Opinión

La trascendencia de Aitana

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Era partido grande, enorme, el FC Barcelona-PSG del miércoles en Montjuic. La puesta en escena del Barça en casa frente al campeón, la final que pudo ser y no fue, la que muchos culés desean que sea este año en Budapest. El palco del Lluis Companys a reventar, con el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin presidiendo el partido, con su asesor Luis Figo volviendo al campo del Barça 16 años después, el villano separado solo unos cuantos asientos del hombre que sufrió su marcha y que le califica como “su único enemigo en el mundo del fútbol” Joan Gaspart, presidente cuando Figo traicionó al Barça.

Y entre todos esos señores tan importantes y que tanto poder acumulan en el mundo del fútbol, al lado de Figo y del seleccionador portugués Roberto Martínez estaba ella, vestida de negro con su sencillez habitual, rostro relajado y dispuesta a disfrutar de nuevo de la Champions masculina, 5 meses después de acompañar igualmente al equipo en la vuelta de la semifinal en Milán que apeó al Barça de la final de Múnich. Como una aficionada culé más, solo que ella se llama Aitana Bonmatí y tiene más balones de oro que todos los futbolistas que había en el campo juntos, incluyendo a los ex que estaban comentando el partido o invitados en el palco.

Aitana Bonmatí
@ballondorofficial

Aitana recibió hace diez días su tercer Balón de Oro consecutivo como mejor jugadora del año. Su discurso fue más improvisado que los dos anteriores, como ella misma reconoció, quizás porque su ex compañera Mariona Caldentey era merecedora del premio tanto como Aitana y hasta algo más, si se valoran los títulos conseguidos con el Arsenal este año. Pero siempre con una gran carga emocional sobre las fuentes de las que ella bebió “Fue totalmente inesperado recibir este histórico Balón de Oro de manos de Andrés Iniesta, quien fue mi referente junto a Xavi Hernández”.

Trascendencia en el fútbol femenino

Ocurre que la dorsal 14 del Barça es ya una leyenda y su trascendencia en el fútbol femenino desequilibra la balanza.Tiene 3 Champions League, 6 ligas, 7 Copas de la Reina, lleva 78 partidos y 30 goles con la selección española, con la que se proclamó campeona del Mundo en 2023 y levantó la Nations League en 2024. Un palmarés sencillamente imponente que jamás podía imaginar cuando jugaba con y contra los niños de su pueblo, San Pere de Ribas.Y todo eso con 27 años.

Aitana Bonmatí tras haber ganado su tercer Balón de Oro consecutivo

Más allá de todo lo anterior, ver a Aitana en ese ambiente tan masculino, típico de cualquier palco de los grandes clubes de fútbol españoles, sugiere tanto como sus palabras cada vez que tiene ocasión de expresarse. Por ejemplo el día de la gala, cuando en Movistar+ dejó en el aire si acabaría su carrera en el Barça como si no estuviera segura de ello. Aunque en su discurso al recoger el premio agradeciese al club de su vida todo lo que ha recibido nombrando expresamente a Joan Laporta.

Igualmente aprovechó la entrevista como ganadora en L’Equipe para denunciar de nuevo la falta de profesionalización y apoyo real al fútbol femenino español, a pesar de todo lo que individualmente y a nivel de Barça y selección se está logrando.”Era hora de convertir nuestra liga en una de las mejores del mundo, pero falta voluntad política real”.

Qué necesario para avanzar es que una deportista de la dimensión de Aitana no se ciña a lo políticamente correcto, se moje y levante la voz cuando tiene la oportunidad. Bravo por ella.

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