Era la única candidatura en un congreso nacional con pocas sorpresas y en la que desde el principio, confiaban en una aplastante mayoría. Feijóo ha sido reelegido como candidato con un 99,24% de los votos. De los 2.799 votos emitidos, 2.760 han fallado a favor de Feijóo. Tan sólo ha habido 21 votos en blanco y 18 votos nulos. Los compromisarios han escenificado así la última foto de unidad de una segunda jornada marcada por los grandes consensos y la ausencia total de voces discordantes.
La última bala de Feijóo
Es su última oportunidad. Y él mismo lo reconoce. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, llega a la segunda jornada del XXI Congreso Nacional de su partido en un contexto muy favorable para él. Un cierre de filas total para no desviar el foco del Gobierno en medio del cerco por corrupción y los señalamientos por machismo.
Pero el presidente del PP sabe que a pesar de que la debilidad del Gobierno pueda echarle un capote, hay un examen a superar. Las elecciones generales. Feijóo no quiere confiarse, porque en 2023 estuvo a cuatro escaños de llegar a La Moncloa. Así, el líder popular ha querido verbalizar el reto al que se expone: “Si no conseguimos el cambio, hemos fracasado”, ha avisado. De esta manera, Feijóo ha vinculado el éxito del cónclave popular a llegar a La Moncloa.
El líder popular es consciente del reto y también ha anotado en su libreta los deberes que en estos días le ha puesto su partido. El PP ha fiado a su figura la posibilidad de llegar a La Moncloa y los expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy le avisaron también de ello. Así, Feijóo ha expresado que si bien hay gente que “duda” de que pueda cumplir sus compromisos, él se compromete a “ganar el gobierno” con el objetivo de “cambiar de raíz España”. “No es cambiar unas siglas o un ministro, no se trata de no hacerlo tan mal, se trata de hacerlo mejor”, dicho.
El presidente popular también ha dibujado cuáles En serán sus principales retos nada más llegar a La Moncloa. “La próxima legislatura no puede ser y no será una legislatura al uso. Tendremos que acabar con todos los atropellos de la pesadilla que estamos viviendo y tendremos que continuar con las reformas necesarias que impidan causar tando daño a la nación”.
Feijóo, además, ha querdio contraponer el “manual de resistencia” de Pedro Sánchez con el “manual de la decencia” que se compromete a poner en marcha cuando llegue a Moncloa. “No quiero ganar para llegar, sino llegar para que gane España”, ha prometido. En ese decálogo, el líder popular ha destacado que el PP ha querido dejar claras sus líneas rojas para negociar con el resto de partidos. “Conmigo España no estará en venta. La obediencia ciega al líder se la dejamos a otro”, ha dicho. No negociarán “la unidad de los españoles”. “No vamos a negociar, ni lo hemos hecho, ni lo haremos”, ha repetido.

Sobre su propuesta para el país, ha defendido la diversidad de opiniones dentro de su partido sobre el rumbo a tomar. “El PP no es una secta. La pluralidad no es el problema. Creo en una España sin muros, para unir y no enfrentar y con esa convicción vamos nosotros”.
Por otro lado, Feijóo ha querido destacar que frente a las “mentiras y cesiones”, los valores del PP. “Convicciones, proyecto y democracia”, ha prometido. Feijóo ha querido destacar la política de valores en un momento en el que la corrupción cerca al Gobierno. “España no es un cortijo para hacer y deshacer lo que al poderoso le convenga. Solo los delincuentes temen a la Justicia”, ha avisado.
Ha prometido trabajar por la igualdad de oportunidades y ante la ley porque es una “obligación moral”. Ha prometido porner por encima de todo su país. “Solo los delincuentes temen a la Justicia, la desprestigian y la amordazan”, ha avisado. Entre otros, ha prometido “tolerancia cero” con la corrupción.
En clara referencia a Vox ha prometido “centralidad política” y volver a ser “el partido de los diez millones de votantes”.