El final del verano marca el inicio de una nueva etapa en la que el armario debe adaptarse a la vuelta al trabajo, a los estudios y a los planes en la ciudad. Septiembre se convierte en un mes de transición: los días aún conservan el calor estival, pero las noches empiezan a refrescar. Esta dualidad hace que elegir qué ponerse cada día sea todo un reto.
Los expertos en moda coinciden en que la clave está en apostar por prendas versátiles, cómodas y con estilo, capaces de adaptarse a diferentes situaciones sin perder frescura. Con ello en mente, recopilamos cinco looks imprescindibles para volver a la rutina con confianza y elegancia.
1. El look de oficina renovado
La vuelta al trabajo requiere un estilo pulido, pero eso no significa renunciar a la comodidad. Los trajes de dos piezas en tonos neutros —beige, gris claro o azul marino— se imponen como una opción perfecta. Se pueden combinar con camisas de popelín o blusas satinadas, y dar un toque moderno sustituyendo los zapatos clásicos por zapatillas minimalistas o mocasines de suela track.
Un bolso estructurado y unos pendientes discretos completan un look ideal para afrontar reuniones y largas jornadas laborales sin perder frescura.
2. El conjunto casual urbano
Septiembre también es el mes en el que muchos recuperan su ritmo en la ciudad. Para esos días de recados, café con amigos o paseos por el centro, los vaqueros rectos de tiro medio combinados con camisetas de algodón básicas y una chaqueta ligera estilo bomber o denim son un acierto seguro.
El toque diferencial lo aportan los accesorios: unas gafas de sol XL, una mochila de cuero vegano o unas zapatillas deportivas en tonos neutros elevan el estilo sin renunciar a la practicidad.
3. El look deportivo chic
Con septiembre llegan también las nuevas rutinas de gimnasio, yoga o pilates. Para esos días en los que se quiere pasar directamente de la clase deportiva a un plan informal, los conjuntos de leggings con top a juego y chaquetas oversize son tendencia.
Los tejidos técnicos transpirables en colores tierra o pastel se combinan con deportivas blancas y mochilas de estilo deportivo. Es una forma de demostrar que la ropa athleisure sigue marcando la pauta: comodidad, pero con un aire moderno y urbano que encaja en cualquier situación.
4. El vestido midi versátil
Los vestidos midi se consolidan como la prenda estrella del entretiempo. Con estampados florales discretos o en colores lisos como el verde oliva, el burdeos o el azul marino, son perfectos tanto para una jornada laboral como para una cena improvisada.
Combinados con botines de tacón bajo o sandalias de tiras, y acompañados de una chaqueta de punto ligera o una americana, logran un estilo sofisticado que funciona de día y de noche. La clave está en elegir tejidos que permitan transpirar durante el calor del día, pero que abriguen lo justo cuando cae la tarde.
5. El look de fin de semana relajado
La rutina también incluye planes de ocio, y para esos momentos más informales nada mejor que los pantalones cargo o paper bag, combinados con camisetas oversize o sudaderas con mensaje.
En cuanto al calzado, las zapatillas chunky o las alpargatas cerradas son una elección que mezcla comodidad con tendencia. Una riñonera cruzada al pecho o un sombrero bucket completan un look juvenil y desenfadado, ideal para escapadas de fin de semana o tardes de terraceo.
Una transición con estilo
Septiembre es el mes perfecto para renovar el armario con prendas que acompañen la vuelta a la rutina sin renunciar al estilo personal. La clave está en elegir básicos atemporales que se puedan combinar de distintas formas, añadir un toque de tendencia mediante los accesorios y, sobre todo, apostar por la comodidad como valor central.
Con estos cinco looks imprescindibles, la vuelta a la rutina se convierte en una oportunidad para estrenar nueva etapa con confianza, estilo y versatilidad. Porque la moda de septiembre no es solo cuestión de ropa: es también una forma de empezar el curso con energía renovada.