Con la primavera avanzando y las temperaturas acercándose a los 30 grados en algunos puntos del país, las miradas se dirigen ya al cielo para anticipar qué tipo de verano nos espera. Uno de los primeros en pronunciarse ha sido Jorge Rey, el joven meteorólogo aficionado que saltó a la fama tras predecir la borrasca Filomena usando el método de las cabañuelas. En su último análisis, alerta de un verano marcado por la inestabilidad atmosférica, olas de calor tardías y la amenaza de tormentas localizadas.
En un nuevo vídeo compartido en su canal de YouTube, Rey explica que, según las mismas cabañuelas y otras observaciones, los primeros compases del verano serán relativamente suaves, con días frescos e incluso lluvias esporádicas en algunas regiones. Junio, según detalla, será “tranquilo y algo monótono”, aunque con algunas precipitaciones débiles en el norte y centro del país.
Un verano con altibajos: tormentas y calor extremo
Pero lo que más llama la atención de su previsión es lo que podría ocurrir a partir de julio. Rey apunta a la llegada de una borrasca a finales de junio que podría cambiar por completo el patrón climático. Este sistema traerá consigo un descenso térmico, vientos del interior y tormentas en buena parte del país, incluidas las Islas Canarias.
Durante la primera quincena de julio, la inestabilidad se mantendrá, especialmente en el norte, con temperaturas más bajas de lo habitual. No será hasta mediados o finales de ese mes cuando empiece a consolidarse el primer gran episodio de calor del verano. Según Rey, la primera ola de calor significativa podría llegar en los últimos días de julio, tras una estabilización progresiva de la atmósfera. “Ahí empezaremos a hablar de temperaturas extremas”, afirma el joven burgalés.
Agosto traerá más calor… y más sobresaltos
El mes de agosto comenzará con sol y altas temperaturas, pero no será uniforme. El experto anticipa que a partir del 5 de agosto regresarán las tormentas, sobre todo en la mitad occidental de la Península. La segunda mitad del mes no será más tranquila: se espera una nueva fase de lluvias en muchas regiones —con la excepción del Levante— que podría coincidir con celebraciones locales, “aguando” más de una fiesta.

Sin embargo, lo más destacado llegará casi al final del verano. Jorge Rey advierte que hacia el 24 de agosto el clima volverá a estabilizarse, dando paso a una nueva ola de calor que podría prolongarse hasta los primeros días de septiembre. Lo define como “calor tardío”, una anomalía que podría alargar la sensación veraniega más allá de lo habitual.
El final del verano
Aunque hasta hace poco se hablaba de un verano cálido por influencia del fenómeno de El Niño, Rey señala que la situación en el Pacífico se mantiene neutra, lo cual es positivo para evitar escenarios extremos como huracanes o sequías prolongadas. Aun así, el comportamiento climático estará muy influenciado por posibles alteraciones de última hora. Por eso mismo, Rey lanza un mensaje de prudencia ante un verano menos previsible de lo habitual, con cambios bruscos, calor intenso concentrado en momentos puntuales, y una atmósfera que se resistirá a darnos un verano completamente estable.