“Yo no quiero un frente de la ira porque España no necesita revancha, necesita concordia”. Es una de las frases que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, verbalizó en la concentración que tuvo lugar en la plaza de España, en Madrid, hace justo hoy una semana. Feijóo no quiere ira. Y mira que se lo están poniendo difícil.
Tan sólo 72 horas después de decir esa frase, salía a la luz el demoledor informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha destapado una presunta red criminal vinculada a cargos del PSOE y que se ha llevado por delante a uno de los hombres de máxima confianza del presidente, el ya exsecretario de Organización, Santos Cerdán. Es sólo el inicio. Queda mucho por salir y, desde el PP, auguran un auténtico “calvario” para el Gobierno. “Es una partida de ajedrez, hay un alfil menos -Cerdán- y el Rey – Pedro Sánchez – está más débil”, dicen en Génova 13.
Lo que se ha descubierto es un entramado que habría operado durante una década, obteniendo beneficios millonarios mediante comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones públicas. Con tres figuras clave: Santos Cerdán, Koldo García y el exministro José Luis Ábalos. El presidente del Gobierno tiene ya dos exsecretarios de Organización – Ábalos y Cerdán – metidos hasta las cejas. Se habrían estado repartiendo el dinero de las comisiones de forma obscena. Pero Sánchez dice que no sabía nada y pretende resistir. Ni dimisión, ni adelanto electoral. Caiga quien caiga. Sánchez ha elegido su propio Vía Crucis y Feijóo, de momento, va a permitir que lo viva, que lo sangre. “Que se vayan cociendo en su salsa”, dicen en la sede nacional del PP.
Por todo ello, Feijóo ha acusado al Gobierno del “mayor aluvión de corrupción que ha vivido la democracia”, pero pide mantener la “cabeza fría”. La moción de censura no se descarta. Está encima de la mesa, pero Feijóo no tiene los números -ahora mismo- y sin ellos, el líder del PP no quiere presentarla. “Sería dar un balón de oxígeno a Sánchez”, explican en la dirección nacional, como verbalizó Cuca Gamarra en una entrevista en Artículo14 este mismo sábado. “Que se vayan cociendo en su propia salsa”.
Algunos barones autonómicos comparten la línea de Feijóo. El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al ser preguntado por una hipotética moción de censura, reclamaba elecciones al “actor” Sánchez, y la descartaba: “Que elija el pueblo, no los socios de Gobierno”, sentenció Mañueco. Por su parte, el presidente andaluz, Juanma Moreno, ponía el dedo en los socios de Gobierno: “Sería una opción pero no nos dan los números porque los socios o están empeñados en mantener a Sánchez. Principalmente Junts y PNV”.
Presión a los socios de Gobierno
Al igual que el barón andaluz, desde el PP han ido elevando la presión sobre los aliados parlamentarios del Ejecutivo. “No son socios, son cómplices”, explican fuentes populares. Cómplices de la corrupción que rodea a Sánchez. A ellos –sobre todo a Junts y PNV– se ha referido el líder del PP: “Tienen la oportunidad de salvar algo de honor y evitar que esto les arrastre. Les sugiero que reflexionen (…) Ya sé que no lo harán por amor a España, pero deberían hacerlo al menos por amor propio”, reclamó Feijóo.
Para el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, esos socios están en una especie de “duelo” del que tienen que salir: “Están en un proceso de duelo, de aceptación de que la corrupción (…) necesitarán tiempo para entender que la corrupción no sólo afecta al que la practica, también al que la tapa o apoya”, explicó de manera metafórica Sémper.
En este punto, dirigentes del PP creen que ahora los socios van a “ir a por todas”: “Cuanto más le cueste caminar a la vaca, más fácil de ordeñar (…) intuyen que ahora Sánchez es más débil y le van a poder sacar más cosas, por eso él se esconde y ellos le tapan”, asegura un miembro del Comité Ejecutivo. “¿Qué le van a pedir y qué les va dar Sánchez a Junts y PNV para que le permitan continuar? Cuanto más débil está, y ahora lo está muchísimo, más elevado es el peaje a pagar”, reflexiona otro dirigente.
Desde Génova 13 dicen estar abiertos a presentar la moción de censura si alguno de esos partidos retira el apoyo al Ejecutivo: “Estamos a un WhatsApp de presentar la moción de censura”, dicen en la sede nacional. Un mensaje que tendría que llegar de parte de alguno de los “bastones” de Sánchez. De momento, parece poco viable.
Sector duro del PP quiere moción
Parece claro que, de momento, Feijóo no va a dar el paso de presentar la moción de censura, a pesar de que hay dirigentes autonómicos que así lo piden en privado. También parte de las bases del partido. Una de las figuras del sector duro del PP, Esperanza Aguirre, ponía voz a lo que otros reclaman en privado: “Yo la haría (la moción), con el compromiso de que el mismo día en que jure su cargo ante el rey convocaría elecciones (…) Estoy convencida de que tendría mayoría absoluta”, defendió ante los medios de comunicación.
El actual portavoz del partido en el Congreso, Miguel Tellado, contestaba a la predecesora Ayuso calificándola como una “compañera de partido y buena amiga”, pero aseguraba que no presentarán la moción “si no puede prosperar” porque podría lograr el “efecto contrario” al deseado. “No hay que caer en la ansiedad de unos y otros”, mantienen en la sede de Génova 13.
En el partido recuerdan que “queda mucho por salir” y que hay que tener claro los tiempos: “Si se pierde una moción de censura no se puede presentar otra hasta pasado un año. Cuesta imaginar el nivel de corrupción y escándalos que caben en 12 meses de Sanchismo”, piensa un líder territorial.
VOX aprieta a Feijóo
En Génova reclaman paciencia y en VOX no saben lo que significa eso. Por ello, su líder sigue apretando a su homólogo popular con la moción de censura como pretexto. Feijóo y Santiago Abascal hablan con cierta frecuencia pero sus ataques públicos continúan. Muchos, dentro del PP, perciben esto como una “absoluta torpeza”.
Desde la sede de la calle Bambú reprochan que Feijóo no se “atreva” a presentar la moción. Tachan al líder popular de “cobarde”. “Las mafias no se auto disuelven, a las mafias se las desarticula”, dicen en el entorno del presidente de VOX.
En las últimas horas, Abascal ha puesto a su partido a disposición de dos diputados que apoyen la presentación de una moción: “Vox tiene 33 diputados. Se necesitan 35 para poder presentar una moción de censura. Nos ponemos a disposición de todos los diputados para que dos se unan a nosotros y poder presentarla”, ha verbalizado Abascal frente a la sede socialista de la calle Ferraz.
Por su parte, Feijóo respondía: “Yo no sé a lo que se dedica VOX en este momento criticando al PP. Lo que sí os puedo asegurar es que yo no voy a perder ni un minuto en criticar a la oposición. Yo voy a invertir todo mi tiempo en cambiar al Gobierno de España”, lamentaba Feijóo.
Desde Génova no han secundado las manifestaciones que VOX ha realizado frente a la Moncloa o en la calle Ferraz. De hecho, las juventudes del PP de Madrid compartieron en las redes sociales la convocatoria para acudir a una de ellas. La publicación fue eliminada minutos después por orden del PP nacional. “No queremos tener nuestras siglas en una manifestación que a los 10 minutos es monopolizada por gente cantando el ‘Cara al Sol’”, explican desde la sede nacional. En el PP creen que esas concentraciones lo único que hacen es dar aire a Pedro Sánchez.