4 novelas que debes leer antes de morir, según Pedro Almodóvar

Descubre las cuatro novelas esenciales en la vida de Pedro Almodóvar, un recorrido por la literatura que ha marcado su universo creativo

Pedro Almodóvar - Cultura
Una fotografía de archivo del director Pedro Almodóvar
EFE/EPA/Teresa Suarez

Hablar de Pedro Almodóvar es hablar de un cineasta que ha hecho de la emoción un arte, y de la literatura, un refugio secreto. Más allá del color y la transgresión de sus películas, late en su obra una profunda devoción por las palabras.

No es casual que muchos de sus filmes beban de fuentes literarias o rindan tributo a escritores y libros que han marcado su vida. La literatura, para Pedro Almodóvar, es una brújula emocional. Una extensión de su universo estético y ético.

Entre los muchos títulos que ha citado en entrevistas, discursos o textos personales, hay cuatro que aparecen con una insistencia casi mística. Son libros que lo han acompañado, lo han conmovido y, en cierto modo, lo han formado. Cuatro novelas que, según Pedro Almodóvar, todo amante del arte, del deseo y del caos humano debería leer antes de morir. Estas obras, más allá de su valor literario, dialogan con los temas esenciales del cine almodovariano: la identidad, el dolor, el sexo, la muerte, la locura y la belleza como resistencia.

‘El lobo estepario’, de Herman Hesse

Entre los libros que Pedro Almodóvar ha reivindicado como esenciales, El lobo estepario de Hermann Hesse ocupa un lugar especial. Publicada en 1927, esta novela es una radiografía feroz del alma dividida, del hombre moderno atrapado entre el deseo de integración y el impulso de destrucción.

4 novelas que debes leer antes de morir, según Pedro Almodóvar
Portada de la novela ‘El lobo estepario’, de Herman Hesse
Alianza

El protagonista, Harry Haller, vive escindido entre su parte racional y su naturaleza salvaje. Es un ser herido, desadaptado, lúcido hasta el dolor. En este personaje encuentra Pedro Almodóvar un espejo. La tensión constante entre lo socialmente aceptable y lo instintivo, entre la cultura y el deseo.

El lobo estepario no es solo una de las novelas favoritas de Pedro Almodóvar. Es, además, un texto que resuena en su cine. Sus personajes, como los de Hesse, son criaturas contradictorias, desgarradas, pero profundamente humanas. Y, al igual que Harry, sus heroínas y héroes a menudo deben atravesar un descenso a los infiernos para poder encontrarse con una verdad más honda.

Quien busque comprender la sensibilidad más filosófica de Pedro Almodóvar encontrará en El lobo estepario una puerta abierta a la introspección, al vértigo de saberse múltiple y, a pesar de ello, no dejar de buscar redención.

‘Cien años de soledad’, de Gabriel García Márquez

Pedro Almodóvar ha confesado más de una vez su admiración por Gabriel García Márquez. Tanto como narrador como figura pública. Entre las obras del autor colombiano, Cien años de soledad es, sin duda, la que más huella ha dejado en su imaginación.

4 novelas que debes leer antes de morir, según Pedro Almodóvar
Portada de ‘Cien años de soledad’, de Gabriel García Márquez
DeBolsillo

Publicada en 1967, esta novela no solo revolucionó la literatura en español, sino que ofreció una nueva manera de contar: barroca, sensual, expansiva. En el universo de Macondo —con su genealogía mágica, su erotismo, su circularidad del tiempo y su fatalismo deslumbrante—, Pedro Almodóvar halló una inspiración profunda.

El tiempo, en Cien años de soledad, no avanza de forma lineal. Se repite, se enrosca, se confunde. Ese tratamiento del tiempo ha influido, de forma más o menos consciente, en la narrativa fragmentada y no cronológica de algunas de las películas de Pedro Almodóvar, como Hable con ella o La mala educación.

Pero sobre todo, Pedro Almodóvar ha reconocido en García Márquez a un maestro de los sentimientos exacerbados, del desborde lírico, de los personajes que aman hasta el límite de la destrucción. Cien años de soledad es, en ese sentido, una de las grandes novelas que dialogan con su sensibilidad artística.

‘Rayuela’, de Julio Cortázar

Cuando Pedro Almodóvar leyó Rayuela por primera vez, supo que no estaba ante una novela convencional. Publicada en 1963 por Julio Cortázar, esta obra abierta, rizomática, quebrada, puso en palabras algo que Almodóvar había intuido en el cine: que la estructura no es solo forma, sino también fondo. Que el caos puede ser narrativo y que la lógica del deseo a veces es un salto al vacío.

Rayuela - Cultura
Portada de la novela ‘Rayuela’, de Julio Cortázar
DeBolsillo

Rayuela es una de las novelas que Pedro Almodóvar ha citado como esenciales en su formación artística. No solo por su experimentación formal —ese doble sistema de lectura, esos capítulos que juegan con el lenguaje y la metaficción—, sino por su visión del amor como experiencia límite.

Horacio Oliveira, el protagonista, atraviesa París y Buenos Aires buscando algo que no sabe nombrar, como muchos personajes almodovarianos que buscan sentido entre el dolor, el sexo y la locura.

La influencia de Rayuela en la forma de narrar de Pedro Almodóvar se deja sentir en películas como Los abrazos rotos o La ley del deseo, donde el juego de identidades y el montaje temporal recuerdan al espíritu libre y disruptivo de Cortázar.

‘2666’, de Roberto Bolaño

La última de las cuatro novelas que Pedro Almodóvar ha señalado como fundamentales es 2666, la obra póstuma de Roberto Bolaño, publicada en 2004. Monumental, oscura, fragmentaria, esta novela se adentra en los crímenes sin resolver de la ciudad mexicana de Santa Teresa —trasunto de Ciudad Juárez—. Pero al hacerlo habla de todos los males del mundo contemporáneo: la violencia sistémica, la banalidad del mal, la descomposición del sentido.

2666 - Cultura
Portada de la novela ‘2666’, de Roberto Bolaño
Anagrama

Bolaño, como él, no rehúye lo incómodo. No teme mirar de frente el horror. En 2666, lo hace a través de una estructura en cinco partes, cada una con su tono y enfoque, que se van entrelazando hasta formar un fresco desolador y fascinante.

El universo de Bolaño, aunque radicalmente distinto en tono, conecta con el de Pedro Almodóvar en su voluntad de dar voz a los márgenes, a las víctimas, a los excluidos. En su mirada sobre el cuerpo —herido, violado, desaparecido— hay ecos que resuenan con fuerza en películas como Carne trémula o Todo sobre mi madre.

Por su ambición, su densidad, su radicalidad narrativa y su carga emocional, 2666 es una de las lecturas más impactantes que ha recomendado Pedro Almodóvar. Y, sin duda, una de las novelas que todo lector inquieto debería afrontar al menos una vez en la vida.

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