“Cuando haya potenciales casos de agresión o de acoso sexual, yo le pido a las compañeras víctimas de estos acosos que utilicen estos canales, que las vamos a proteger”. Pedro Sánchez pronunció estas palabras el 5 de julio, después de que Eldiario.es destapase las denuncias de supuesto acoso sexual contra Paco Salazar, que impidieron que el hasta entonces alto cargo en La Moncloa promocionase a una posición clave en la Secretaría de Organización. Además de obligarle a dejar el Gabinete del presidente del Gobierno.
Tres días después se registró la primera denuncia, y casi cinco meses después el partido ha vuelto a enredarse con un caso que todavía no ha resuelto. El mismo medio publicó este lunes que Ferraz ha esgrimido la baja de Salazar como militante -formalizada el jueves-, para dar carpetazo a la investigación. Y hasta que la información de las denuncias anonimizadas había desaparecido.
La alarma siguió sonando hasta la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva del lunes, pasadas las 13.00 horas. Fue entonces cuando la portavoz federal, Montse Mínguez, aseguró que estos procedimientos siguen abiertos, pese a que el exalto cargo ya no está afiliado.
También afirmó que la información no ha sido borrada, y fuentes del partido explicaron que las denunciantes recibirán un nuevo código para poder acceder a estos expedientes, como ocurrió cuando los registraron. Reconocieron que se había producido “una interrupción momentánea del acceso al canal de comunicación por parte de las denunciantes anónimas”, pero indicaron que no se trató de un error, sino de una acción automatizada del canal de denuncias “para la protección de datos personales”, Prevén subsanarla próximamente.
La comisión anti-acoso, un órgano compuesto por cargos socialistas cuya identidad no es pública, habría trabajado hasta ahora para “recabar toda la información posible para contrastar los hechos recogidos” en las denuncias. El partido asegura que “en las próximas semanas” tendrán “una nueva interacción con las denunciantes y con el denunciado”, para “tratar de contrastar informaciones y cumplir lo establecido en el protocolo”.
No aclaran cuándo se ha contactado con ellas, ni cuántas “interacciones” se habrían producido. Según la versión que ambas aportan al citado medio, ninguna de ellas habría recibido noticias de Ferraz después de registrar sus denuncias. En Moncloa aseguran que no se ha registrado ninguna denuncia, y han facilitado detalles sobre el procedimiento interno que en su día también anunciaron ante las denuncias contra Salazar.

A día de hoy, desde el partido reconocen no haber hallado “pruebas concluyentes” sobre las dos denuncias registradas, y se comprometen a continuar el procedimiento hasta la elaboración de un informe final. Será enviado a la secretaria de Organización, Rebeca Torró, y a las partes, pero no aclaran si lo remitirán a la Justicia si se documentan indicios de posibles comportamientos delictivos. “Dependerá de lo que contenga el informe”, zanjan.
El régimen disciplinario de los militantes recogido en el reglamento sólo se aplica a los afiliados, por lo que no habría vías de actuación contra Salazar dentro del partido. “El PSOE está comprometido con todas y cada una de las mujeres militantes, este proceso no ha concluido”, aseguró Mínguez. También intentó acotar el daño, y recordó que hasta el momento se han registrado dos denuncias: “No estamos hablando de decenas ni de centenares de casos”.
Fuentes de Ferraz también presumen de que el PSOE es “el único partido” que cuenta con estos instrumentos. “El Partido Socialista no minimiza la gravedad del acoso, y no protegerá jamás a quienes lo practiquen. A la vez respeta la presunción de inocencia y los protocolos establecidos”, afirman.
Al inicio de noviembre, el exalto cargo en el Ejecutivo almorzó con la ministra portavoz, Pilar Alegría, como documentó Artículo14. Alegría limitó al “ámbito personal” su encuentro con Salazar en el centro de Madrid, sin aportar más información. Distintos medios informan de que habría sido contratado como asesor por el PSC, y Ferraz sostiene que no tiene “ningún contrato” con él.
Hasta horas antes del Comité Federal del 5 de julio, en el que Sánchez abordó el relevo de Santos Cerdán como secretario de Organización, Salazar iba a convertirse en uno de los tres adjuntos de Torró en ese departamento. Entonces también pidió ser “apartado provisionalmente” de su puesto como responsable de la Secretaría General de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno.
A última hora de la tarde, Eldiario.es publicó una nueva información con extractos de las denuncias a las que había tenido acceso:
“Se subía la bragueta en tu cara, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote”; ” Si te veía mala cara, te preguntaba en mitad de la oficina si habías dormido poco por haber mantenido relaciones sexuales. Y nos sometía a situaciones humillantes que para muchas de nosotras fueron traumáticas. Si te agachabas a coger algo del suelo, te decía que te agacharas otra vez para demostrar lo flexible que eras”.

Redondo: “Mayor respuesta creo que un partido no puede tener”
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, aludía a la “agilidad” que demostraron hace meses, al apartarle de sus cargos, y negaba que hubieran dado “carpetazo” a estas denuncias. Preguntada por los medios de comunicación sobre la ausencia de respuestas a las denuncias, Redondo defendió la actuación de los suyos: “La respuesta fue rechazar a estas personas. Mayor respuesta creo que un partido no puede tener”, apostilló.
Zaida Cantera, exdirigente socialista y exdiputada en el Congreso, denunció en Al Rojo Vivo (La Sexta) la “desazón, indignación” y “mala hostia” que deben haber sentido las víctimas. Argumentó que, aunque Salazar haya causado baja, el PSOE, “que se dice feminista”, debe “abrir una investigación” y dar “una respuesta a las víctimas”. “Tiene que escucharlas, sobre todo porque no hay ningún protocolo que valga la pena si no es capaz de auto-perfeccionarse”.
Cantera pidió medidas “preventivas y correctivas” si se demuestra que estos casos se produjeron. “Luego nos aparecen Ábalos”, criticó. En su día, feministas históricas de la talla de Carmen Calvo, exvicepresidenta con la cartera de Igualdad (2018-2020), salieron en tromba a exigir al partido que actuase. Sin “piedad ninguna”, reclamó en julio la actual presidenta del Consejo de Estado.
Una veterana feminista y exdirigente del PSOE se manifiesta “indignada” ante la falta de avances en estos cinco meses. El caso Salazar vuelve a afectar al partido a apenas tres días del arranque de la campaña electoral en Extremadura. Una nueva cita con las urnas en la que el partido de la rosa aspira a no perder más voto femenino, tras meses arrastrando los escándalos de José Luis Ábalos. Y en la que el CIS vaticina un serio retroceso a los socialistas.



