La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha trasladado al Tribunal Supremo el contrato privado de compraventa del 45% del capital social de Servinabar 2000 por Santos Cerdán al empresario Joseba Antxón Alonso Egurrola. Según consta en este documento, el 1 de junio de 2016, el exsecretario de Organización del PSOE adquirió 1.350 participaciones de esta empresa micropyme por 6.000 euros. Es decir, Cerdán valoró cada título de Servinabar en 4,44 euros.
Antxón Alonso constituyó Servinabar en septiembre de 2015 con un capital social de 3.000 euros –distribuido en 3.000 participaciones de 1 euro de valor nominal-. En el Registro Mercantil, las primeras cuentas de la empresa se remontan a 2017 y en ella se refleja la comparativa con 2016. Del balance publicado, se desprende que al cierre de 2015 el patrimonio neto de Servinabar era de 13.935 euros y cada participación tenía un valor contable de 4,64 euros.
Es decir, en el acuerdo con Cerdán, el empresario navarro aceptó un ‘descuento’ de casi el 5% (4,6%) en la valoración contable de la empresa, que habitualmente suele ser menor que el precio de mercado. Ahora bien, valor y precio no deben confundirse: el precio es la cantidad acordada en una transacción y puede diferir de su valoración por múltiples motivos. En el caso de Servinabar, el precio abonado por el entonces diputado navarro y secretario de Organización del PSOE en Navarra podría sugerir una empresa en dificultades.
Duplicó su valor en seis meses
Nada más lejos. Apenas seis meses después, al cierre del ejercicio 2016, las participaciones de Servinabar duplicaron su valor contable hasta los 8,89 euros por título. Ese año, la empresa facturó 138.072 euros y obtuvo un beneficio neto de 12.760 euros, que destinó íntegramente a reservas, con dos empleados (uno fijo y otro temporal). Un año después, Servinabar elevó sus ingresos en más de 100.000 euros, un incremento del 68%, mientras que sus ganancias rozaron los 50.000 euros.
Con las últimas cuentas disponibles del año 2021, cada participación de la empresa que Cerdán habría usado como tapadera estaría valorada, según su balance, en 151,64 euros (204.717,15 euros en total). Esta pequeña empresa consiguió adjudicarse en Navarra contratos por valor de 86 millones de euros, a través de UTEs (Unión Temporal de Empresas) con Acciona Construcción entre 2017 y 2025; aunque también lo hizo en solitario.
Contratos bajo la lupa
En octubre de 2017, Servinabar, junto con Acciona Construcción, logró su primer gran contrato, valorado en 3,78 millones de euros para la construcción de un pabellón multiusos en Pamplona. El acondicionamiento del Navarra Arena se consiguió gracias a la relación entre el exdirector de Acciona para Navarra y La Rioja, Fernando Merino, con Antxón Alonso. Un año después, en 2018, Servinabar logró contratos por casi 11,5 millones de euros. Su facturación se triplicó hasta los 702.000 euros y el beneficio rozó los 98.000 euros.
Las cuentas de 2019 muestran un cambio en la tendencia de crecimiento: las ventas se reducen a la mitad y el beneficio cae un 81%, hasta los 18.000 euros. Ese fue el peor año de la empresa a nivel contable. Desde el punto de vista del negocio —y según la información publicada en el portal de contratación del Gobierno de Navarra— no volvería a lograr contratos hasta 2023.
Túnel de Belate
Ese año, en una UTE con Acciona y Excavaciones Fermín Osés, Servinabar fue una de las adjudicatarias de una de las mayores licitaciones de la comunidad en los últimos años: la duplicación del Túnel de Belate por 62,88 millones de euros. Una adjudicación no exenta de polémica dentro de la propia mesa de contratación, en la que constan votos particulares en contra, al detectarse indicios de arbitrariedad. Sin embargo, las pistas del impacto de esta obra en la empresa se pierden, ya que las últimas cuentas registradas corresponden a 2021.
En los últimos cinco años, la evolución de Servinabar ha sido notable, en contraste con la realidad de más de tres millones de micropymes que operan en España, muchas de ellas sin acceso a financiación ni posibilidad de participar en licitaciones públicas. Según la UCO, el impulso de esta trayectoria habría estado vinculado a la relación de la empresa con Santos Cerdán, a quien sitúa como presunto último responsable de la gestión de cobros en las licitaciones supuestamente amañadas.