“Que nadie diga que el tenis femenino es aburrido”
Fueron las primeras declaraciones de una emocionada Iga Swiatek tras imponerse (7/5 4/6 7/6) a Sabalenka en una final de infarto en el Mutua Madrid Open. Y se puede afirmar categóricamente que el tenis femenino saca músculo tras protagonizar el que ha sido el mejor partido del torneo hasta el momento. Más de tres horas de una lección magistral en pista por parte de las dos protagonistas que se veían las caras por décima ocasión. Sabalenka mucho más suelta ante las cámaras a pesar de la derrota que su rival, comentaba post partido: “hemos hecho el partido más largo para que disfrutéis del buen tenis”.
De hecho este duelo en la cumbre entre Swiatek y Sabalenka ha batido récords de duración al convertirse en la más larga de la historia del torneo madrileño. Y esta rivalidad ya histórica en el Mutua también supone un antes y un después en la historia del deporte femenino por la emoción y la lucha sin cuartel en el que ha sido su segundo encuentro consecutivo en esta cita española.
La polaca se ha tomado la revancha tras su derrota ante la bielorrusa el año pasado, en un partido eléctrico que no perdió intensidad ni un sólo juego en todo el encuentro. Un 50% entre las dos tenistas donde finalmente Iga sacó su condición de número uno para aprovechar su segundo match ball en el tie break para poder levantar el único título que se le resistía al increíble palmarés que atesora con tan sólo 22 años.
“Supone mucho para mí porque era el único título que me faltaba por conseguir y la verdad que eso por momentos me estaba generando mucha presión, por eso estoy feliz de haberlo podido gestionar”, decía la líder del ránking.
Ya van 20 títulos para la de Varsovia que está marcando una época. En esta final su talento y confianza en momentos clave han marcado la pequeña diferencia que las ha separado en pista.
La número uno había demostrado estar a un gran nivel a lo largo de la semana donde sólo había cedido un set y apenas había sufrido para llegar a este último compromiso. Pero no se confiaba, el año pasado resultó herida y no quería volver a ser subcampeona.
Por eso en el primer set empezó asestando primero. Pero Sabalenka a su vez llevaba todo el torneo remontando para ganar, así que hizo lo propio y rompió a la número uno para que el set se convirtiera en una sucesión de quiebres. Una y otra se reponían de las bolas de break llevando el juego a su terreno. Con 6-5 en el marcador a favor para Swiatek esta vez la polaca no falló con el servicio y su derecha marcó la sutileza final para llevarse esta primera batalla.
Lo que podía parecer un jarro de agua fría para Sabalenka que llevaba un calvario a cuestas en sus piernas de más de 10 horas en pista y 60 juegos perdidos (40 más que Swiatek) fue un aliciente para la tigresa. Ese instinto animal que la caracteriza la empujó para hacer un derroche de valentía en momentos de break, de agresividad y potencia, con un servicio que descolocaba a su rival, y que le sirvieron con 5-4 en el marcador, para cerrar esta manga al resto e igualar el encuentro.
Para ella también era importante ganar la que hubiera sido su tercera final consecutiva en Madrid y más después de la confianza perdida a lo largo de la semana. Le pesaba el cansancio, pero más las ganas de levantar título.
Pero en la tercera manga, el aplomo de la número uno sentenció esta final en el tie break. Sabalenka tuvo dos oportunidades de evitarlo y de llevarse el partido esquivando la muerte súbita pero le resultó imposible. Por delante se le plantó la templanza y la osadía de salvar de la manera que sólo una líder del ránking puede salvar dos bolas de partido.
Iga Swiatek no dudó a pesar de descomunal derecha y la mirada felina de su rival. Y a la segunda bola de partido y al resto, se tiró al suelo envuelta en un mar de lágrimas para celebrar que era la nueva reina del Mutua Madrid Open. Venganza merecida.
Esas dos oportunidades perdidas se le aparecerán muchas veces por la cabeza a la bielorrusa. Pero ambas tenistas están marcando un liderazgo en este deporte que era necesario para poner en valor al tenis femenino. Las dos jugadoras con su estilo de juego y su capacidad de superación han dado una lección magistral al mundo.
Tras ver el increíble manejo que hace con su mente en los momentos decisivos la polaca, sorprendía verla tímida y nerviosa ante los micrófonos, pero conviene recordar que tan sólo tiene 22 años. Aunque Iga Swiatek ha nacido para reinar por muchos años y entrar en el Olimpo de las diosas del tenis.