del equipo junto a Claudia Pina con ocho tantos, estaba firmando un inicio de temporada brillante y se había convertido en una de las piezas más decisivas del ataque azulgrana.
Si se cumplen los plazos previstos de recuperación, entre cuatro y seis semanas, Pajor se perderá hasta ocho partidos oficiales, incluidos el clásico ante el Real Madrid y tres compromisos clave de la Champions League frente a Roma, Leuven y Chelsea.
Durante su ausencia, Pere Romeu deberá reajustar su frente ofensivo. Una de las alternativas pasa por adelantar la posición de Alexia Putellas como referencia móvil, o apostar por Esmee Brugts o Vicky López en el rol de falso nueve, con el objetivo de mantener la fluidez y el dinamismo que caracterizan al equipo.
El susto de Ewa Pajor quedará, finalmente, como una historia de miedo con final feliz. La goleadora polaca ya ha comenzado su recuperación. Su fortaleza y determinación serán ahora su mejor aliada en el proceso de vuelta.