ESTRELLAS CONTRA EL CÁNCER

Cuando las estrellas cocinan contra el cáncer

El Espacio Iberia de Madrid acoge la presentación de “Estrellas contra el Cáncer”, un proyecto donde la alta cocina se despoja de artificios y se entrega a lo esencial: ayudar

El exclusivo Espacio Iberia de Madrid se convertía este lunes, 17 de junio, en el epicentro de la solidaridad gourmet con la presentación oficial de la 4ª edición de Estrellas contra el Cáncer.

El lunes por la tarde, en el Espacio Iberia de Madrid, se presentó la cuarta edición de Estrellas contra el Cáncer, un evento que ya tiene nombre propio (y no por la estética del cartel ni por las marcas que lo respaldan, sino por lo que consigue). Porque en esta cena no se viene a innovar, se viene a ayudar.

¿Ayudar a quién? A niños y familias que pasan por el cáncer. Lo organiza Núria Moreno, que lleva años echándole más horas que muchos a sus empresas. Y se nota: no hay nada impostado. Subió al escenario con la emoción en el rostro, sin frases aprendidas, sin frases brillantes. La emoción de quien sabe que lo que está haciendo tiene un peso real, no simbólico.

La cena benéfica se celebrará el 4 de octubre en el Nassau Beach Club Ibiza. Allí, catorce chefs con Estrella Michelin -como Óscar Molina, Carlos Maldonado, Vicky Sevilla o Iván Cerdeño, entre otros- cocinarán juntos. No hay menú aún. Tampoco hace falta. La gente que va, va por otra cosa. A veces por alguien. A veces por ellos mismos.

Pero el evento no es solo la cena. El lunes fue la presentación, y más que presentación fue una declaración de intenciones. Allí estaban algunos de los cocineros que participarán: Molina, Manzano, Vinke, Taura, Martín. Hicieron algo que en otras mesas no hacen: hablar sin recetas. Sobre la cocina, sí, pero sobre todo sobre lo que significa tener una voz y decidir usarla para algo que no sea tu propio beneficio.

Hubo showcooking -uno breve-, marcas (Iberia, Nassau, Mondrian, Gasifred, entre otras), muchas sillas bien colocadas y un catering excelente. Pero lo más importante fue otra cosa: escuchar a Jaume Coll, presidente de la asociación ASPANOB, hablar con una claridad desarmante de por qué hacen falta este tipo de iniciativas. Porque la enfermedad no entiende de clases ni de cocinas.

El objetivo es recaudar fondos para proyectos de investigación oncológica y apoyo directo a familias afectadas. Aquí no hay filtros de Instagram. Hay urgencia. Y la urgencia -bien entendida- puede ser la mayor forma de elegancia.

Estrellas contra el Cáncer no se anuncia a bombo y platillo. Va creciendo en voz baja. Cada edición intenta recaudar más. Cada edición suma chefs que, por unas horas, dejan la presión de sus cocinas y trabajan para otra presión más seria: la de que una vida pueda ser más larga, más digna, menos sola.

Podría parecer una contradicción: alta cocina y solidaridad. El lujo al servicio de lo frágil. Pero es justo eso lo que lo convierte en algo honesto. Porque cocinar bien no está reñido con mirar a los lados. Porque a veces, cuando no se cocina para ganar, se cocina mejor.

Queda aún tiempo para la cena. Pero el mensaje ya se sirvió. Y no necesita presentación: hay gente que está dispuesta a hacer algo. Aunque no salga en la carta.

TAGS DE ESTA NOTICIA