Siete minutos tardó Maduro en trazar su plan de transición pacífica a la ¿democracia? en Venezuela. Doce años después de heredar el poder absoluto del dictador Chávez, 8 millones de venezolanos exiliados después, 18.000 detenciones arbitrarias más tarde, con más de 1.000 presos políticos en las cárceles, habiendo asesinado a más de quinientos opositores y con un 70% de la población en situación de pobreza extrema; sólo necesitó unos pocos minutos para lanzar su lista de deseos. Primero, ¡qué menos!, pensó en los venezolanos y pidió una amnistía total para él y su familia, la exención de sanciones por parte de EEUU para los mismos y el compromiso de que la Corte Penal Internacional no le pueda juzgar por crímenes de lesa humanidad. Una vez asegurado el bienestar de ese pueblo por el que lleva años luchando, ya pensó en él, y pidió que fuese Delcy Rodríguez, la Delcy de Abalos, la nueva presidenta de la nueva Venezuela libre de Maduro. Unidos, Pueblo, Revolución decía un eslogan suyo. Hasta la victoria siempre, como decía el Comandante.
Al otro lado del teléfono estaba Trump que le considera el líder de una de las mayores organizaciones criminales del mundo, el Cartel de los Soles, nacida en 2019 e integrada por miembros de alto rango de las fuerzas armadas bolivarianas que se dedican fundamentalmente al trafico de cocaína, contrabando de combustible y actividad minera ilegal de oro y piedras preciosas. Todo por el pueblo.
Quince minutos de conversación y colgaron. Trump no le concedió ninguno de sus deseos y, a cambio, le puso una condición: “Váyase, Sr. Maduro”. Le dio hasta el viernes para hacerlo. Tic tac. Estamos en los últimos minutos de una cuenta atrás que no sabemos como va acabar.
La reacción de Maduro, que usurpa ilegítimamente el poder desde que en julio de 2024 la oposición de María Corina Machado, con Edmundo González al frente, probó su victoria electoral, fue salir a bailar una canción compuesta para él que dice “Peace, yes. War, no”. Una complejidad a la altura de la empresa que dirige. Alguien debería decirle que si no quiere war lo mejor sería cumplir con la condición e irse con la música a otra parte. Pero a estas alturas, y teniendo en cuenta que para él los venezolanos son lo primero, puede que esté dispuesto a destrozarles un poco más, hasta la derrota siempre.
Si algo tiene Trump es que tan imprevisible como predecible. Ha hecho de la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico un eje de su acción política en el hemisferio. Convencido del daño que tanto el fentanilo como la cocaína ha hecho en la clase media americana en los últimos años, ha impulsado medidas que le han llevado a considerar algunas de estas organizaciones como el Cartel de los Soles, organizaciones terroristas extranjeras y a culminar varios ataques con misiles a narcolanchas que recorren el Mar Caribe desde Venezuela hasta Estados Unidos. Ha dicho que está dispuesto a continuar la intervención por tierra, si fuese necesario. El desenlace es predecible, hay más de 10.000 soldados estadounidenses desplegados en la zona, varios buques militares y el mayor portaviones de la armada americana. El ataque es imprevisible precisamente porque es de Maduro de quien depende la decisión. Es cierto que se ha cerrado el espacio aéreo venezolano, excepto para los vuelos de repatriación de inmigrantes desde EEUU, seguro que también se haría excepción a la salida de su avión.
Es propio de los autócratas confundir su país con su persona y atornillar a esta última en el poder. Aquí la pregunta es, ¿no ha tenido Maduro suficiente? ¿Hasta donde esta dispuesto a utilizar en su único beneficio a los venezolanos? ¿Pretende lanzarlos en su única y exclusiva defensa personal? Trump le ha ofrecido una salida a él, cabeza de una organización criminal que ha residenciado en el estado. Venezuela es una narcodictadura pero el ultimátum no es para la dictadura, es para el narco.
Por lo de pronto, Lula -presidente de Brasil- se ha apresurado a llamar a Trump. La conversación duró más del doble que la de Maduro. Cuarenta minutos necesitó Lula para pedir a Trump ayuda para luchar, fíjese usted, contra el crimen organizado internacional. Creo que este movimiento es verdaderamente el más elocuente de todos. Del que debería tomar nota el sátrapa. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… deja claro que tú quieres colaborar.



