El PSOE deja a las víctimas de Salazar sin la protección que establece el protocolo

El caso Salazar arrincona al Gobierno de Sánchez y al partido hacia lo que parece, cada vez más, un callejón sin salida. Un acorralamiento debido a que las investigaciones periodísticas conducen a la conclusión de que el objetivo era dejar morir el caso sin abrir una investigación eficiente.

Este medio publicó el martes que las mujeres trabajadoras en Moncloa no se atreven a denunciar a través de los protocolos anti acoso del Gobierno porque no sienten que se garantice la imparcialidad en los ‘veredictos’ al estar formados los comités por miembros de la abogacía del Estado y de Presidencia.

Y, por otro lado, Eldiario.es se ha hecho eco de las afirmaciones de las dos trabajadoras que dependían de quien fuera asesor de Pedro Sánchez, y que presentaron las denuncias a través de los canales internos del partido -no de Moncloa- porque les resultaron más fiables. Las denunciantes han informado al medio de que, desde dichos canales, Ferraz las ha contactado este martes, a tenor de la publicación de que sus denuncias habían desaparecido de los canales, a los que las presuntas víctimas pueden acceder para notificar el estado de las investigaciones.

Este medio ha contactado con Ferraz para verificar la información, pero desde el partido se trata de colocar la pelota sobre el tejado del PSOE, con la alegación de que es asunto de la Comisión anti acoso, y que “no tienen noticias”. Lo que significa que, partiendo del testimonio de las mujeres acosadas presuntamente por Salazar, cinco meses han pasado sin que el partido moviera ficha en las investigaciones. El mismo tiempo que llevan sin la protección que garantiza el protocolo anti acoso.

Lo que establecen los protocolos anti acoso de Gobierno y Ferraz

El protocolo anti acoso no es el mismo en Ferraz que en Moncloa. Pero en ambos se garantiza que la denunciante disponga de un ambiente seguro en el que no se la hostigue. Por un lado, en el partido se establece lo siguiente: “El Órgano contra el Acoso o la persona en que este delegue acompañará, asesorará e informará a la víctima sobre las distintas actuaciones posibles. Se prohíben expresamente los actos constitutivos de represalia, incluidas las amenazas”. 

Si las investigaciones no han comenzado, pero las denuncias están registradas en el canal, las denunciantes no han tenido durante este tiempo la protección que se les debe garantizar. En el protocolo del Gobierno, además, se recoge que una vez probada la culpabilidad del señalado, se articularán “medidas para la recuperación de las víctimas, garantías de no repetición y acciones para restablecer la dignidad y reputación de las damnificadas”. Nada de esto ha sucedido porque los canales internos no han incitado a las mujeres a denunciar.

Una “herida muy gorda” difícil de subsanar

Fuentes internas del partido informan a este medio que el ambiente es tenso. “Ha quedado una herida muy gorda con esto”, afirman. “A nivel interno, especialmente con las compañeras más comprometidas, es terrible”. Y tienen poca confianza en que la el asunto se pueda solucionar públicamente. “Ya no hay mucha forma de arreglarlo, todo será arrastrarse”. Aún así, aseguran, la consigna es actuar con más contundencia.

“La foto con Pilar hizo mucho daño”

Uno de los golpes más fuertes para el partido fue la comida que mantuvieron la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, publicada en exclusiva por este medio, en un céntrico restaurante de Madrid a principios del mes de noviembre. En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, hace exactamente un mes, la ministra portavoz se limitó a decir a los periodistas que fue un encuentro que pertenecía al “ámbito personal” con una persona que “Es un encuentro que se circunscribe al ámbito personal” con una persona a la que conoce desde hace muchos años.

Cuando salieron publicadas las denuncias el pasado verano, Alegría le defendió en un primer momento, ya que le definió como una “persona íntegra”. Posteriormente, tras su renuncia, manifestó que dicho paso había sido “necesario”.

“La foto de Pilar hizo mucho daño”, afirman las mismas fuentes. “Porque da la sensación de que es todo postureo hacia fuera pero que luego por detrás todo sigue igual”.