España se prepara para un verano que, según Jorge Rey, será cualquier cosa menos normal. El joven aficionado a la meteorología, que saltó a la fama tras predecir con acierto la histórica borrasca Filomena, vuelve a captar la atención de miles de personas con sus nuevas predicciones para este mes de junio. Y lo hace con una advertencia que no pasa desapercibida: a partir del día 6, el calor se disparará de forma “inhumana” y dará inicio a una temporada veraniega radicalmente distinta a lo esperado.
El paréntesis de la tregua térmica
Tras un inicio de primavera dominado por lluvias intensas y temperaturas suaves, las últimas semanas han dejado al país inmerso en un vaivén climático. Zonas como el Valle del Guadalquivir, Extremadura y el sur de Castilla-La Mancha llegaron a registrar valores cercanos o superiores a los 40 grados.
Sin embargo, los últimos días han traído un alivio pasajero. Se ha refrescado el ambiente en buena parte de la península y ha propiciado la formación de tormentas, especialmente en el norte. Este descenso térmico ha sido recibido como una bendición, pero Rey advierte que no durará.
El 6 de junio como punto de inflexión
Según el joven meteorólogo, el verdadero giro en el tiempo llegará el jueves 6 de junio. Ese día, las temperaturas comenzarán a subir de forma abrupta, alcanzando niveles que, en sus propias palabras, serán “inhumanos”. El calor extremo afectará sobre todo al interior peninsular y al sur, con especial incidencia en comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia, donde los termómetros podrían escalar hasta los 42ºC en algunos puntos.
Rey alerta también del carácter imprevisible del fenómeno. No se tratará solo de una ola de calor convencional, sino de un episodio anómalo, con bruscos cambios de temperatura y posibles impactos en la salud, especialmente entre los grupos más vulnerables.
Calor extremo e inestabilidad
Pero el calor no llegará solo. A diferencia de los veranos clásicos, marcados por el dominio del anticiclón y la estabilidad atmosférica, este 2025 parece que estará gobernado por la inestabilidad. Jorge Rey insiste en que el verano que se avecina será altamente variable, con presencia de tormentas, chubascos secos y la posible formación de DANAs, esas depresiones aisladas en altura que pueden desatar lluvias torrenciales y granizadas intensas.
“Podemos pasar de cielos despejados y 40 grados al caos meteorológico en cuestión de horas”, afirma Rey, que basa parte de sus predicciones en las cabañuelas, un método ancestral que combina observación tradicional con patrones naturales. En su último análisis, avisa también de la llegada de vientos intensos, bancos de niebla matinales y un ambiente eléctrico e inestable.
AEMET confirma parte de las previsiones
La Agencia Estatal de Meteorología también ha lanzado avisos relacionados con el aumento de temperaturas y la posibilidad de tormentas localizadas. Si bien sus pronósticos no alcanzan la contundencia de los de Jorge Rey, sí reconocen una tendencia clara al alza térmica a partir del fin de semana y una mayor probabilidad de fenómenos tormentosos en el interior peninsular, especialmente en zonas montañosas. Las comunidades con mayor riesgo serán Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana, aunque la incertidumbre atmosférica obliga a revisar las previsiones casi a diario.