Entrevista

La ‘reina’ Kate Winslet: “Exploré la historia de Elena a través de un comportamiento abiertamente sexual”

Cuando era una joven estrella, soportó el trato brutal de Hollywood hacia las mujeres. Ahora muestra su resiliencia y determinación su personaje en la serie 'The Regime'

Kate Winslet en 'The Regime'

La actriz Kate Winslet en la nueva serie de HBO 'The Regime'

Navegar la fama tras el mega éxito de Titanic fue un reto tan “desagradable” para Kate Winslet que la hizo prometerse “no vivir jamás una situación parecida”. Decidida a evitar los grandes títulos comerciales, la actriz británica ha marcado su carrera interpretando una amplia gama de personajes con gran poder intrínseco. En su nueva serie, The Regime, Kate Winslet se transforma en Elena Vernham, una mujer con la que da un giro brutal a su trayectoria gracias a su gran poder exterior y un más que titubeante interior. La fachada de su personaje esconde un pozo de inseguridades y, como Winslet confiesa a Artículo 14 en una entrevista, ella tuvo que superar sus propios miedos para representar este papel.

Creada por Will Tracy, guionista de Succession, y dirigida por Stephen Frears, The Regime muestra a Kate Winslet convertida en la canciller de una monarquía imaginada en mitad de Europa. Una serie calificada por los críticos como una comedia sombría y violenta que nos muestra a Winslet dictando las vidas de otros mientras ella está sumida en una complicada inestabilidad mental.

Kate Winslet

La actriz Kate Winslet en la miniserie de HBO Max ‘The Regime’ (‘El Régimen’)

Elena es una mujer con mucho poder y muchas inseguridades. ¿Cuesta representar esas peculiares facetas del personaje?

Para mí, la ventana inicial a Elena fueron las escenas en las que habla con su padre muerto. Me encanta que me preguntes cómo me las ingenié para interpretarla porque ese proceso está lleno de angustia para cualquier actor o actriz. Los actores tenemos la suerte de que nos manden guiones donde casi todo está aclarado de antemano; sin embargo, el universo en The Regime estaba intacto cuando me lo ofrecieron. La tonalidad estaba dentro del papel y lo que tuve que hacer fue descubrirla. Me pidieron que adaptara el personaje a mi manera y tuve la libertad de hablar de la forma en la que yo quería que Elena hablara. Creo que si haces algo agudo e inteligente, es posible divertirte con el proceso. Yo me la imaginé en este país de algún lugar del centro de Europa y la llené de detalles absurdos. Uno de esos detalles fue que hablara de forma diferente, porque me daba miedo parecerme a mí misma dentro del personaje. Cualquier persona que guarda el cuerpo de su padre muerto para ir a charlar un rato con él no es una persona segura emocionalmente.

Se ha hablado mucho de la monarquía que se representa en The Regime

Lo entiendo. De hecho, la serie se iba a titular The Palace. Pero yo no podía interpretar una serie con ese título sin crear la ilusión para el público de que hablábamos de la monarquía británica, por eso les pedí que lo cambiaran. Si llamas a una serie The Palace y me pones a mí en el papel protagonista, la audiencia puede pensar, con razón, que se trata de la monarquía británica, y se han hecho ya demasiadas series dramáticas en los últimos años sobre ella… Yo decidí explorar la historia desde otro ángulo, manifestando el yo emocional de Elena a través de un comportamiento grotesco y abiertamente sexual.

“Decidí explorar la historia manifestando el yo emocional de mi personaje a través de un comportamiento grotesco y abiertamente sexual

Hay dos realidades en cada momento de la serie: la realidad que existe y la de Elena. ¿Es usted una mujer con dos realidades?

Como actriz vivo entre dos realidades: mi vida real y la ficción que estoy interpretando. Esta es una historia extraordinaria que nos permite ver lo que sucede detrás de la cortina. Incluso si ella está dando un discurso o hablando con su gente, nosotros tenemos la oportunidad de ver lo que hay detrás. Como actriz, trato de acceder al universo de mis personajes de la manera más eficiente posible. Es importante encontrar la realidad en la ficción para que no parezca una trama forzada.

En sus interpretaciones busca la inteligencia de las mujeres que inventa en la ficción…

Eso es absolutamente cierto. Me siento muy afortunada por las muchas oportunidades que he tenido, porque me han brindado la posibilidad de interpretar mujeres que celebran la educación, la capacitación y las habilidades que yo no tengo. Si tuviera que calificar a Elena, diría que es inteligente, pero cuando las cosas se ponen feas suele inclinarse hacia un lado oscuro y muy sexual de sí misma.

De alguna manera, ¿siempre consigue que la audiencia conecte con su trabajo?

Lo importante, para mí, es conseguir que mi trabajo se vea real. Me gusta crear papeles multidimensionales y debo confesar que fue un proceso extraordinariamente complicado representar a Elena. No miento cuando digo que tenía mucho, mucho miedo de arruinarlo todo. Fue aterrador. Tuve que tomar algunas decisiones contundentes y vivir con ella en mi cabeza durante mucho tiempo, antes de siquiera abrir la boca delante de las cámaras. Me costó librarme de la ansiedad que me provocaban las decisiones que sabía que iba a tomar. Esa anticipación hace que los actores, en general, vivamos asustados, pero debemos superar ese miedo. No es que hables de tu miedo en voz alta… Esas no son cosas que se dicen en alto. Lo dices en voz baja, en los rincones. Hay muchos susurros y muchas maldiciones. Definitivamente, tuve momentos en los que pensé: “Mierda, no sé si lo estoy haciendo bien, pero voy a tener que creer que lo estoy haciendo bien”. Cuando me surgen dudas con un personaje, elijo mostrar detalles que me parecen intrínsecamente femeninos, intrínsecamente vulnerables. Hay que ser valiente para tomar ciertas decisiones y aceptarlas.

La historia de amor en la serie es original y sorprendente.

Sí, estoy de acuerdo. Esta es una inesperada, hermosa, retorcida, extraordinaria y extraña historia de amor entre dos inadaptados sociales que chocan y se obsesionan el uno con el otro. Hay algo fenomenalmente conmovedor en Elena y Zubak cuando están juntos. Conseguir un equilibrio entre ambos fue un juego malabar de los guionistas porque era necesario que el público se sintiera atraído por ellos hasta el final.

“Tenía mucho, mucho miedo de arruinarlo todo. Fue aterrador”

¿Cómo se siente en este momento?

Estoy feliz. Rodar The Regime ha sido una bendición. Mi copa está llena. Sentirme así después de lo vivido con el COVID es maravilloso. Durante la pandemia, me deprimí. Me sentí abrumada por lo mucho que necesitaba trabajar. Durante meses pensé que había perdido la esencia de mi trabajo al tener que rodar durante meses con mascarillas, pero fue una alegría regresar a un rodaje sin mascarillas ni restricciones. He aprendido mucho de la experiencia de la pandemia porque ahora me centro sólo en los personajes que considero absolutamente necesarios para mí.

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