Tras un cierto parón -una “calma tensa” de casi dos semanas sin llegadas de cayucos- que anticipaba un nuevo repunte, una tragedia más en la ruta migratoria canaria, la más mortífera del mundo en los últimos años. La ruta a través de las costas occidentales de África con destino al archipiélago español en la que se habían embarcado entre 150 y 180 tripulantes del cayuco siniestrado esta mañana a su misma llegada al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, con el trágico desenlace de siete mujeres ahogadas -tres de ellas menores de 16 y cinco años- y un bebé desaparecido.
Desde hace un lustro, la ruta canaria es la más transitada de entre las que tienen como destino España y la más mortífera del mundo. Con rutas en patera o cayuco de más de 1.500 kilómetros. Según los datos de la ONG Caminando Fronteras, el cayuco siniestrado había partido el pasado día 18 desde Guinea Conakri, uno de los puntos más distantes del archipiélago español en la citada ruta atlántica.
A bordo del cayuco viajaban personas de origen guineano y senegalés, entre ellos al menos 20 niños y adolescentes. Con todo, no hay datos exactos de cuántas personas viajaban a bordo en total ni cuántas de ellas eran mujeres. En la embarcación viajaban también 45 mujeres, un número elevado para lo que suele ser habitual en los últimos años Las personas que iban a bordo proceden de Mali, Guinea Conakry, Senegal y Mauritania.
En parte debido a la extensión de su litoral, desde 2023 Mauritania copa la mayoría de salidas de jóvenes migrantes –llegando a alcanzar en los últimos meses picos de más del 80% de las partidas según datos del Gobierno. Las costas senegalesas, marroquíes y saharauis son los otros tres puntos de partida de la ruta, pero registran en estos momentos mucha menor actividad que las mauritanas por mor de la cooperación entre el Gobierno y los ejecutivos de Rabat y Dakar, lo que ha obligado a las mafias a desplazarse a otros países.
Por nacionalidades, malienses y senegaleses son los grupos mayoritarios de nacionales en la citada ruta, aunque también hay mauritanos, guineanos, gambianos, marroquíes o sudaneses, según aseguran las ONG. Por sexos, las mujeres son una minoría que se sitúa entre el 5 y el 6% de manera consistente en los últimos años.
A pesar de la caída de en el número de llegadas irregulares en los primeros meses de este año respecto a 2024, la ruta canaria sigue en registros elevados y no ha perdido su letalidad. Desde comienzos de 2025 y hasta mediados de abril, 166 embarcaciones habían alcanzado las costas del archipiélago canario con más de 10.000 personas a bordo.
La trágica realidad estructural del Sahel
La llegada del buen tiempo anticipa un fin de primavera y un verano de repunte migratorio habida cuenta de que la situación socioeconómica y securitaria en el Sahel y el África occidental sigue siendo muy grave. La ruta se alimenta de una auténtica tormenta perfecta en la región, más una realidad que una cuyuntura en la que se halla instalada desde hace varios años: inestabilidad política, desastre económico, tensiones sociales y violencia terrorista o interétnica. La hambruna se viene cebando con países como Mali, Mauritania, Níger, Burkina Faso o Chad desde la pandemia y la subida mundial de precios alimentarios.
El aumento de la actividad de los grupos armados ha provocado la llegada de los militares al poder mediante asonadas -y la penetración rusa— en países como Burkina Faso, Mali y Níger con el objetivo de recuperar el control de sus territorios. En el caso de Mali, el conflicto armado viene expulsando en los últimos años rumbo a la vecina Mauritania.
“Vías legales y seguras”
Tras conocerse la tragedia, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y Accem han reclamado “vías legales y seguras”. “Una vez más asistimos con impotencia a la pérdida de vidas en el mar de personas que solo tratan de buscar una vida digna y en paz. Nuestros mares deben de dejar de convertirse en gigantescas fosas comunes y para ello es necesario que se habiliten vías legales y seguras, como la posibilidad de solicitar asilo a través de embajadas y consulados, tal y como recoge la Ley de Asilo”, han asegurado fuentes de CEAR en declaraciones a Europa Press.
Por su parte, Accem, también en declaraciones a Europa Press, ha señalado que lo ocurrido “vuelve a poner de manifiesto la peligrosidad de la ruta canaria, considerada la más mortífera del mundo”.
A juicio de la ONG, lo ocurrido hoy en El Hierro “hace evidente, una vez más”, la “falta de vías legales y seguras” hacia España y la Unión Europea. En esta línea, ha destacado que “muchas personas” se ven “obligadas” a abandonar sus hogares y familias “en busca de una seguridad que no encuentran en su país de origen, donde viven situaciones de guerra, conflictos armados, inestabilidad política y/o social y persecución por motivos religiosos, de orientación sexual o de género, entre otros”.