Esto es lo que ocurre si no pones el móvil en modo avión, según un piloto: “Una simple distracción puede marcar la diferencia”

Una de las primeras advertencias que nos dan al subir a un avión es la de activar el modo vuelo del móvil, pero, ¿qué puede pasar en caso de no hacerlo?

11/06/2024 Un avión de Iberia despegando. ESPAÑA EUROPA MADRID ECONOMIA Iberia

Subir al avión, colocarse el cinturón y escuchar las instrucciones de seguridad y los consejos de la tripulación. Entre ellas, una se repite en todos los vuelos: activar el modo avión en los dispositivos electrónicos. A pesar de ser una norma básica, no todos los pasajeros la cumplen. Algunos simplemente lo olvidan; otros creen que es una medida obsoleta o innecesaria. Pero ¿qué puede pasar realmente si no lo hacemos?.

El comandante de Iberia y divulgador aeronáutico Perico Durán, con miles de seguidores en redes sociales, ha explicado en varias ocasiones por qué esta instrucción sigue siendo importante. Lo ha hecho tanto en entrevistas como en sus perfiles de redes, donde divulga de forma clara y cercana el funcionamiento de la aviación comercial.

Activar el modo avión del móvil al volar es una cuestión de responsabilidad colectiva.

¿Puede tu móvil interferir con el avión?

La primera aclaración que hace Durán es que no activar el modo avión no provocará una avería catastrófica. “No se va a caer el avión porque alguien no lo ponga”, explica. Pero eso no significa que sea irrelevante. Según el piloto, los teléfonos móviles pueden generar pequeñas interferencias que, en determinados momentos, suponen un problema real.

Estas interferencias pueden afectar principalmente a los sistemas de navegación y comunicación de la aeronave. El resultado no es un fallo mecánico, sino la aparición de señales o datos incorrectos en los instrumentos de la cabina. Por ejemplo, una falsa alerta sobre la presión en un sistema o un aviso erróneo sobre el estado de una puerta.

El riesgo real: las fases críticas del vuelo

Lo más preocupante, según Durán, es que esas interferencias suelen producirse en las fases más delicadas del vuelo: el despegue, el aterrizaje y, sobre todo, las aproximaciones sin visibilidad. En estas situaciones, los pilotos no pueden ver el terreno y dependen completamente de los sistemas de navegación para llevar el avión hasta la pista con precisión.

Durante estos momentos, las tripulaciones activan lo que se conoce como “cabina estéril”: un protocolo que reduce al mínimo cualquier distracción, ya sea una conversación innecesaria, un sonido inesperado o una alerta que no corresponde a un fallo real. “Una simple distracción puede marcar la diferencia”, insiste Durán. Un móvil sin modo avión, aunque parezca inofensivo, puede contribuir a generar ruido electromagnético que se traduce en lecturas confusas o alertas innecesarias, justo cuando los pilotos necesitan tener el máximo enfoque.

No se trata de prohibir, sino de prevenir

La medida, como muchas otras en aviación, forma parte de una estrategia preventiva. No es una cuestión de dramatismo, sino de control del riesgo. “La aviación está diseñada para ser extremadamente segura, pero para ello debemos minimizar cualquier factor que pueda interferir”, explica el piloto. Además, el modo avión no significa desconectar del todo. Hoy en día, muchas aerolíneas ofrecen conexión wifi a bordo incluso con esta opción activada, lo que permite seguir utilizando algunas funciones del dispositivo sin comprometer la seguridad.

Una cuestión de responsabilidad colectiva

Durán también apela al sentido común y a la responsabilidad individual de cada pasajero. “¿Qué más te da? Son diez minutos. Ponlo en modo avión y ya está”, comenta en tono informal, subrayando que esta pequeña acción puede evitar un problema innecesario. Más allá del cumplimiento técnico de las normas, seguir estas indicaciones demuestra respeto hacia el trabajo de la tripulación y hacia el bienestar del resto de pasajeros. “Volamos con la tecnología más avanzada, pero necesitamos también colaboración humana para que todo funcione como debe”.