Durante años, las zapatillas blancas dominaron el armario femenino (y masculino). Eran el comodín perfecto: cómodas, versátiles y capaces de acompañar desde un traje hasta un vestido floral. Pero 2025 ha traído un nuevo protagonista a la escena urbana: el mocasín. Este zapato clásico, heredero de la elegancia universitaria y de la moda preppy, ha vuelto con más fuerza que nunca y se ha convertido en el calzado de transición por excelencia entre el confort y la sofisticación.
Las grandes firmas —desde Gucci hasta Ganni— lo han rescatado en versiones robustas, metalizadas o con plataforma. Y las calles lo han adoptado como símbolo de un nuevo equilibrio entre estilo y practicidad. Porque el mocasín, en todas sus variantes, camina cómodo sin renunciar al carácter.
Los tres tipos de mocasín que son tendencia en 2025
Antes de saber cómo llevarlo, conviene conocer sus tres versiones estrella:
El mocasín clásico: el de siempre, con su piel pulida, su suela fina y su estructura elegante. Perfecto para quienes buscan un aire minimalista y atemporal. Los tonos negros, burdeos y camel siguen siendo los más versátiles.
El mocasín con antifaz: es la versión más tradicional dentro del estilo preppy. El antifaz —esa tira de cuero con una abertura en el empeine— le aporta un toque vintage que combina con trajes, faldas plisadas o pantalones anchos. Su regreso está directamente vinculado a la estética de los años 50 y al auge del estilo colegial.
El mocasín ‘track’: el más contemporáneo. Con su suela gruesa y dentada, a veces con plataforma, este modelo aporta un aire más rebelde y urbano. Es el favorito de las influencers escandinavas y de quienes quieren restarle formalidad a los looks de oficina. Ideal para quienes buscan confort y presencia.
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Cinco formas de llevar mocasines con estilo
Si bien el mocasín se asocia a la elegancia, su versatilidad le permite adaptarse a cualquier contexto. Aquí, cinco ideas infalibles para incorporarlo a tus looks de temporada:
Con vaqueros rectos o ‘slouchy’
Nada más sencillo —ni más efectivo—. Combina unos jeans de corte recto con mocasines de suela gruesa y un jersey de lana o una camisa masculina. Si quieres sumar actitud, lleva los bajos del pantalón ligeramente doblados y deja ver el tobillo o unos calcetines llamativos. El contraste entre lo casual y lo pulido funciona siempre.
Con pantalón de vestir
Una apuesta ganadora para la oficina o los planes de ciudad. Unos mocasines negros con antifaz, un pantalón de pinzas y una americana oversize logran ese punto elegante sin rigidez. Añade una camiseta blanca o un top lencero para un toque más relajado.
Con falda midi o mini
Aquí entra en juego la feminidad clásica con un giro moderno. Una falda midi plisada y mocasines con calcetines blancos evocan el estilo escolar con aire contemporáneo. Si prefieres la versión mini, opta por un mocasín ‘track’ y una chaqueta corta: un look atrevido y juvenil.
Con vestido
El mocasín puede ser el aliado perfecto para rebajar la formalidad de un vestido. Combina un modelo floral o satinado con mocasines clásicos de charol y una chaqueta de punto. El resultado es un equilibrio entre lo romántico y lo urbano, ideal para entretiempo.
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Con calcetines a la vista
Sí, ahora se llevan los calcetines visibles. Desde los blancos deportivos hasta los metalizados o de rejilla, se han convertido en un complemento más del look. El truco está en elegirlos a propósito: ni demasiado discretos ni demasiado llamativos. Unos calcetines de canalé combinados con mocasines de suela gruesa y falda corta crean un efecto sofisticado y rompedor a la vez.
El nuevo imprescindible
El éxito del mocasín se explica por una razón clara: ha logrado reconciliar la comodidad con la elegancia. En una época en la que buscamos prendas funcionales pero con identidad, este zapato representa el punto medio perfecto.
Ya no se asocia solo a uniformes escolares o a despachos ejecutivos; ahora vive su renacimiento como emblema de una generación que quiere vestir bien sin perder naturalidad. Y lo mejor de todo: combina con prácticamente todo lo que ya tienes en el armario.
Así que, si este otoño te preguntas cómo actualizar tu estilo sin renunciar al confort, la respuesta es sencilla. Cambia las zapatillas por unos mocasines y camina hacia el nuevo chic contemporáneo: práctico, cómodo y con alma clásica.