10 hábitos financieros que están ayudando a muchas personas a ahorrar más

Un clic para mover 20 euros a una cuenta aparte o un recordatorio en el calendario para revisar los recibos de la luz, pueden marcar la diferencia a largo plazo

A veces, las grandes transformaciones empiezan con cambios tan pequeños que caben en la pantalla del móvil. Un clic para mover 20 euros a una cuenta aparte o un recordatorio en el calendario para revisar los recibos de la luz. Y cada vez más personas están descubriendo que, sin fórmulas milagrosas, es posible ganar margen en su economía personal.

Separar el dinero por objetivos

Uno de esos hábitos consiste en separar el dinero en cuentas diferentes con un destino concreto. No se trata solo de tener un fondo de emergencia. Hay quien abre cuentas específicas para las vacaciones, para la próxima revisión del coche o para un capricho que lleva tiempo rondando la cabeza. Entidades como BBVA ya lo ofrecen en sus apps, que permiten abrir subcuentas para objetivos y ordenar las finanzas con claridad visual.

Otra costumbre que se extiende es aplicar un periodo de espera antes de hacer una compra no esencial como un nuevo móvil o un bolso de moda. La técnica de las 24 o 48 horas ayuda a combatir el impulso inicial. Se basa en que, pasado ese lapso de reflexión, muchas personas ni siquiera completan la compra, según Brainvestor.

Optimizar el ahorro

El ahorro automático es otro protagonista silencioso. Algunas entidades permiten programar transferencias a una cuenta separada el mismo día en que entra la nómina. Apartar 150 euros al mes en un año se convertirán en 1.800 euros sin notarlo.

También hay quien está mirando de cerca sus gastos fijos. Revisar contratos de energía, seguros o telefonía puede destapar margen de maniobra. Una llamada bien argumentada y una comparación de ofertas pueden permitir un ahorro de 18 euros mensuales, lo que suma más de 200 euros al año de ahorro palpable.

Que el dinero trabaje para ti

Al mismo tiempo, crece el interés por productos que generan intereses sin riesgo elevado. Las cuentas remuneradas y depósitos a plazo fijo han recuperado atractivo en un entorno de tipos más altos. Con una cuenta al 2% TAE, un ahorro de 5.000 euros puede producir unos 100 euros en doce meses.

El Banco Central Europeo destaca en su Boletín Económico de 2025 que los depósitos en la eurozona crecieron un 18% en el último año, impulsados por este renovado atractivo.

La tecnología también ha encontrado su hueco. Aplicaciones que redondean las compras y destinan la diferencia al ahorro o a fondos de inversión de bajo coste han ganado popularidad. Si una comida cuesta 9,60 euros, la app carga 10 y aparta 40 céntimos. Según datos de la Asociación Española de Fintech e Insurtech de 2024, los usuarios de apps de redondeo acumulan una media de 230 euros anuales sin modificar su patrón de consumo.

Acabar con los innecesarios

Controlar las suscripciones ha sido otra revelación. Plataformas de series, música, gimnasios y aplicaciones se acumulan sin que nadie repare en ellas. Al cancelarlas o pausarlas cuando no se usan, se libera dinero. Una encuesta interna de BBVA en 2024 reveló que el cliente medio pagaba por dos servicios que llevaba más de seis meses sin utilizar.

También se habla más de aprovechar incentivos como los programas de devolución en efectivo. Algunas tarjetas ofrecen entre un 1% y 3% de cashback en compras, y en ciertos supermercados o gasolineras las promociones son mayores.

Registrar el progreso se ha convertido en un elemento motivador. Hay quien usa hojas de cálculo sencillas, y otros prefieren aplicaciones con gráficos coloridos. Ver cómo crece una barra de objetivos hacia la cifra deseada refuerza el compromiso. Incluso en objetivos pequeños, como reunir 300 euros para un fin de semana especial, el seguimiento visual mantiene el rumbo.

Finalmente, tener liquidez disponible para imprevistos sigue siendo esencial. Un colchón equivalente a entre tres y seis meses de gastos evita tener que recurrir a créditos rápidos o tarjetas con intereses altos en caso de averías, problemas de salud o pérdida de ingresos. Este fondo suele estar en cuentas de fácil acceso y con cierta remuneración, para que el dinero no pierda valor mientras espera.

No todas las personas aplican los diez hábitos a la vez. En la mayoría de los casos, los cambios comienzan con una o dos medidas concretas y sostenibles, y el resto se suma con el tiempo. Así lo reflejan estudios de hábitos de consumo, que muestran que la constancia en pequeñas acciones tiende a consolidar mejoras duraderas en las finanzas domésticas.