El Gobierno regional de Castilla y León descarta, por ahora, una crisis interna. Así lo ha explicado el periodista y adjunto a la directora de Artículo14, Pablo Montesinos, en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta. Montesinos explica que fuentes próximas a Alfonso Fernández Mañueco aseguran a Artículo14 que no está previsto un reajuste de carteras en el Ejecutivo autonómico ni un adelanto electoral: “Las elecciones se celebrarán en tiempo y forma”, zanjan.
La polémica se ha centrado en las declaraciones de Elías Bendodo, que llamó “pirómana” a la directora de Protección Civil, Virginia Barcones. Aunque públicamente el PP ha cerrado filas, en privado distintos dirigentes autonómicos -sobre todo barones en territorios afectados por los incendios– admiten que fue una expresión “desafortunada” y que había “otras muchas cuestiones que criticar al Gobierno” sin recurrir a descalificativos.
“Esas palabras han servido al Ejecutivo para victimizarse y poner la pelota en el tejado del PP”, admiten incluso voces del Comité Ejecutivo Nacional. En ese contexto, ministros como Félix Bolaños y Óscar Puente han aprovechado para cargar contra Bendodo.
Critican la lentitud en los refuerzos
Mientras tanto, presidentes autonómicos como la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el propio presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, han rechazado cualquier cesión de competencias a través del nivel tres de emergencias en materia de incendios al Gobierno central, aunque sí han reclamado más medios desde el inicio de la crisis.
Según fuentes autonómicas, la queja se centra en la lentitud en la llegada de los refuerzos: tras la conversación telefónica con Pedro Sánchez el pasado viernes, aseguran que la ayuda no empezó tras rellenar tres formularios, que se solicitaron el sábado y que había que cumplimentar con una serie de datos. No fue hasta el domingo cuando Castilla y León empezó a recibir las ayudas y, en el caso de Extremadura, hasta el lunes.
Pese a las tensiones internas, Génova asume que el arranque del curso político estará marcado por un clima preelectoral en Castilla y León y Andalucía. El entorno de Feijóo denuncia que el Gobierno busca desgastar al PP en estas autonomías aprovechando la crisis de los incendios, mientras los populares tratan de contener el ruido interno y evitar que se abra una brecha pública entre dirigentes nacionales y autonómicos.