La semana pasada, en esta misma columnita de los miércoles, subrayamos un fenómeno fascinante: hay periodistas presuntamente especializados en fútbol que cuentan con menos conocimientos que meros aficionados. Probablemente podemos encontrar ejemplos cada semana y tampoco sería necesario insistir en la idea, pero el caso que hoy nos ocupa parece especialmente sangrante.
Sucedió en la Copa Mundial de Clubes, durante los últimos minutos del Real Madrid-Pachuca del pasado domingo. Tras una caída de Rüdiger en el área rival y una discusión con Gustavo Cabral, el árbitro, el brasileño Ramón Abatti, se dirigió al público y a las cámaras cruzando los antebrazos.
Es el gesto que la FIFA estableció algunos meses para iniciar el protocolo contra el racismo y que, en este caso, sirvió también para activar en muchos de nuestros medios el protocolo de ignorancia.
Rüdiger se quejó a Abatti de que Cabral le había llamado “negro de mierda”. Según Cabral, lo que le dijo fue “cagón de mierda”. Cuando el árbitro hizo el gesto, en todas las retransmisiones estaban censurando la actitud del madridista. Algunos cortaron de raíz al verlo y otros siguieron a por uvas. En Cope, Rubén Martín contó de inmediato lo que estaba pasando.
También Eduardo Iturralde en la Ser y Pável Fernández en Radio Marca, árbitros ambos. Los tres, con su rápida intervención, salvaron del ridículo a algunos de sus compañeros. Otros no tuvieron tanta suerte.
“Algo ha pasado, porque ha cruzado el árbitro los brazos”, advirtió Juan Andújar Oliver, presunto experto arbitral de Onda Cero. “No sé qué señal quiere decir eso, y está el juego parado. Algo ha pasado en el campo, fuera del campo”. La cita es tan desconcertante como, se lo aseguro, textual. El narrador del partido, Alberto Pereiro, tampoco estaba en condiciones de explicarlo mejor: “Sí, ha hecho como un gesto de una X con los brazos, que no sé exactamente qué es. Igual es un símbolo que tiene para saludar a su hijo o algo, yo qué sé”.
En favor de los narradores hay que decir que la situación inmediatamente anterior al gesto del árbitro, con Rüdiger enfrentado a Cabral, caída incluida, era confusa; probablemente andaban también pendientes de si había o no revisión de VAR.
En DAZN pasaron unos segundos de desconcierto hasta que Alberto Edjogo socorrió a Miguel Ángel Román, que no había contado nada. En Telecinco la información llegó bastante después. ¿Cuánto tiempo? Más o menos, lo que tarda una persona en escribir un mensaje y Whatsapp en entregarlo. Porque en la otrora pantalla amiga el gesto de Abatti fue recibido con el popular sonido de grillos.
“¿Un parón? ¿Le están llamando del VAR? ¿Qué es lo que ha hecho el árbitro con esa señal?”, no daba abasto a preguntar Fernando Morientes.
El narrador, Manu Carreño, sólo acertaba a decir: “El gesto del colegiado de algo que ha podido escuchar”. Cri, cri, cri. “Ahí están los jugadores de los dos equipos”. Cri, cri, cri. “El árbitro da el balón al Pachuca con el tiempo ya cumplido”. A esto le sucedió un cri, cri, cri especialmente largo. “Es como si hubiese escuchado algo, con ese gesto de los dos brazos cruzados”. “Sí, es el incidente racista”, dijo al fin Dani Martidí.
Y como se le ve educado, seguro que él también escribió un whatsapp, en este caso dando las gracias por el aviso.