La seleccionadora inglesa, Sarina Wiegman, ha dado una respuesta a las acusaciones que Mary Earps expone en su autobiografía All In: Football, Life and Learning to be Unapologetically Me.
Las declaraciones de Wiegman, ofrecidas durante una rueda de prensa tras anunciar la convocatoria de las Lionesses, buscan contextualizar su decisión de preferir a Hannah Hampton como portera titular, así como desmentir la versión que aporta la guardameta en su libro.
Para Wiegman, la polémica se trata de una diferencia de percepciones. “Mi realidad es diferente a la de otras personas”, afirmó la entrenadora, defendiendo su enfoque: “Mi objetivo siempre es crear un entorno claro y transparente”.
Según la propia seleccionadora, su despacho siempre está abierto al diálogo. “Creo que eso facilita que las jugadoras se acerquen a mí. Queremos un ambiente donde cada una pueda ser ella misma, donde las diferencias unan al equipo dentro y fuera del campo”.
La diferencia en sus relatos —apunta ella— no se debe a falta de diálogo sino a cómo cada una lo vivió : “Hablamos con franqueza todo el tiempo. Mi realidad y la de otra persona pueden ser diferentes porque la forma en que experimentas las cosas es muy individual”.
Cierre del capítulo
A pesar de las críticas, Wiegman admite que le costó dar esta respuesta y prefiera escapar de todo tipo de confrontaciones personales. “No puedo controlar lo que hacen los demás. Y sí, habría actuado igual”.
En un gesto conciliador, la entrenadora declaró. “Disfruté trabajando con ella. Compartimos momentos increíbles”. Con estas palabras, la seleccionadora de las Lionesses, da cierre a toda está polémica generada, reafirmando que sus prioridades siguen siendo la competitividad y el bienestar colectivo del equipo.