El brote de Peste Porcina Africana (PPA) en España se intensifica. Lo que hasta la pasada semana parecía ser un caso anecdótico del virus en animales salvajes, concretamente el jabalí, se ha transformado en un grave problema en la ganadería nacional con grandes dimensiones económicas. En la tarde del martes, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete confirmó el positivo de la enfermedad en siete nuevos ejemplares muertos, que fueron hallados en Cerdanyola del Vallès (Barcelona).
A estos recientes positivos se suman los dos primeros casos detectados con anterioridad en la misma localidad. En total, ya son nueve los animales salvajes infectados. Todos en la misma zona. La detección ha sido notificada ya a la Comisión Europea. Y a la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA), según informó el Ministerio de Agricultura. Pese a los brotes, aunque todos identificados en el mismo perímetro, el ministro Luís Planas detalló que “esto no cambia ni el protocolo ni el diagnóstico“. Al mismo tiempo que abogó por “no bajar la guardia“.
Las granjas libres de virus
Para contener la expansión del virus, los servicios veterinarios oficiales de Cataluña, en coordinación con el Ministerio, han delimitado una zona de control y vigilancia de 20 kilómetros alrededor de los focos. En esta área, se ha prohibido la caza para evitar el desplazamiento de los jabalíes y se han reforzado actuaciones de búsqueda y trampeo, con personal especializado que conoce la zona.

Hasta el lugar, se han movilizado ya 120 Agentes Rurales de la Generalitat con 26 equipos de trabajo, junto a 117 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Los profesionales van equipados con estaciones de descontaminación, material de captura seguro y drones con visión nocturna. Como explica el Ministerio, estas medidas buscan garantizar que “el virus no pueda expandirse“. Y que los cadáveres encontrados sean gestionados de forma segura en laboratorios o centros de incineración.
La única buena noticia es que el virus no ha accedido, al menos por ahora, a las granjas domésticas. Así lo confirmó el Ejecutivo catalán, que aseguró que tras visitar las explotaciones de ganado porcino localizadas en el área acotada, las muestras “han resultado negativas“. Aunque mantienen un “alto nivel de alerta“. La noticia fue recibida con algo de escepticismo por parte del ministro Planas, quien la tildó de “sorprendente”. Ya que en los últimos días se habían encontrado un total de “40 cadáveres de jabalíes en la zona perimetrada”. A los que se suman 50 más que fueron avistados en la mañana de ayer.
Agujero en el comercio internacional
Para las asociaciones y el resto de regiones españolas, los principales problemas son dos: la suspensión de las importaciones de cerdo español impuestas por algunos países. Y la sobrepoblación de jabalíes salvajes que puede favorecer la propagación del virus.
En este sentido, la industria del cerdo gallega ha sido la primera en alzar la voz. Y denuncia que ya comienza a sufrir “las consecuencias del brote” por la cancelación de pedidos desde Japón. El presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor), Pablo Meijomín, ha advertido de que el impacto puede ser “brutal” para las explotaciones de la comarca. Aunque todo “depende” de las negociaciones con los países compradores y del control efectivo del foco.

El principio de regionalización permite que solo las áreas afectadas pierdan temporalmente el estatus sanitario. Y así evitar que todo el país quede bloqueado para exportaciones. Países como China, el principal mercado español, que compró más de 520 millones de toneladas el año pasado, sí aplican esta medida. Sin embargo, todavía hay otras 20 naciones que la rechazan, el país nipón entre ellas. En esta línea, el coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, argumentó recientemente que hay que hacer un esfuerzo diplomático e intentar convencerles de que “España es grande y muy diversa. Y que el problema de una zona no tiene por qué afectar al resto“, ya que “si se cortan las exportaciones, se cae el sector“.
“Superpoblación” de jabalíes
Al mismo tiempo, González Palacín denunció la “evidente superpoblación de jabalís”. Según el responsable de UCCL, el número de estos animales se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años. Y considera imprescindible llevar a cabo una “erradicación” del jabalí en ese perímetro. Ya que es el principal vector de la enfermedad. Además de aplicar un “control estricto” de las granjas para evitar cualquier contagio.

De entrar en las explotaciones las consecuencias pueden ser mucho mayores. Así, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó ayer que su Departamento “está preparado para eventuales afectaciones” en el ámbito laboral. Y recordó que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor podrían desplegarse “de manera inmediata” en caso de que fuera necesario, con el fin de proteger a empresas y trabajadores.

