Melania Rodríguez hizo historia en Chengdú (China). En la final de doble mini-tramp de los Juegos Mundiales, la gimnasta gallega de 24 años firmó una actuación extraordinaria que le permitió batir el récord mundial de dificultad en gimnasia de trampolín, una marca nunca antes alcanzada en competición oficial.
La gallega ejecutó una pirueta barani carpa triple, una combinación de máxima exigencia técnica que le valió una nota de dificultad de 8.900 puntos y una puntuación total de 26.900, la más alta de todas las finalistas. Pese a una penalización en semifinales que la apartó de la lucha por el oro, su ejercicio fue el más aclamado del evento por su complejidad, limpieza y valentía. Un salto que consolida su nombre entre las grandes figuras internacionales de la especialidad.
Un récord dedicado
El récord de Melania Rodríguez no llega en un momento cualquiera de su trayectoria. La gimnasta gallega logra esta histórica marca en un año profundamente marcado por la pérdida de su entrenador y mentor, Pablo Hinojar, fallecido en octubre de 2024. Hinojar fue una figura clave en su carrera: la descubrió, la formó y la acompañó en sus principales logros internacionales.
Lejos de suponer un freno, su ausencia se ha convertido en el motor emocional de la temporada. “Va por mí y va por Pablo”, declaró Rodríguez meses atrás, al referirse a los objetivos que ambos se habían trazado. En Chengdú, esa motivación se transformó en uno de los ejercicios más memorables jamás ejecutados en el doble mini-tramp.
La reacción tras aterrizar fue inmediata: emoción, incredulidad y una visible sensación de victoria íntima. Al ver la puntuación reflejada en la pantalla, Rodríguez comprendió que había logrado algo más que un podio: había cumplido una promesa y vencido sus propios límites.

Una gimnasta de élite
Melania no es ya una promesa, sino una realidad consolidada y la máxima referencia del trampolín español. A sus 24 años, su palmarés resulta imponente. Cuenta con un oro, una plata y tres bronces en Campeonatos del Mundo obtenidos entre 2018 y 2023, además de siete medallas en Campeonatos de Europa, incluyendo un oro individual logrado en 2024. En los Juegos Mundiales, ha sumado dos medallas más: oro en Birmingham 2022 y bronce en Chengdú 2025.
Estos logros han situado a Melania no solo como la mejor gimnasta española en su disciplina, sino también como una de las más destacadas en el ámbito internacional. Su salto en China la ha elevado, tanto en lo literal como en lo simbólico, a una dimensión superior dentro del mundo de la gimnasia.

Una disciplina poco conocida
El doble mini-tramp (DMT) continúa siendo una disciplina poco conocida fuera del ámbito especializado de la gimnasia. Situada a medio camino entre el trampolín clásico y la gimnasia artística, exige una combinación excepcional de precisión técnica y potencia en la ejecución. Es una modalidad con un margen de error extremadamente reducido, en la que Melania Rodríguez ha sabido destacar hasta convertirse en una auténtica referencia internacional.
Mientras el foco mediático suele centrarse en grandes figuras olímpicas como Simone Biles, Rodríguez ha demostrado que también existen gestas memorables lejos del circuito olímpico. Actualmente, el DMT aún no forma parte del programa de los Juegos, aunque existe un esfuerzo creciente, impulsado por atletas como la propia Melania, para lograr su inclusión en Los Ángeles 2028. Si la disciplina logra finalmente ese reconocimiento, pocos dudan de que la gallega estará entre las grandes favoritas.